El día después

Desde que llegaron los gendarmes se cometieron 11 homicidios en Rosario

  • La violencia no decreció a pesar de los patrullajes en las zonas más calientes de la ciudad. Esta madrugada fueron asesinados dos jóvenes que iban en moto. Berni está preocupado. Dispusieron demoler los búnkeres de drogas.
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Con ropa de fajina, Berni recorre los barrios rosarinos seguido por los periodistas -algunos traídos desde Buenos Aires- y abordado por los vecinos. Foto: Télam

 

Germán de los Santos

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Corresponsalía Rosario

Vestido con ropa de fajina, camisa beige, gorro color verde y un pañuelo anudado al cuello, Sergio Berni, secretario de Seguridad de la Nación, empezó a caminar sin custodios por uno de los pasillos de Villa La Lata, al oeste de Rosario, una de las más pobladas de la ciudad, rodeado de periodistas locales y de trabajadores de prensa de medios porteños que llegaron con el funcionario en avión. Los vecinos empezaron a salir de las casillas para hablar con Berni, que en esos encuentros se muestra distante, duro, sin caer en las escenas clásicas que se retratan en las campañas políticas. Y es ese estilo el que más llama la atención a los pobladores de los barrios más pobres, que nunca vieron a un funcionario caminando por los oscuros pasillos del asentamiento. Pero no todo es tan armónico. Por fuera de esa imagen que se busca mostrar ante los medios está la cruda realidad, atravesada por la violencia. Y eso es lo que más sufren los vecinos y preocupa a las autoridades. Porque desde que llevaron adelante el “desembarco pacífico” dos mil efectivos de fuerzas nacionales en Rosario se cometieron once crímenes, cuatro de ellos con un sello claro del narcotráfico. Con ese método que se repite: dos hombres en moto que disparan a la víctima y huyen. “Aumentaron los crímenes desde que llegaron los gendarmes”, desliza una fuente del gobierno. Nadie quiere centrar la mirada ahí, por ahora. Es que la relación entre el Ministerio de Seguridad de la Nación y la provincia ha sido correcta, sin ninguna chispa que encienda polémicas ni cruces internos. El propio Berni se mostró preocupado por los asesinatos. “Sabíamos que esto no iba a ser fácil ni que se iba a dar una solución de la noche a la mañana. Vamos a encontrar resistencia”, respondió ante una consulta de El Litoral.

Hoy a la mañana se conoció un nuevo hecho sangriento. Dos jóvenes que iban en moto fueron ultimados durante la madrugada en Santiago al 5200. Al cierre de esta edición los cuerpos aún no habían sido identificados, según señalaron desde el Ministerio de la Acusación.

Estrategias

En la reunión que se realizó ayer a la tarde en la sede de gobernación de Rosario se pulieron estrategias en la coordinación entre los efectivos nacionales y provinciales, a partir del funcionamiento cotidiano del comando central. Se fijaron pautas y rutinas con respecto a las llamadas que ingresan al 911. En la Policía provincial hay cierto resquemor con trabajar con los gendarmes. Sin embargo, Lamberto salió a aclarar hoy que la fuerza provincial “se siente parte del proceso de pacificación de los barrios” que se inició con el desembarco de cerca de dos mil gendarmes y prefectos para custodiar las zonas más complejas de la ciudad.

También se dispuso dar vía libre al método de destruir búnker con topadoras, que ya venía realizando el Ministerio de Seguridad provincial desde mediados de 2012. Durante ese lapso se demolieron con topadoras 37 búnkeres y muchos de ellos fueron arrasados dos o tres veces, porque al poco tiempo los narcos los reconstruían. Pero surgieron fuertes críticas de parte de diputados de la oposición que argumentaban que la medida se trataba de “simple populismo punitivo”, que era sólo un golpe de efecto mediático y que no lograba avanzar sobre la cadena de comercialización de la droga.

Nueve por día

El secretario de Seguridad de la Nación puso como exigencia que nueve kioscos de venta de estupefacientes por día deben ser arrasados por las máquinas de la Municipalidad de Rosario. El tema se terminó de definir en la reunión que se realizó en la sede de gobierno de Rosario, donde también estuvieron en el encuentro la titular de la cartera de Seguridad María Cecilia Rodríguez y su par santafesino. “Se analiza que tras la destrucción de los búnkeres se planten árboles en los terrenos que sean apropiados”, apuntó Lamberto.

El ministro de Seguridad provincial opinó hoy que la decisión de avanzar contra los kioscos de droga “es algo necesario, porque el búnker es generador de mucha violencia”. “Para nosotros es muy importante eliminar esos puestos fijos”.

Por su parte, Rodríguez aseguró que están “conformes con el operativo que se realizó cuando Bonfatti pidió colaboración de las fuerzas federales por el alto grado de violencia que hay en estos barrios”. Y opinó que “van a disminuir los niveles de violencia y de penetración de las mafias. Esto se hace con profundización de las investigaciones, con tareas de inteligencia”. Rodríguez señaló que la situación de Rosario respecto del narcotráfico no es distinta de la de Buenos Aires y Córdoba, y aseguró que la investigación “no se reduce a las bandas famosas sino que se extiende a los cuerpos políticos, policiales, que puedan tener alguna vinculación con el delito”.

Abroquelamiento

  • “Es muy positivo que todos entendamos que esto es una política de Estado; así lo manifestaron los legisladores. Tenemos que abroquelarnos en la defensa de esta política porque, indudablemente, la situación lo amerita”, evaluó Antonio Bonfatti, tras la reunión de ayer con los legisladores nacionales.

Además de evaluar los programas que tiene en marcha el gobierno provincial, se analizaron los proyectos a trabajar en el Congreso. “Hay una ley de adicciones que tiene media sanción de Diputados, que va a ser tratada en el Senado. También el ingreso de la reforma del Código Penal Federal, que es muy similar al que se ha implementado en la provincia y que creemos que es un proyecto del Poder Ejecutivo al que hay que darle celeridad en el tratamiento porque aceleraría las causas. El otro tema fue la creación de juzgados federales en la provincia, fundamentalmente en Rosario y Santa Fe, y la designación de los jueces y fiscales faltantes. En la actualidad aún están los mismos jueces en Rosario y Santa Fe que en la década del 70”, puntualizó el gobernador.

Por último, Bonfatti se refirió a la relación actual con el gobierno nacional y la oposición, destacando que en “los últimos meses todos hemos madurado y aprendido que es necesario encontrarnos en temas tan complejos, que nos obligan a reflexionar y pensar a futuro, en el bien común entre todos los argentinos”.