En barrio Sarmiento

Un derrame cloacal preocupa a los vecinos

Desde hace tres años conviven con el agua servida en la vereda. Piden que la Municipalidad intervenga de manera urgente.

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Los vecinos destacan la voluntad del propietario de inmueble por solucionar el inconveniente, algo que hasta acá no ocurrió. De igual manera, están cansados de convivir con el agua servida.

Foto: Periodismo ciudadano

 

De la Redacción de El Litoral

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La esquina que conforman la avenida Blas Parera y el Pje. Boedo parece un verdadero mar fétido. Por la vereda y hasta la carpeta asfáltica, llega el desborde de un pozo ciego al que descarga un edificio ubicado a metros de la mencionada intersección, generando serios inconvenientes en esas cuadras del barrio Sarmiento.

Eso es así hace por lo menos tres años. Si bien los vecinos reconocen que el propietario del inmueble intentó en varias oportunidades solucionar el problema, todo sigue igual. Una de las suposiciones sobre lo que genera el derrame apunta a que el edificio fue modificado y que se incrementó la cantidad de personas que ahí residen. Por lo que el pozo ciego quedó chico. A esta altura, los vecinos demandan una solución urgente, ya que es una zona muy transitada tanto por vehículos como por peatones y con un importante desarrollo comercial. Además, en la carpeta asfáltica se generaron baches y hundimientos por la permanencia del agua sucia durante tanto tiempo.

La edificación que desagua en el pozo tiene tres pisos y una farmacia en la planta baja. Sebastián Baucero, titular de la farmacia de Blas Parera 6751, dijo ante El Litoral que la situación ya es insostenible. “Pedimos que intervenga la Municipalidad, sabemos que intimaron a los dueños para que arreglen el lugar, creemos que los multaron y seguimos así”, dijo Baucero que alquila el local. También pidieron la inspección de Aguas Santafesinas (Assa), pero al no contar con el servicio de la red cloacal en la zona, la empresa respondió que no podía intervenir.

“El olor nauseabundo es permanente, hay muchos comercios y una escuela a pocos metros. La gente pasa y pisa el excremento, hay que decirlo así y se llevan eso en el calzado a sus casas. Además, con el sol se seca sobre la vereda y con el viento vuela, por lo que respiramos materia fecal”, detalló el vecino que tiene los afluentes a metros de la puerta de la farmacia. Tal es la preocupación que tiene, que Baucero se ocupa periódicamente de afrontar los gastos del servicio de un pocero.

Igual de preocupados

Graciela Cal Busco es otra vecina de Blas Parera 6700. Su hijo, Francisco Wedertz explicó que debido al derramamiento, su madre ha tenido dificultades para alquilar un local que da a la avenida. “Sé que han buscado la manera de arreglar el tema, pero sale agua las 24 horas. Pasan los colectivos, salpican para todos lados, se inunda la vereda y el olor es insoportable”, describió Wedertz. También cuando llueve el panorama empeora porque la cloaca se junta con el agua de lluvia y se extiende por la cuadra. “Es un perjuicio para todos porque la vereda se puede estar socavando. Necesitamos que la Municipalidad intervenga y nos dé una mano como vecinos”, concluyó.