Para recuperar a Philip Marlowe

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John Banville, que firma sus novelas policiales con el seudónimo de Benjamin Black. Foto: Archivo El Litoral

 

Carmen Sigüenza

(EFE)

El escritor irlandés John Banville se desdobla en Benjamin Black para firmar sus novelas negras y es él quien ha resucitado a Marlowe, el mítico detective creado por Chandler, como protagonista de su nueva novela, “La rubia de ojos negros”.

Una aventura literaria que le encargaron al escritor los propios herederos de Chandler, a través de su agente, quien se lo propuso a Banville inicialmente.

“Soy un enamorado de Raymond Chadler (1888-1959) y me gusta mucho Philip Marlowe, su forma de ser, su denuncia y honradez. Al principio, me lo pensé; pero luego dije que sí, que me gustaba la idea. Soy un artista, un creador y me gustan las obras bien hechas, y ha sido muy divertido. He disfrutado mucho”, explica John Banville.

Un libro, publicado por Alfaguara en España y América Latina, el cual sale al tiempo en Inglaterra, donde ha generado mucha expectación. Y es que Banville (Xexford, Irlanda, 1945), ganador, entre otros premios, del Booker, el Irish Book Award o el Franz Kafka, ha puesto a trabajar a Marlowe, el detective privado de California, amante del ajedrez y la poesía, en un caso que arranca en la década de los cincuenta.

Un tiempo en que su profesión vive sus horas más bajas, y de pronto en su despacho aparece una nueva clienta, una joven rubia de ojos negros, rica y elegante, que le pide que encuentre a su ex amante.

Banville dice que no le importan nada los comentarios que le puedan hacer los críticos por volver a dar vida a este mítico detective ni que le pudieran tachar de oportunismo comercial.

“No me importa nada lo que dicen los críticos, porque no los leo, y espero que la novela tenga éxito como el resto de mis obras. Tengo ganas de hacer cosas nuevas y de hacerlas bien, y de asumir riesgos, claro”, argumenta.

El título de la novela, “La rubia de ojos negros”, es uno de los títulos que, al parecer, el propio Chandler tenía pensado para posibles novelas, aunque nunca lo utilizó, una circunstancia que tampoco le ha limitado a Banville/Black, porque cuando se enteró, dice que ya llevaba un tercio del relato.

“Sólo tuve que cambiar los ojos de la mujer, porque yo se los había puesto grises”, añade con humor, un rasgo que no desaparece nunca del rostro del escritor en toda la entrevista.

John Banville siempre ha dicho que escribe novela negra en verano, porque es una estación muy “improductiva, poco fértil”, pero que no le interesan nada los crímenes o los muertos de las novelas.

Sólo le importa el estilo: “Como dijo también Chandler, a mí me importa poco quién mata al mayordomo; lo que verdaderamente importa es el estilo. Incluso, se puede escribir sobre nada, pero hacerlo bien, con arte”.

El escritor irlandés también se muestra muy crítico con la novela negra actual, plagada -dice- de “violencia y muy mal escrita. Siempre hay una violencia extrema contra la mujer. Tienen siempre un detective o investigador que es como para llevártelo a casa, y todo parece que es para denunciar algo socialmente, cosa que no es cierta. Están pésimamente escritas y son peligrosas, porque alientan al sadismo y la crueldad”, subraya.

De ahí su amor por Philip Marlowe, alguien que no es violento ni sanguinario. “Espero que los jóvenes se acerquen a él y le conozcan. Esto también es un reto para mí”, sostiene.

Ahora, John Banville sigue trabajando a tiempo completo en la que será su nueva novela, firmada por Banville, pero dice que está dándole vueltas a una posible continuación de Marlowe, de la mano de su seudónimo, Benjamin Black, e incluso hacerle vivir aventuras junto a su investigador patólogo, Quirke.

“Me gustaría que con ‘La rubia de ojos negros’ se volviera también a leer las novelas de Chandler, porque ¿quién entre los jóvenes lee hoy a Chandler o a Mamet?”, concluye.