¿Qué comen los adolescentes?

¿Qué comen los adolescentes?

La investigación encontró que un 27% de los alumnos participantes tiene exceso de peso para su altura, pero que alrededor del 40% se veía con sobrepeso, aunque éste fuera normal para su edad y estatura.

 

Una investigación sobre los alimentos que consumen los adolescentes, que comprendió a 7.200 alumnos de escuelas públicas secundarias de la provincia de Buenos Aires, advirtió que la mayoría tiene conocimientos sobre cuáles son los alimentos saludables y cuáles no. Sin embargo, muchos no siguen las recomendaciones nutricionales y tampoco lo hacen sus familias.

TEXTOS. IRENE MAIER (COMISIÓN DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES, CIC).

Uno de cada tres jóvenes en edad escolar tiene exceso de peso, de acuerdo a encuestas realizadas en los últimos años en nuestro país. A esta alerta se suman investigaciones que revelan que muchos adolescentes consumen principalmente alimentos ricos en harinas, grasas y dulces pero escasos en proteínas, vitaminas y minerales (como calcio, hierro y cinc).

¿Se debe esto a que no conocen cuáles son los alimentos saludables que les convendría comer? Aparentemente, muchos adolescentes sí saben cuáles son las comidas recomendadas pero no actúan en consecuencia.

Así lo muestran datos recientes obtenidos por el Centro de Estudios en Rehabilitación Nutricional y Desarrollo Infantil (CEREN, que depende de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires). Los investigadores, coordinados por la doctora en antropología Susana Ortale y el magíster en sociología Javier Santos, entrevistaron a 7.200 alumnos de escuelas públicas de nivel secundario, localizadas en 54 municipios bonaerenses. Colaboraron en el estudio la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP y la Dirección General de Cultura y Educación provincial.

Los investigadores encontraron que la mayoría de los estudiantes tiene conocimientos sobre alimentación y que incluían entre los alimentos beneficiosos para su salud a las carnes, cereales, lácteos, verduras y frutas. Sin embargo, los cuestionarios revelan que -gran parte de ellos- no come habitualmente las porciones de vegetales y lácteos recomendadas por los nutricionistas.

Por otra parte, los jóvenes incluyeron generalmente entre los comestibles poco saludables a las grasas, los fritos, los snacks y las golosinas. A pesar de ello, muchos los consumen habitualmente.

CANTIDAD Y CALIDAD DE LAS COMIDAS

Más de la mitad de los encuestados dijo que comía alimentos en exceso, preferentemente golosinas, snacks y muchos productos a base de harinas y de grasas. El 97% no nombró a las gaseosas y a los jugos artificiales, pero al estudiar sus hábitos se encuentra que también los ingieren en exceso.

La mayoría de estos productos se consumen en los intervalos entre las cuatro comidas tradicionales, un hábito generalizado, especialmente entre las mujeres. ¿Las razones? Un tercio de los jóvenes contestó que lo hacía por costumbre, otro tercio porque no le gusta o le resulta insuficiente lo que come en las comidas principales y un 20% porque se saltea comidas y siente hambre.

En efecto, muchos adolescentes sólo toman algunas comidas principales. El 85% de los encuestados dijo que cenaba y un 73% que comía un almuerzo, pero sólo menos de la mitad desayunaba (principalmente por falta de tiempo o de costumbre) y un poco más de la mitad tomaba la merienda.

Los investigadores averiguaron también qué se comió el día anterior a la encuesta. La mayoría de las comidas principales contendrían carne de vaca, de pollo o huevos, que son acompañados (o reemplazados) por cereales, verduras y frutas.

También encontraron que menos de la cuarta parte de los alumnos había consumido las 5 porciones de frutas o verduras recomendadas por los nutricionistas. Al analizar las respuestas por sexo, edad y grupo socioeconómico, encontraron que el porcentaje de alimentación más saludable es mayor en los varones, en el grupo de menor edad y en los pertenecientes al estrato social medio.

¿CÓMO SE VEN ELLOS?

Dentro del estudio, un equipo coordinado por la doctora Evelia Oyhenart, profesional de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP, midió el peso y la altura de los alumnos. Usando las tablas de referencia de la Organización Mundial de la Salud, se determinó que un 27% tiene exceso de peso.

Por otra parte, se preguntó a los jóvenes si consideraban que su peso estaba de acuerdo a su estatura. Cuatro de cada diez percibía que la relación era inadecuada, con un marcado énfasis de percibirse con mayor peso (particularmente las mujeres). Es así que un 20% de los que tenían un peso normal para su altura sentían tener demasiado peso, o bien otros consideraban que su peso era normal cuando en realidad era bajo.

CONCLUSIONES

Los resultados mostraron que la comida de muchos jóvenes y sus familias es deficiente porque está compuesta principalmente por harina de trigo, carne y azúcar. Además, se caracteriza por gran falta de frutas y verduras (excepto la papa), baja cantidad de lácteos descremados y legumbres y un bajísimo consumo de pescado.

El equipo del CEREN enfatiza la importancia de recurrir a diversas estrategias para revertir esta tendencia, a fin de prevenir la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, como la diabetes y la obesidad. Destacan además que la deficiencia de nutrientes en los adolescentes puede afectar el crecimiento muscular y óseo, así como la maduración sexual y el funcionamiento del cerebro.

Dar información no basta. Entre las acciones posibles para mejorar la alimentación de los jóvenes, una primera propuesta es que los kioscos escolares incluyan dentro de su oferta, alimentos tales como frutas y lácteos descremados.