EL RÍO COMENZÓ A BAJAR

Vecinos de La Vieja Tablada no abandonan sus viviendas

La Municipalidad insiste en que acudan al refugio que instaló en el polideportivo La Tablada, donde brinda asistencia. Sin embargo, gran parte de los vecinos decidió volver a sus viviendas, todavía inundadas.

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Ayuda. Algunas familias permanecen en sus casas en La Vieja Tablada, a pesar del agua. Foto: Flavio Raina

 

De la redacción de El Litoral

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A cuatro días del pico de crecida del río Salado, que alcanzó a viviendas de La Vieja Tablada que están fuera del cordón de defensa, el barrio se debate en internas. Por un lado, la Municipalidad insiste en que los damnificados acudan al refugio que instaló en el polideportivo La Tablada, donde brinda asistencia alimentaria y sanitaria desde el viernes, de acuerdo con un protocolo de actuación ante situaciones de emergencia.

Por otro, gran parte de los vecinos decidió volver a sus viviendas todavía inundadas, algunas con más de medio metro de agua, o instalarse en ranchos improvisados a la vera del camino de acceso al barrio, sin las condiciones sanitarias esenciales para su permanencia.

Los vecinos reclaman asistencia en el lugar. Piden agua potable, comida y frazadas, e incluso reciben donaciones de barrios cercanos. Andrea Valsagna, secretaria de Comunicación del municipio, destacó que el refugio del polideportivo cuenta con todas las condiciones para asistir a los damnificados por la crecida. También recordó que el intendente conversó con las familias sobre su relocalización en terrenos seguros, “que es la solución de fondo”.

“Queremos una ciudad resiliente. Que los vecinos no vivan donde no tienen que vivir y que puedan acceder a un terreno seguro será un proceso que llevará su tiempo, pero estamos trabajando en esa línea -agregó-. Mientras tanto, tienen que estar en el refugio porque es ahí donde van a recibir la mejor atención”.

Familias en el refugio

Sólo cinco familias -10 mayores y 15 menores- permanecían esta mañana en el refugio que la Municipalidad estableció en el Polideportivo. El espacio llegó a tener 10 familias, con atención médica, psicológica y alimentaria. La mitad decidió volver al barrio, aún con agua. Las razones esgrimidas refieren al cuidado de sus pertenencias y de sus animales, aun ante el consecuente peligro sanitario.

Guillermo Quiroga, coordinador del Distrito Noroeste, anticipó esta mañana que están conversando con las familias refugiadas para reubicarlas en lugares seguros. Específicamente, terrenos municipales en los barrios San Agustín y Loyola, donde se podría trazar 12 lotes. “La idea es hacer un proceso de regularización dominial, que sean propietarios de la tierra y les quede el bien para la familia”, explicó. También, comentó que el municipio podría ayudar a las familias con el traslado de sus pertenencias, y que la construcción de las viviendas se haría con ayuda del Movimiento Los Sin Techo.

Si bien la prioridad serían las familias refugiadas en el Polideportivo, la propuesta se haría extensiva a todos los vecinos de La Vieja Tablada.

Ayuda solidaria

La parroquia San Agustín junto a su grupo de Cáritas llevó comida, agua y abrigo a La Vieja Tablada esta mañana. Con 31 años de sacerdocio y 8 años de párroco en San Agustín, el Pbro. Luis María Tomatis colaboró en dos inundaciones en San Javier y en las dos últimas de Santa Fe (2003 y 2007). “Uno sabe que éste es un lugar que está fuera de la defensa. Pero la gente está acá porque lo necesita, porque tiene animales, trabaja en ladrillería o de la pesca y no tiene otro lugar adonde ir. Es gente que está necesitando ayuda”, destacó.

Junto al director de Cáritas San Agustín, Hugo Díaz, el sacerdote estimó que en el lugar hay unas 150 personas que se instalaron en las ruinas del ex Frigorífico, en las calles secas y en ranchos provisorios junto a la ruta. “Hay gente que todavía está con agua, porque no bajó en sus casas, y no la está pasando bien”, destacó.

Valsagna explicó que el municipio monitorea que no haya chicos en las viviendas inundadas ni en los refugios improvisados, y que alertó a la Justicia de Menores sobre los casos detectados. Asimismo, remarcó que si bien en los primeros días llevó agua y comida a los hombres que se quedaron a cuidar sus pertenencias en las viviendas inundadas, “no podemos validar que las familias vuelvan cuando todavía hay agua”.

Desde allí, la funcionaria hizo un llamado a la comunidad, para que acompañen esta política del Estado: “Quienes lo deseen, pueden acercar su ayuda al refugio. Las personas que sufren deben estar en el lugar adecuado que es el refugio, no su casa inundada”, concluyó.

El dato

Después de 2003

A raíz de la inundación en Santa Fe de 2003, que destruyó todas las viviendas de La Tablada, en 2005 se inauguró La Nueva Tablada para relocalizar a esas familias. El barrio se construyó bajo la condición de que no vuelvan a la zona que habitaban antes por ser inundable. El barrio nuevo, emplazado sobre avenida Teniente Loza al 6900, se inauguró el 6 de mayo de aquel año con las primeras 65 viviendas hechas por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales con placas de cemento. Meses más tarde se entregaron 35, pero esos módulos fueron construidos por el Ente de la Reconstrucción. En total, 100 viviendas conforman La Nueva Tablada.

El dato

Última medición

Ayer el río comenzó a bajar. El Centro de Operaciones municipal informó que hoy a las 7, la altura del Salado era de 6,27 metros en Recreo; allí bajó 13 centímetros y otros 4 centímetros en Santo Tomé, donde registra una altura de 4,65 metros.