Pulsos de la política provincial

Que la política no descuide la realidad

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Miguel Del Sel, sujeto del deseo en sectores del peronismo; Lifschisz y Barletta, probables contendientes en la interna del FCyS. fotos archivo el litoral

Darío H. Schueri

 

Huelga recordar que en esta misma página hace apenas unas semanas advertíamos que la inseguridad y su hija dilecta, la violencia, suelen llevarse puesto al gobernante más pintado.

En el departamento La Capital, al momento de estampar estas líneas, el número de muertes violentas (la mayoría de ellas por ajuste de cuentas) ya superaba las 70 en la primera mitad del año. Tardíamente para nuestro gusto, el gobierno provincial decidió tomar el toro por las astas y cambiar la cúpula policial, cuyo mando venía resquebrajado desde la rebelión policial de diciembre del año pasado. Los intendentes del área metropolitana Santa Fe-Santo Tomé clamaban a viva voz por un cambio de actitud.

El senador Hugo Marcucci hizo notar el jueves pasado en pleno recinto, que “no hay ninguna razón para que Gendarmería no esté en la ciudad de Santa Fe”. Lo dijo durante la sesión en la que el cuerpo le dio media sanción -con enjundiosos discursos del peronismo- a la ley que adhiere a su similar nacional 26.052 para que el “narcomenudeo” sea competencia de los jueces provinciales. Pero al decir de otro senador radical, Lisandro Enrico (Gral López), esa adhesión seguramente dormirá injustamente el sueño de los justos en Diputados.

“La droga ya llegó a los departamentos y sacudió la tranquilidad de sus habitantes”, denunció a voz en cuello el representante de San Jerónimo, Danilo Capitani, avalado por sus pares peronistas y radicales.

La barriada ubicada en las aristas de la ciudad se desangra por la violencia irracional y peligrosa de ascendentes banditas narcos cuyos “sicarios” -que asesinan a sangre fría a jóvenes de entre 16 y 19 años por la ocupación de “territorios”- apenas sobrepasan los infantiles 14 años.

Inquieta que el subsecretario de Control de Armas de la provincia de Santa Fe, Matías Palavecino, admita que “una vez por semana un policía denuncia el robo de su arma reglamentaria”. Si le roban el arma a la policía, ¿qué nos aguarda a los “civiles”?

Mientras tanto en el mundo de la política

El vértigo de un año preelectoral, ya instalado hasta el tuétano en políticos y aspirantes a serlo puede terminar lesionando, y hasta sacando del certamen, a quien no esté preparado para la alta competencia profesional. Como en el Mundial de Fútbol próximo a empezar.

El peronismo parlamentario, por ejemplo, intentó parar la pelota y levantar la vista en su afán de llegar a la copa (para seguir con la analogía mundialista), que no es otra que la gobernación en 2015. Pero se encontró con algunos jugadores que picaron antes de tiempo y quedaron en off side; y otros que miraron desde fuera de la cancha.

La sobrevendida reunión “de la unidad” entre senadores y diputados peronistas del miércoles por la noche terminó con el borrador de un documento que están puliendo los senadores Armando Traferri, Rubén Pirola y el diputado Mario Lacava, luego de las sugerencias arrimadas por el presidente del bloque de diputados del FPV Darío Mascioli, mano derecha, además, del presidente del PJ José Luis Freyre.

El texto original no tuvo quórum para la suscripción. Unos, como la diputada Erika Gonnet, que responde al precandidato a gobernador Alejandro Ramos, no lo firmó “porque no se respetó la institucionalidad partidaria”.

Otros, como los representantes de María Eugenia Bielsa (quien prometió sentarse a conversar en breve con los distintos sectores en pugna por la gobernación), con el diputado Dibert a la cabeza, se ofendieron porque no fueron invitados al cónclave. El senador Alcides Calvo, referente del otro precandidato a gobernador, Omar Perotti, cree que debe afinarse aún más el escrito y definir los acuerdos de una “agenda común parlamentaria” de la universalidad política, que deberá contemplar a los ambiciosos sindicatos y a las avispadas ligas de intendentes y presidentes comunales. Sin contar la legión de vocacionales aspirantes a encabezar solitarias de diputados provinciales (esto es, sin candidato a gobernador) en el intento de colar una banca en el revoleo del sistema D' Hont tras las primarias.

La necesidad de convocar al congreso del PJ para que le abra la puerta de par en par, con alfombra roja incluida, a Miguel Del Sel (que por estas horas está tratando de suturar un delicado asunto político en su bancada de diputados), es para muchos motivo de un profundo debate.

Miguel Del Sel, a diferencia de Reutemann que siendo independiente luego se afilió al PJ, es el titular del PRO en la provincia, partido cuyos postulados programáticos difieren sustancialmente del pensamiento “nacional y popular” institucionalizado en la figura de Forster y al que adhieren vastos sectores del peronismo. Por lo tanto, Del Sel afrontaría la difícil experiencia de convivir con ellos bajo el mismo techo dentro de un frente electoral. “El FPCyS tiene al PDP”, disparan algunos con el propósito de justificar a los que quieren a Del Sel como candidato a gobernador peronista.

Menos complicado resultaría, por ejemplo, cobijar bajo el paraguas “de la unidad” al Frente Renovador de Sergio Massa y Reutemann, más allá de los recelos de los seis senadores que adhieren al tigrense para con “Cachi” Martínez, pues todos tienen ADN peronista.

A todo esto, Daniel Scioli arribará a Rosario la semana que viene; Sergio Massa lo hará después del Mundial de fútbol, y Agustín Rossi estaría lanzando su precandidatura a presidente de la Nación a mediados de agosto en un club de Capital Federal.

En el radicalismo no alcanzan los casilleros

Como en el juego del ajedrez, en el FPCyS el radicalismo tiene que mover cuidadosamente las piezas dentro de los casilleros reglamentarios. Un error de cálculo podría precipitar el final de la partida.

Con el placet partidario de Binner y Bonfatti al senador rosarino Miguel Lifschitz para que sea el candidato socialista a gobernador, Mario Barletta, presidente del Partido Radical, se apresuró a mover sus piezas insistiendo en la necesidad de enfrentarlo en las primarias.

Barletta contaría con el apoyo de una parte de la Federación Escarapela, tal el caso de Cauce Progresista del vicegobernador Jorge Henn y el intendente de Santo Tomé Fabián, Palo Oliver; los diputados Darío Boscarol, Griselda Tessio, Edgardo Martino y Mario Dadomo junto a los jóvenes de la “nueva generación”, encabezados por el diputado sureño Maximiliano Pullaro que ya ostentan algunos municipios, comunas y concejalías en varios departamentos.

En cambio se resisten a seguir en la partida si no tienen un objetivo claro, los recelosos senadores del Grupo Interior, afiliados a Escarapela. Y directamente se oponen, los integrantes del MAR que lideran Santiago Mascheroni y Julián Galdeano.

Este sector cree que en vez de lanzarse en busca de la cabeza de Lifschitz, hay que fortalecer a los potenciales precandidatos a senadores e intendentes. “La mejor manera de encarar el 2015 con un Frente unido y competitivo, es generar buenos candidatos y armados departamentales”, proclaman.

Que la política no descuide a la realidad, porque podría pasarle por encima.

La necesidad de convocar al congreso del PJ para que le abra la puerta a Miguel Del Sel, es para muchos motivo de un profundo debate.

Como en el juego del ajedrez, en el FPCyS el radicalismo tiene que mover cuidadosamente las piezas dentro de los casilleros reglamentarios.