Otro poco esperado golpe sabalero...

El equipo de los “2 pesos” vale millones

La virtud de saber sus limitaciones ha convertido a Colón en muy inteligente. Le jugó a Newell’s igual que a Central, le ganó de la misma manera y es el equipo de Colón que más fechas estuvo en la punta de un torneo en toda la historia.

¡Cuánto habrá soñado el pibe Alario esta imagen! Osella lo mantuvo a pesar de su falta de gol, pero siempre fue útil para el equipo. Ayer marcó un tanto que vale muchísimo y que borra tantas oportunidades marradas. Foto: Télam

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Rosario)

Leía esta mañana un tweet de Dady Brieva, famoso hincha sabalero, ante una expresión periodística tildando de “mezquino” a Colón. Dady señalaba en su mensaje que “mezquino es el que tiene y no da; Colón sólo tiene un gran corazón”. Y eso, al “corazón”, este equipo lo tiene bien grande y dispuesto a darlo en cada jugada y en cada partido. La gran virtud de saber sus limitaciones y carencias, lo ha convertido a Colón en un equipo inteligente. Juega a lo que puede porque sabe que no tiene otra cosa para dar. Se refugia en el fondo, defiende con sus 11 jugadores, regala la pelota y espera pacientemente el momento de atacar. Pero esa paciencia no sólo es la que indudablemente precisa para ser muy certero en el aprovechamiento de lo poco que genera, sino que es la misma paciencia de la que se vale para no desordenarse un solo instante ni apartarse del libreto.

Colón no va a jugar lindo nunca porque no está en condiciones de hacerlo, no tiene jugadores para eso y el técnico lo sabe. Esa es la razón por la cual hay un libreto muy claro, basado fundamentalmente en aspectos defensivos y en la anulación del rival. No es un pecado jugar así. Tampoco es una crítica, al contrario. Es muy elogiable lo que armaron Osella y su gente, en la concepción, y los jugadores en la interpretación y puesta en ejecución. Nadie daba un peso por este equipo. Nadie. Muchos le auguraban un descenso inevitable. Muchos gastaban a cuenta del rápido fracaso y pocos creían en la respuesta de los pibes.

Dady tiene razón cuando habla del gran corazón de este equipo. Es lo mejor. Pero en lo futbolístico puro, Osella partió de las limitaciones y armó un libreto justo, inteligente, adaptado a las circunstancias y que no deja de asumir riesgos. ¿O acaso no le parece que es riesgoso darle la pelota en un 70 por ciento del partido a un equipo como Newell’s?. ¡Claro que lo es!.. Y más todavía: considero que a veces es más riesgoso eso, jugar a defenderse y apostar a uno o dos contragolpes para tratar de ganarlo, que salir a jugar palo y palo.

Bernardi dijo después del partido que “Colón no nos complicó a nosotros, los complica a todos con su manera de jugar”. Y es así. Pero, ¿hay que culparlo a Colón por eso?, ¿hay que quedarse en la simple anécdota de justificar una mala actuación porque el rival se mete atrás?. La discusión es futbolera, plantea una contraposición de estilos. Newell’s no juega igual que Colón. Es un equipo que se ha concebido, desde los tiempos de Martino, con un 4-3-3 bien claro en cuanto a lo táctico, casi “antiguo” en la concepción, con un volante tapón y dos de juego; y con dos marcadores de punta que no tienen freno a la hora de proyectarse al ataque. Colón juega con un 4-5-1, regala la iniciativa al rival y juega de contragolpe. Es lo que hay, está dentro de la “legalidad” y forma parte de las enormes necesidades con las que se arrancó esta historia.

Y así se dio el partido, tal cual lo pensó, lo ideó, lo planificó y lo ejecutó Colón. Con Alario parado en la mitad de la cancha y esperando; con Luque y Villarruel jugando apenas unos metros por delante de Castillo y Bíttolo para tapar la subida de Beloso y de Casco; con Poblete-Meli-Mansilla cerrados y encimando a Figueroa y a Bernardi y con la concentración defensiva de siempre.

El técnico y los jugadores de Colón utilizaron un ejemplo de máxima —el del partido Atlético de Madrid-Barcelona— para explicar qué se hizo y por qué. Sirve. Porque se dio un partido muy parecido. Newell’s (como el Barcelona) tuvo casi siempre la pelota. Y Colón (como el Atlético) pensó pura y exclusivamente en ser eficaz en las dos áreas. Newell’s terminó tirando centros o apeló a algún esporádico remate de media distancia (uno de ellos pegó en el travesaño de Montoya). Colón tuvo una eficacia absoluta al aprovechar uno de los dos o tres ataques que hizo en el segundo tiempo, para definir el partido. Clink, caja.

Está bueno que todo esto pase con Colón. Por sus hinchas, por la humildad que tiene este plantel y su cuerpo técnico y porque esto responde, indudablemente, a un trabajo muy serio en toda su planificación. Está bueno que pase con Meli, Conti, Saín, Marcos Fernández, Poblete, Curuchet, Luque, Comachi, Jourdan, Castillo, Villarruel, Alario, Bailo, el pibe Daniel Pérez, dentro del plantel. ¿Mucho de necesidad y obligación, muy poco de convicción?, es cierto, nadie lo discute. Pero ahí están. Osella es un técnico por el que nadie daba “dos pesos”. Y por este plantel, nadie daba “un peso”. Hoy parecen “millonarios”... Y están ahí. Tan cerquita de cumplir el complicadísimo objetivo de mantener a Colón en Primera, como del “milagro” de pelear otra cosa...

Bajas y regresos

• Landa, por haber acumulado cinco amarillas, y Castillo, por su expulsión, no estarán el domingo a las 16 ante Belgrano. En consecuencia, Osella rearmará la defensa utilizando la misma receta que ante Boca. Es casi un hecho que Meli, Alcoba, Conti y Bíttolo serán los cuatro del fondo para recibir a los celestes del barrio Alberdi.

De todos modos, no todo es malo para Osella, ya que volverá a contar con Videla y Graciani. Así, seguramente el mediocampo se armará con Graciani, Videla, Poblete y Mansilla, mientras que Alario tendrá, seguramente, la compañía de Luque, más allá de que el técnico quedó muy conforme con el trabajo de Villarruel.

Esta pudo ser gol. Alario recibió una pelota adentro del área y remató ante la salida de Guzmán, que le tapó el disparo. Fue en el comienzo del partido, cuando todavía no se habían perfilado con tanta nitidez los diferentes estilos. Foto: Agencia Rosario

bajo la lupa

MONTOYA (6).- Correcto en todo. En el primer tiempo alcanzó a tapar un disparo cruzado de Tonso. También rozó con su mano el remate que luego pegó en el travesaño.

CASTILLO (6).- Mucho trabajo pero con una buena respuesta, más allá de ciertas complicaciones por tener delante suyo a un compañero que no siente demasiado la marca. Lo echaron por doble amarilla.

ALCOBA (6).- Sólido, firme y seguro, adjetivos que se repiten cada vez que el uruguayo juega.

LANDA (7).- Ganó tres veces de arriba en el área de Newell’s, jugó con la firmeza de siempre y es una baja importante para el domingo. Hubiese sido la figura de no haber mediado la gran actuación de Meli.

BÍTTOLO (5).- Algunos pelotazos largos que lo complicaron, en el primer tiempo. De todos modos, no desentonó.

VILLARRUEL (5).- Muchísima generosidad para efectuar un trabajo para el que no está preparado. Ocupó bien los espacios y no le quedó mucho resto físico para jugar. Cumplió.

POBLETE (6).- Buen partido. Estuvo siempre concentrado para no dejar que Figueroa y Bernardi manejen tanto la pelota. Es una alternativa siempre válida.

MELI (8).- Tremendo segundo tiempo. Un “león”. Se comió la cancha. Le metió un centro fenomenal a Alario y casi marca el segundo en un contragolpe. Su mejor partido.

MANSILLA (6).- Podría aportar algo más en función ofensiva, pero lo que hace en el retroceso es muy bueno.

LUQUE (5).- Le pasó lo mismo que a Villarruel. Osella le pedía que jugase bien abierto y que desborde por afuera. A veces intentó la diagonal y se metió en el “barullo” de defensores rivales.

ALARIO (7).- Empezó mal la tarde (marrando una clara oportunidad), pero la terminó en gran forma. Mucho despliegue, generosidad y un gol en el que se anticipó a un defensor.

MARCOS FERNÁNDEZ.- Le dio aire al mediocampo y más solidez cuando ya estaba ganando.

GANDÍN.- Apenas algunos minutos en la cancha.

CONTI.- Entró para defender en un tiro libre en el que hasta Guzmán fue a cabecear.