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Todo nuevo bajo el sol

Llegan los días de frío y toca estrenar las nuevas tendencias de la moda. ¿Cuáles son los ítems que no pueden faltar en el vestidor invernal? En esta nota develamos la incógnita.

TEXTOS. GEORGINA LACUBE. FOTOS. GENTILEZA DE LAS MARCAS.

 
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Cambia la temporada y cambia el look. El vestuario se adapta a las nuevas temperaturas pero también a los gustos y las posibilidades de cada una.

Aquí, un repaso por las principales tendencias que se vieron en las pasarelas y ya empiezan a lucirse en las calles de todo el país.

ESTILOS

La temporada bebe de distintas corrientes musicales. Por un lado el estilo grunge, muy Kurt Cobain y Courtney Love y, por el otro, el punk y el heavy metal. La idea no es adoptarlos al estilo chicas rebeldes sino incorporarlos a equipos bien glamorosos.

El talante masculino es otro must que se apropia de la sastrería, mientras que las citas sport se evidencian con el auge de las zapatillas, el saco smoking y los leggings con vivos para usar del día a la noche.

Los cortes minimalistas, bien arquitectónicos, remiten a las décadas del 90 y del 60. La vuelta a la feminidad está signada por el regreso de la silueta New Look de los años 50 (con las cinturas marcadas, el regreso de las polleras acampanadas, el guiño retro de una capa sobre un mini vestido y el allure de finales de los años 40), y la alianza inesperada de los estampados florales con ópticos y transparencias en pos de subrayar un estilo seductor en clave futurista.

PRENDAS IT

La silueta oversize se impone en maxisuéteres, tapados con hombros redondeados o de estilo globo y en capas cortas en paño para el día, e imponentes y largas de brocato y seda para la noche.

Entretanto, la ropa de cama gana la calle de la mano de vestidos tipo camisolín, abrigos de raso estampado y pantalón pijama. Con claras referencias a Dita Von Teese (bailarina de burlesque, modelo erótica y actriz estadounidense) se exhiben modelos de los años 50 como bodies, corsés, corpiños, batas de seda, bombachas de tiro alto y medias de red que se llevan en tonos oscuros, con brillos y flecos.

El buzo se convierte en urbano, la chaqueta biker es una apuesta segura para un look glam-rock y las camisas tipo Oxford son un hit apto 24 horas, perfecto para combinar con una falda lápiz a media pierna, la prenda estrella del otoño que mejor enfatiza la silueta. También valen en versión evasé, acampanadas o portafolio.

La parka y otras prendas en clave militar, con cortes rectos y amplios, botones dorados y cuellos de piel, son de la partida.

TEXTURAS Y MATERIALES

Sin duda el mix de texturas en un mismo outfit es lo más nuevo. Sobresale la fusión entre la lana y telas más refinadas como el encaje, la gasa o el tul. Un ejemplo perfecto es un equipo de abrigo pied de poule, suéter artesanal de tejido grueso y calza de neoprene, el género más novedoso del momento.

Abundan paños, tweed, brocados y mohair que conviven con cuero negro, encaje y acabados engomados. También es la temporada de las pieles: astracán, oveja y en versiones sintéticas pro naturaleza, pero con toques de color que van del bordó y el obispo hasta el verde esmeralda y el degradé.

ESTAMPAS

El hit de la estación es el tartán, cuyos cuadros se llevan en todo tipo de prendas: desde pantalones, polleras largas, vestidos con volados hasta shorts y las clásicas kilts tableadas que recuerdan la época del colegio. Con citas al estilo punk hace alianza perfecta con el cuero y el tul, y distintas combinaciones de escoceses.

El animal print continúa su reinado de épocas pasadas erigiéndose como un clásico. Los estampados felinos se apoderan de tapados largos y cortos.

CARTA DE COLORES

Vivir la estación al máximo se traduce en sumarse al negro, una apuesta fácil de usar. Aunque, como siempre, admite alianzas con el blanco, el habano y el gris en todas sus escalas (humo, topo, perla, ceniza, etcétera). Los colores como el azul, el bordó, el rojo y el verde entintan todo tipo de estampados geométricos y florales.

Uno de los cromos más arraigados en la estética lady, el malva o violeta, arriba en dosis audaces.

Vibrante o de efecto empolvado, el rosa color girlie por excelencia- tiñe a los textiles y pieles más exquisitas. Usado de pies a cabeza o en pequeños detalles (bolsos, bijou y gafas), es una apuesta segura.

Ya sea para un look futurista o para dar la nota de sofisticación, nada mejor que optar por los metales: plata, oro y cobre ponen sus destellos sobre una paleta de rosas, azules, aqua y estampados varios.

SPORT ESTELAR

Las prendas urbanas con vocación deportiva inundan las calles y las vidrieras de este invierno. Un estilo que se impone a golpe de prendas holgadas, transparencias, tops recortados, leggings, sneakers (zapatillas botita con plataforma) y ese culto al fitness bien años ochentas.

Tanto el buzo como la campera tipo collage se consagran como los reyes de esta propuesta. Esta tendencia se la debemos tanto a Karl Lagerfeld, quien presentó riñoneras, coderas, rodilleras y zapatillas deportivas con encaje y tweed junto a los míticos tailleurs de la casa Chanel en su último desfile de Alta Costura, como a las sneakers floreadas de Dior o las sandalias planas que ha mostrado Zanini en Schiaparelli.

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TIPS

• NEOSASTRERÍA

Con chupines o pantalón pinzado al tobillo, camisas o cárdigan al cuerpo, tapados en versión oversize y con texturas engomadas, cuero o detalles en satén en solapas, la sastrería invernal se aggiorna. Su vertiente femenina es el traje de dos piezas de blazer y falda pencil por debajo de la rodilla. En lanas, tweed y terciopelo en la gama de los grises, negro y blanco. Para llevar con stilettos, zapatos abotinados, mocasines y slippers.

• TOQUE GLAM

Lo aportan las pieles de abrigos, chaquetas cortas y chalecos, o cobrando presencia a modo de ribetes en cuellos y puños. Son perfectas para lucir con vestidos o con jeans y camisa. Como parte de una influencia barroca, los brillos y la pedrería invaden todo tipo de prendas y accesorios.

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ACCESORIOS

Los complementos afianzan el espíritu dramático de la nueva estación mediante colores tierra, como los marrones, verdes y grises que, a su vez, sintonizan con intensos rojos, bordó, azules y los pasteles rosados que, junto con el nude y los metalizados, aportan calidez y nostalgia a los días de frío. A tono con una estética maximalista, éstos se vuelven exuberantes. De hecho en las muñecas se lucen brazaletes esculturales que se inspiran en el arte contemporáneo y las últimas joyas de la arquitectura. Además, el cuello y escote cobran protagonismo de la mano de gargantillas-coraza y maxicollares bien opulentos.

El estilo boho y chic se traduce en carteras con maxi flecos, bien texanas, y diferentes cadenas y colgantes de metal, así como también en borceguíes con hebillas metálicas. Los bolsos de cuero graneado combinado con pelo camuflado o en degradé (más tachas de color oro) se lucen con zapatillas flats y botinetas de taco bajo, perfectas para usar todo el día. En cambio, los sobres (también llamados clutch) en animal print se convierten en aliados de la noche.

Sin duda, la bota-legging (o bucanera) es el hallazgo de la estación. En cuero, de gamuza o muy ornamentada, su silueta longilínea estiliza la figura y la vuelve sexy.

Para un andar distinguido y ultrafemenino nada mejor que los stillettos de charol o las plataformas con taco ancho.

Las botinetas con tachas y colores metalizados son ideales para descontracturar cualquier look, tanto como las carteras modernas que suman bordados en relieve sobre cabra gamuzada, combinada con ribetes metalizados.