Pulsos de la política provincial

Políticamente correctos

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Darío H. Schueri

¿Tan necesaria resultaba para Sergio Massa la foto con el senador santafesino Carlos Reutemann, que mandó a suspender su desembarco previsto para este lunes 19, en Rosario, hasta que el “Lole” se reponga del traumatismo de cadera, sufrido por un accidente menor, y pueda acompañarlo?

“Yo soy un campeón peso liviano, pero con Reutemann puedo llegar a ser campeón peso pesado”, confesó Massa hace un tiempo ante un interlocutor santafesino, a quien le pidió que lo ayuden a convencer al siempre arisco “gringo de Llambí”, para que lo apoye de manera incondicional.

Reutemann, pese al autoimpuesto ostracismo de la política activa es un bien preciado: atesora, según una encuesta a las que tuvo acceso quien suscribe, no menos de 30 puntos de aquel 42.34 % con los que hace cinco años le ganó a Rubén Giustiniani por dos puntos.

Massa, de acuerdo con el mismo sondeo, estaría orillando el cuarto lugar en la provincia, detrás de Scioli, Macri y Binner. He aquí una de las posibles respuestas al interrogante inicial.

Una encuesta provincial que se conocerá la semana que viene, ubica al justicialismo con una pérdida de diez puntos de su piso histórico, que supo ser del 35%.

Daniel Scioli mandó la semana pasada una patrulla de avanzada a esta capital encabezada por su propio hermano José para animar el armado territorial, que aseguran ya comenzó. Los seis senadores que responden a Sergio Massa se apuran por contrarrestar la parada sciolista; pero ambos sciolistas y massistas- se preocupan a su vez por conjurar el avance del candidato de Macri, Miguel del Sel, que camina la provincia con un corazón generoso para recibir a todos y todas los que quieran ayudarlo para llegar a la gobernación.

Omar Perotti, mientras le pide a Bonfatti que vaya definiendo el calendario electoral de 2015 “para fortalecer la institucionalidad con certezas”. Perotti también recorre la provincia bajo la abarcativa consigna “el peronismo es mucho más que el FPV”, en clara alusión al sector de Agustín Rossi, oficiando hasta diciembre, en que decidirá su futuro de amigable componedor de los dirigentes peronistas, hoy desorientados y muchos con el pase en la mano. Sostiene que sin cohesión la suerte está echada, y pide no obnubilarse con referentes nacionales que sólo pagarán buenos dividendos cuando vean un peronismo unido.

Su principal rival, María Eugenia Bielsa, llamada a monacal silencio político, envía señales colocando en la Mesa de Conducción del PJ nacional al presidente de “su” bloque de diputados, Pablo Dibert.

Perotti y Bielsa, junto al presidente de la Cámara de Diputados, Luis Rubeo, y a Leandro Busatto, Marcos Cleri y Eduardo Buzzi (que decidirá su futuro político junto a Massa después de septiembre cuando finalice su mandato en la Federación Agraria); sumados a los futuros candidatos de Scioli y de Massa, formarían parte del menú electoral que el peronismo propondrá (¿unidos o separados?) al electorado santafesino en 2015 en su puja por la gobernación.

El frente gobernante cruje pero no se rompe

Urgido por el reclamo popular de más seguridad, el intendente de Santa Fe, José Corral, volvió a cargar contra el Ministerio de Seguridad provincial, y por añadidura contra Bonfatti, por la designación inconsulta del socialista esperancino Miguel Picca como representante ministerial en el Nodo Santa Fe.

No es la primera vez que José Corral se queja por la inseguridad; ya lo había hecho a viva voz hace unos meses en el Salón Blanco ante el ministro Rubén Galassi. Seguramente no será la última.

Inmediatamente desde la Casa Gris le bajaron el tono a la discusión, haciéndole saber al intendente que Miguel Picca será uno de los tantos funcionarios que tendrá a su cargo el tan declamado control, supervisión y planificación política territorial estratégica de los 22 mil hombres que componen la Fuerza policial y penitenciaria provincial; en este caso en el Nodo Santa Fe que abarca los departamentos La Capital, Las Colonias, San Justo, Garay, sur de San Javier (distritos: San Javier, La Brava y Cacique Ariacaiquín) y San Jerónimo.

Es así como José Corral, junto al intendente de la vecina ciudad de Santo Tomé, Fabián Palo Oliver, tendrán la oportunidad de sugerir a la Casa Gris un hombre de su confianza para cumplir esa misma tarea en estas urbes que ya forman parte de una misma área metropolitana.

De todos modos, no escapan al análisis político institucional los subterráneos movimientos internos que subyacen dentro del radicalismo -que más temprano que tarde serán captados por los sismógrafos- entre los sectores Unidad Progresista (Escarapela), liderado por Mario Barletta y sus ahora aliados de Cauce (Henn Oliver); el expectante Grupo Interior de senadores, y el Movimiento de Afirmación Radical MAR liderado por los diputados Santiago Mascheroni (Santa Fe) y Julián Galdeano (Rosario).

El propio vicegobernador Jorge Henn twiteó a raíz del incidente entre Corral y Lamberto: “Involucrar a los intendentes y actores locales en la reforma policial en curso. Esto es clave en la política del gobierno provincial”, y “en políticas de seguridad, buscar el máximo consenso es una fortaleza que no se puede resignar”.

En campaña

Extraña actitud psicológicamente culposa la de los políticos santafesinos: desandan kilómetros recorriendo los polvorientos caminos de la vasta geografía provincial, anudando cuantas reuniones pueden con sectores propios y ajenos con lealtades sucesivas. Viajan a los santuarios de Buenos Aires, La Plata o El Tigre para recibir bajadas de línea de los referentes nacionales (aunque digan que hay que prescindir de ellos porque las elecciones en Santa Fe serán antes). Algunos se animan a pintar paredones y desplegar carteles a la vera de las rutas con la sugerentemente enigmática leyenda: “Fulano de tal 2015” (después se verá).

Pero a la hora de declarar formalmente, unifican criterios políticamente correctos, abjurando de estar en campaña.

Deberían saber que la sociedad ya se dio cuenta de que están en campaña. Y no está mal en un país democrático; sucede en otros países. Nadie se los va a reprochar mientras cumplan con su deber.