De Bárzena hasta Montefiore

Abigeato un flagelo sin solución

  • Nuevamente el departamento 9 de Julio ha sido noticia por un hecho de abigeato. En un establecimiento agropecuario faltaron, según planillas de stock, 1.304 animales vacunos. Es el mayor caso del noroeste santafesino y quizás uno de los más importantes de la provincia de Santa Fe.

Eloy Rodríguez

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Días pasados Adrián Friedman, productor del distrito Montefiore, al suroeste del departamento, denunció la sustracción del equivalente a 40 jaulas de animales vacunos. El ilícito se vendría perpetrando desde hace cuatro a cinco años y el perjuicio económico es de casi $ 8.000.000. Es indudable el accionar de una cadena de complicidades entre cuatreros, funcionarios que no controlan las existencias ganaderas para autorizar los despachos, fuerzas de seguridad que no verifican la legalidad de la hacienda en tránsito, políticos (a través del tráfico de influencias), transportistas, encargado del campo, puesteros, reducidores y productores vecinos.

Estas complicidades, más una Justicia anuente, es la constante que se presenta en el abigeato, y la mayoría de las veces desemboca en impunidades como consecuencia de la corrupción.

Ramón “Kiko” Bárcena, en el año 2000, se constituyó en un caso testigo. Este cuatrero, oriundo de Ojo de Agua, Santiago del Estero, quien era el principal proveedor de caballos del Festival de Jesús María, quedó imputado como jefe de una asociación ilícita, que robó, en menos de 3 años, más de 5.000 animales. La causa se sustanció en los Tribunales de Rafaela. Bárcena y la banda compuesta por otros 11 miembros fueron detenidos en enero de 2000. En abril de 2003, quedaron todos en libertad por permanecer presos más de 2 años. El expediente sumó casi 1.500 fojas. La crónica dice que “no fueron juzgados en un tiempo razonable, ya que se habían vencido los plazos que prorrogaron la prisión preventiva”. Es vox populi que pudieron más las protecciones policiales, judiciales y políticas de Santiago del Estero, bajo la influencia feudal del matrimonio Juárez.

Saga de corrupciones

Gran repercusión alcanzó el abigeato del 28/12/2006 de 432 novillos del Establecimiento Don Enrique, propiedad de Enrique Vicentini, ubicado frente a la sede de la Guardia de Seguridad Rural Nº 12 de Villa Minetti, que provocó la muerte del peón de campo Jorge Daniel Junco, una sospecha de homicidio, caratulada -en brevísimo tiempo- como “suicidio”; cambios de jueces a cargo de la causa; marchas efectuadas en Villa Minetti pidiendo esclarecer el hecho; reuniones entre productores y ciudadanos con funcionarios provinciales; el relevamiento de los jefes policiales de Villa Minetti y la detención de los tres delincuentes involucrados, que fueron liberados durante la feria judicial de julio de 2007 por el juez de San Cristóbal, Dr. Hugo Tallarico. Este caso pasó a sentencia en noviembre de 2008. Todavía no tiene fallo y hoy, absurdamente, algunos de estos imputados están sospechados de seguir cometiendo el mismo delito.

Más atrás en el tiempo

A fines de 2010, se perpetró el robo de 33 animales, destinados a inseminación, propiedad de Amalia Toniutti de Ferrero. Otro se refiere, en abril de ese año, a la sustracción de 32 animales, pertenecientes al Establecimiento La Angélica, de la firma Gregoria Numo y Noel Werthein, ilícito estimado en $ 100.000. El acusado, Jorge “Pellejero” Rey, se entregó y fue liberado rápidamente. El “Pellejero” formó parte de la banda encabezada por el tristemente célebre “Quico” Bárcena. En septiembre, el productor Ricardo Vaira denunció el faltante de 40 animales de invernada del Establecimiento El Relincho, perjuicio estimado en $ 130.000.

Entre 2005 y 2006 del Establecimiento Los Bayos robaron 55 animales; de Las Chuñas sustrajeron 230; de La Soledad y El Quillá, 100 cabezas, y de El Rodeo otros 80 animales.

En enero de 2007, mientras, en Villa Minetti, los funcionarios se reunían por la seguridad, al ganadero José Asan le robaban, del campo La Dulce, 16 animales destinados a inseminación, daño valuado en $ 30.000. A este mismo productor, en noviembre de 2009, le sustraían del Establecimiento Isleta Linda, 72 vacunos para exportación.

La oscura trama del abigeato

  • Existen varias formas de cometer el ilícito: la faena clandestina; el robo de jaulas (para lo que se necesita una manga); a través de puesteros; mediante un “reducidor” que comercializa en campos vecinos; como también se da el caso de ganaderos que marcan casi el doble de terneros con relación a las vacas de su propiedad.

El reclamo generalizado versa sobre la falta de control en los despachos de hacienda, en el tránsito de jaulas y sobre la corrupta cadena de complicidades que protege a los culpables.