Decretaron el alerta sanitario

Logran contener el feroz incendio de Valparaíso

Logran contener el feroz incendio de Valparaíso

Voluntarios de todo el mundo se han acercado a Valparaíso para ayudar en la remoción de escombros y la atención a los damnificados.Foto: Agencia EFE

 

Redacción de El Litoral

Agencias EFE/DPA

El Gobierno de Chile señaló que ya son 15 las personas fallecidas por el incendio de Valparaíso que se originó el pasado sábado en los cerros de ese puerto, pero aumentó a 2.500 el número de casas destruidas e indicó que son más de 11.000 los damnificados.

“El total de viviendas siniestradas hasta el momento, catastradas por los equipos del Ministerio de Vivienda alcanza aproximadamente a 2.500 viviendas, con un número de hectáreas afectadas de 1.145 y son más de 11.000 los damnificados”, señaló el ministro chileno del Interior, Rodrigo Peñailillo.

En una rueda de prensa, el funcionario agregó que hay 27 aeronaves combatiendo algunos focos del siniestro que aún se encuentran activos, mientras en el plano de la ciudad se mantienen nueve albergues.

El Gobierno hizo llegar este lunes a la ciudad de Valparaíso 600 toneladas de alimentos, que son entregadas por un verdadero ejército de jóvenes voluntarios.

“Será un proceso largo”

Por su parte, Aarón Cavieres, director Ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal a cargo de las operaciones, aclaró: “Tenemos un avance en la contención del incendio, pero no podemos declararlo controlado”.

“Una vez que establezcamos cortafuegos en todo el perímetro del incendio, comenzaremos la labor de liquidar los fuegos, porque cualquiera de ellos puede reactivarse ante un fuerte viento”, agregó.

La Armada, que confirmó el número de fallecidos, alertó que por primera vez los informes metereológicos anticipan además una reducción de los vientos, aspecto clave para apagar las llamas.

El gobierno, que dispuso “recursos ilimitados”, dijo confiar en que el jueves será superada la crisis. No obstante, los equipos de rescate explicaron que el control final del fuego, que abarcó una decena de cerros, seguramente demorará hasta principios de mayo.

“Efectivamente, será un proceso largo”, sostuvo el jefe nacional de operaciones de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Alfredo Mascareño.

Ante la catástrofe, la ministra de Salud, Helia Molina, decretó alerta sanitaria y fortaleció las vacunaciones masivas contra el tétano, la poliomelitis y la influenza.

“No sabemos si habrá más muertos”, lamentó el ministro Peñailillo, quien reconoció que el fuego arrasó 1.140 hectáreas entre pastizales y barrios de la ciudad.

En las calles y albergues, cientos de personas buscan un lugar para refugiarse y reconstruir sus vidas. “Quedé sin nada”, resumió llorando a la televisión estatal una madre de ocho niñas.

En total, 20 aviones y miles de militares, policías y bomberos enviados a Valparaíso luchan contra las llamas, en una ciudad donde rige la ley seca desde el domingo.

Ante la magnitud de la tragedia, el propio papa Francisco envió sus saludos a las víctimas, a través de un comunicado difundido por el cardenal Pierto Parolin.

“Ante la triste noticia del terrible incendio que está afectando a la ciudad de Valparaíso, el papa Francisco desea expresar su cercanía espiritual a todos sus habitantes, ofreciendo sufragios por los fallecidos en este grave desastre”, rezó el texto.

Las peores sospechas

En Chile, la policía, por encargo de la Justicia, intenta dilucidar el origen del fuego, iniciado el sábado en pastizales de las afueras de Valparaíso.

El gobierno reveló hoy que “lo más probable” es que el incendio fuese ocasionado por una o más personas. “Aquí hay acción humana”, dijo sin ambages el director regional de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), Guillermo de la Maza.

La hipótesis fue apoyada por el jefe del Laboratorio de Criminalística de Carabineros, Claudio Pavez, quien añadió que sus hombres indagan el uso “intencional o voluntario” de acelerantes ígneos en la crisis.

La crisis motivó un debate sobre la planificación de la ciudad, caracterizada por su desordenada geografía y ocupación urbana a lo largo y ancho de sus 42 cerros.

Los miles de bomberos, policías y militares que recorren los cerros controlan gran parte del gigantesco incendio que azota desde el sábado la urbe y que ya ha dejado un saldo de 15 muertos y más de 2.500 casas quemadas.

La Unesco ofrece ayuda a Chile

  • La Unesco ofreció hoy ayuda a Chile para salvaguardar el barrio histórico de la ciudad portuaria de Valparaíso, inscrito en la lista del Patrimonio Mundial desde 2003 y en peligro potencial por el grave incendio que desde el pasado sábado afecta a esa localidad.

“Estamos decididos a hacer todo cuanto esté a nuestro alcance para preservar este lugar hermoso y dinámico, eco de un importante periodo de la historia de Chile y de su desarrollo económico y cultural en el siglo XIX”, declaró en un comunicado la directora general de al Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Irina Bokova.

Situado en el centro de la costa chilena del Pacífico, el barrio histórico de la ciudad portuaria de Valparaíso representa “un ejemplo extraordinario de patrimonio industrial asociado con el comercio marítimo internacional de fines del siglo XIX y principios del siglo XX”, precisó.

La máxima responsable de la Unesco, que trasladó su “sentido pésame al pueblo de Chile por la trágica pérdida de vidas en Valparaíso”, donde han fallecido al menos 15 personas, ofreció también el apoyo de esa agencia de la ONU para las Oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura.

Se trata, igualmente, de un sitio del Patrimonio Mundial situado a 45 kilómetros al este de la ciudad de Iquique, que a principios de mes fue golpeada por un poderoso terremoto seguido de un tsunami, recordó Bokova. “El terremoto y las réplicas que azotaron la región que rodea a Iquique podrían haber debilitado todavía más las estructuras ya vulnerables de las oficinas salitreras de Humberstone y Santa Laura, inscritas en 2005 en la Lista del Patrimonio Mundial y en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro”, indicó la Unesco.

Este sitio, situado en el desierto de La Pampa, es un testimonio de patrimonio y cultura industrial desarrollados por los miles de personas que vivieron y trabajaron en las 200 oficinas salitreras de la región desde 1872 hasta mediados del siglo XX, resumió la organización.