El pueblo judío celebra su Pascua

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En Israel, proliferan las hogueras tradicionales donde se queman los últimos restos de pan. Foto: EFE

 

Daniela Brik

Los judíos de todo el mundo comenzaron a celebrar su Pascua o Pesaj, una festividad en la que se abstienen de comer pan y alimentos leudados durante siete días, marcando así el despertar de la primavera y el éxodo que les salvó de la esclavitud en Egipto hace 3.500 años.

La celebración, que se prolonga hasta el 22 de abril, arranca esta noche con la cena del Seder, una reunión en familia de la que ya está ausente la levadura y que todo judío, ya sea ortodoxo, secular o reformista, celebra con trajín y alegría.

En ella, se recita la épica salida de Egipto, guiada por Moisés, y se degustan alimentos que simbolizan los sinsabores y las vicisitudes que sus ancestros padecieron durante aquella épica travesía en el desierto.

Así, a lo largo de la velada los comensales reunidos en torno a la mesa leen y cantan la Hagadá, que relata la historia de los israelitas bajo el yugo del faraón, las reiteradas solicitudes de Moisés para que liberara a su pueblo, las Diez Plagas que cayeron sobre Egipto y la huida de miles de personas atravesando un Mar Rojo abierto en canal.

El rito tiene como principal destinatario a los más pequeños, a los que es preceptivo que sus padres le pasen la leyenda y a los que se les mantiene despiertos haciéndoles participar en tradicionales canciones y la búsqueda de un trozo de paz ácimo, el aficomán, escondido en algún rincón de la casa.

A la costumbre de no comer productos fermentados se suma una limpieza a fondo en los hogares judíos días antes de la fiesta para deshacerse de las más minúsculas migas, a la que sigue la venta simbólica de los productos prohibidos o de la casa a un gentil.

En las últimas horas, proliferan por distintos puntos del país hogueras en las que los más tradicionalistas queman los últimos restos de pan, que sustituirán a partir de hoy por una suerte de torta fina hecha con agua y harina.

El relato indica que teniendo que escapar a toda prisa de Egipto, los israelitas no pudieron hornear el pan correctamente y tuvieron que conformarse con una suerte de masa no leudada, la matzá.

Se entiende como “leudado” la mezcla de agua, durante más de dieciocho minutos, con alguno de los cinco cereales básicos con los que se elabora el pan: trigo, centeno, cebada, avena y escanda.

Pero esta costumbre, hoy en día, no se limita exclusivamente al pan, sino que entre algunos sectores ultra-ortodoxos también se incluyen las legumbres, especialmente entre los judíos de origen askenazí (originarios de Europa central y oriental).

Desde días atrás, varios supermercados y establecimientos de comida mantienen precintados y cubiertos con lonas las secciones con productos que contienen levaduras, así como los cereales mencionados, además de las legumbres.

No obstante, en los últimos años la costumbre de no comer esos cereales parece estar perdiendo fuerza pues uno de sus principales argumentos, que data de la Edad Media en Europa y apuntaba a que los granos podían mezclarse entre las legumbres, no tienen demasiado sentido en el moderno Israel.

Entre las comunidades sefardíes (descendientes de los judíos que vivieron en la península ibérica) nunca se aceptó la prohibición y continuaron consumiendo legumbres durante la Pascua.

El Pesaj coincide este año con la Semana Santa católica y ortodoxa, uno de los momentos álgidos en la afluencia de turistas y peregrinos a la zona.

Según cálculos del Ministerio israelí de Turismo, al país acudirán durante estas fechas unos 125.000 visitantes, un 85 por ciento de los cuales se desplazará a Jerusalén.

“Es emocionante y un privilegio poder pasar la fiesta de la libertad en Israel”, aseguró a EFE Verónica Polaski, una turista argentina.

Respetuosa con la tradición de no comer pan durante la semana pascual judía, esta turista asegura que la festividad “recuerda mi infancia, mi pasado, la historia de mi familia y pensar en mi abuela que emigró a la Argentina y nunca estuvo aquí”.