al margen de la crónica

Nombres que pesan

La localidad española de Castrillo Matajudíos cambiará de nombre y pasará a llamarse Castrillo Mota de Judíos tras el respaldo alcanzado ayer a esta modificación por la mayoría de los 56 vecinos del municipio, a través de una consulta paralela a las elecciones europeas.

La coincidencia de esta consulta con los comicios europeos tuvo un efecto curioso, ya que han depositado su voto en ambas urnas el 93 por ciento de los vecinos, un porcentaje mucho más elevado que en cualquier otro proceso electoral, contó el alcalde de esta población, Lorenzo Rodríguez.

De los 53 vecinos que votaron, 29 lo hicieron a favor del cambio y 19 mostraron su deseo de mantener el nombre actual, mientras que cuatro votos han sido declarados nulos porque, aunque indicaban cuál era el nuevo nombre que querían, se han olvidado de señalar la casilla favorable al cambio.

Donde el nivel de acuerdo ha sido más elevado ha sido en cuanto al nuevo nombre, que se decidía entre Castrillo Mota de Judíos y Castrillo Motajudíos.

Sólo tres de los votantes señalaron su preferencia por la segunda opción, por lo que el Ayuntamiento tramitará la solicitud de cambiar el actual nombre por Castrillo Mota de Judíos.

El alcalde ha insistido en que, aunque la consulta no tenía carácter vinculante, cumplirá su compromiso de hacer lo definido por mayoría de los vecinos.

Lorenzo Rodríguez subrayó que el nombre de Castrillo Matajudíos “no hacía justicia” a un pueblo que desciende de una antigua judería fundada en el siglo XI.

De hecho, el nombre original de Castrillo se completó más tarde con “Mota de Judíos” (lo que significa colina de judíos), hasta que varios siglos más tarde un escriba, por error o por intentar ocultar el origen judío de los vecinos de la localidad en un momento en que había una fuerte persecución racial y religiosa, lo cambió por Matajudíos.