Pulsos de la política provincial

La paz no está entre nosotros

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Voces y cruces. La pelea de la semana en el justicialismo fue protagonizada por el expresidente Eduardo Duhalde y el senador por Santa Fe Carlos Reutemann. Entre tanto, Liftschiz cosecha acuerdos en el socialismo y Barletta fue elegido presidente del Partido Radical en la provincia. fotos: DyN, Luis Cetraro y Mauricio Garín.

por Darío H. Schueri

Mientras los obispos se desviven por detener desde la espiritualidad y el racional sentido común la ascendente espiral de violencia que se viraliza peligrosamente en la sociedad argentina, los políticos se esmeran en contradecirlos.

Los exabruptos intercambiados por Duhalde y Reutemann no contribuyen a generar el clima de sosiego que pretenden los representantes de la máxima jerarquía católica nacional, y que en Santa Fe se visualiza a través de un esclarecedor documento emanado de la Mesa del Diálogo.

No era justo ni necesario que el ex presidente Eduardo Duhalde, retirado por voluntad propia de la vida política activa, mandara a Carlos Reutemann a jubilarse; endilgándole, encima, un espíritu “egoísta” propio de quien “sólo piensa en él”. El senador santafesino no le dejó pasar la afrenta y le asestó un brulote de barrabrava que obligó a Duhalde a desdecirse a medias.

Pasaron tan sólo dos semanas desde que en estas mismas páginas, aseguráramos que Reutemann no apoyaría a Daniel Scioli “porque huele a kirchnerismo”. Lo afirmábamos ante enigmáticas declaraciones del hermano del gobernador, “Pepe” Scioli, quien de paso por esta capital dejó la puerta abierta para un futuro respaldo del “Lole” al mandatario bonaerense.

No hacía falta que Reutemann nos diera la razón de manera tan contundente, utilizando, de paso, el desatino de Duhalde para recordarle a todo el espectro político -incluido el massismo por las dudas- que todo aquel que reporte al kirchnerismo estará en la trinchera de enfrente, pasible de ser tildado por el senador de “HdP”.

Reutemann, al ratificar su apoyo a Sergio Massa (que vendrá a Rosario y Santa Fe como candidato lanzado después del mundial de fútbol), manifiesta animadversión al kirchnerismo y dinamita posibles puentes que podrían haber acercado al peronismo a una ilusoria unidad. Más bien lo transformó en un ring side de boxeo donde vale todo. Ya que estaba, el “Lole” no se privó de dedicarle unos párrafos a su adversario de siempre, Agustín Rossi, quien ratificó su intención de ser precandidato a presidente con chances de ser “El Elegido”.

Unos días antes del entuerto entre Duhalde y Reutemann, María Eugenia Bielsa, que venía guardando un silencio monástico, se mostró en Mar del Plata con el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Julián Domínguez (otro de los aspirantes a suceder a la Pte. Cristina), y habló de su futuro político, confundiendo a la platea: dijo que el año que viene podría ser candidata a gobernadora, o a intendente de Rosario. ¿Y por qué no legisladora nacional?, nos preguntamos.

La ex vicegobernadora de Obeid y renunciante diputada provincial mostró una vez más las llagas que le dejó su paso por la Legislatura provincial, y no disimuló su rencor hacia la “corporación peronista” (encabezada por el rossismo) que le denegó la presidencia del cuerpo, que a su entender le correspondía, por haber encabezado la lista que le dio al peronismo la mayoría agravada que hoy ostenta.

Para peor, también fustigó a sus pares por no respetar el orden de prelación en la lista para ocupar su banca, que le hubiere correspondido a Julio López (un hombre de su sector) y que por decisión de la Cámara, que invocó una alambicada interpretación del cupo femenino -ratificado en primera instancia por la Justicia-, recayó en la joven Mariana Robustelli del Movimiento Evita, quien salió a cruzarla por no reivindicar a la mujer.

Así las cosas, es más probable que los científicos ingleses transformen la luz en materia a que el peronismo santafesino logre la unidad.

En la vereda de enfrente

Mientras tanto, en la vereda de enfrente, el radicalismo y el socialismo caminan hacia el recambio partidario. En el caso del partido “de la rosa” no será tal, pues el senador rosarino Miguel Liftschiz seguirá siendo el secretario general con el consenso de todos los sectores internos, incluido el inquieto Rubén Giustiniani, que sigue amagando con dar pelea interna en el Frente cuando los propios socios mayoritarios del radicalismo debaten la conveniencia de dar semejante paso.

Precisamente, el flamante presidente radical en la provincia, Mario Barletta, estaría oteando otros horizontes políticos junto al precandidato “no positivo” Julio César Cobos quien, se dice, hasta le habría ofrecido ser su compañero de fórmula. ¿Lo acompañará a Barletta la Federación Escarapela (senadores incluidos) en esta nueva patriada?

Por lo pronto, los senadores que responden al MAR de Mascheroni-Galdeano adscriben a Sanz “por convicción y simpatía, y porque creemos que es el mejor candidato”, espetaron.

De todos modos, Barletta, como titular del radicalismo, tendrá que guardar las formas saludando a todos los precandidatos de Funen que pisen territorio santafesino. Y ver cómo resuelve el intríngulis al que se siente sometido -por voluntad propia - el concejal radical rosarino Jorge Boasso, tentado muy fuertemente por estas horas para ser candidato a intendente de Sergio Massa. Boasso pondría como condición saber quién será el candidato a gobernador del diputado tigrense, mientras Eduardo Buzzi pregunta ¿por qué me miran a mí? También está “Cachi” Martínez, ponderado por Massa por la cantidad de firmas que juntó en Santa Fe para evitar la reforma del Código Penal.

¿La boleta única corre el riesgo de la Ley de Lemas?

Las sucesivas enmiendas habían desvirtuado de tal manera a la Ley de Lemas, que su funcionamiento era prácticamente orgiástico, con candidaturas múltiples que violentaban abiertamente la voluntad del elector. Hasta que los senadores del por entonces reutemismo decidieron acotarla con una nueva reforma que no tuvo eco, porque Jorge Obeid decidió lisa y llanamente derogarla.

La historia tiende a repetirse con la actual boleta única que desengancha las categorías, lo que por un lado desvirtúa el mandato constitucional que ordena al candidato a gobernador a presentarse con lista de diputados nacionales; y por otro, da pie para que el año que viene, por ejemplo, la papeleta de la categoría diputados esté inundada de listas guachas. Esa veta fue advertida por los presidentes comunales del PJ que, aconsejados por María del Carmen Alarcón, quieren apadrinar una lista de diputados nacionales propia el año que viene. Lo mismo ocurre con dirigentes radicales.

Es así como el diputado radical Santiago Mascheroni quiere exhumar un proyecto de su autoría que perdió estado parlamentario para que el candidato a gobernador lleve en la misma línea su lista de diputados nacionales.

Nada nuevo bajo el viejo sol de la política.

 

Al ratificar su apoyo a Massa, Reutemann manifiesta animadversión al kirchnerismo y dinamita posibles puentes que podrían haber acercado al peronismo a una ilusoria unidad.

El flamante presidente del radicalismo en la provincia, Mario Barletta, estaría oteando otros horizontes políticos junto al precandidato “no positivo” Julio César Cobos.