Sin seguridad

Robaron en La Tatenguita

  • Delincuentes se metieron la semana pasada en una casa de ese barrio cerrado santotomesino. Robaron electrodomésticos y ropa.
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Los ladrones habrían ingresado por el frente y escaparon por el muro del patio trasero, que da a la colectora de la autopista.

Foto: Danilo Chiapello

 

De la Redacción de El Litoral

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“Vinimos hace tiempo ya con mi esposa a vivir a La Tatenguita en busca de tranquilidad y, fundamentalmente, seguridad. Desgraciadamente, en el último año me robaron dos veces y tuvimos que tomar la decisión de mudarnos a otro lado. Mi mujer está aterrada y no quiere quedarse sola en la casa”, se quejó esta mañana Gonzalo Rubio, de 29 años.

La vivienda de esta familia fue blanco de ladrones la semana pasada, más precisamente en horas de la tarde del jueves. “Hace unos meses ya nos habían entrado, pero al patio, y se llevaron una moto Honda. En esa oportunidad, teníamos tejido de alambre en el fondo, contra la colectora. A raíz de ese hecho levantamos un tapial de 2,80 metros, pero esto tampoco los detuvo”, relató Rubio.

“El jueves pasado -agregó-, entre las 18 y las 20, nos volvieron a ‘visitar’. Rompieron un ventiluz de la parte trasera que da a la cocina. No es muy grande el espacio, por lo que tiene que haber sido una persona de contextura delgada la que ingresó. Luego, abrió la ventana de uno de los dormitorios. Por allí sacaron un televisor LED de 32 pulgadas, una notebook, un reproductor de DVD con equipo de sonido y ropa. Cargaron todo en frazadas y usaron mi propia escalera para pasar sobre el muro. Seguramente del otro lado, en la colectora, los esperaba algún vehículo. Parece que escaparon abruptamente cuando vieron aparecer a mi esposa, aproximadamente a las 20, porque dejaron varias prendas de vestir tiradas por donde huyeron”.

Este vecino se lamentó de que ningún habitante del barrio cerrado o sus empleados de seguridad se hayan percatado del robo. “Actuaron a una hora en la que ya no puede haber personas ajenas a La Tatenguita, como albañiles o pintores. Además, hay una cámara de vigilancia instalada en la calle, pero me enteré después que está rota y no graba. Yo pago las expensas rigurosamente y me siento decepcionado por todo lo ocurrido. Por eso, ahora decidimos mudarnos”, concluyó Gonzalo Rubio.