Guillermo Morgans

Aún no hay detenidos por el crimen del jefe policial

Guillermo Morgans fue asesinado ayer a la tarde cuando estaba en el negocio de su hijo y dos asaltantes entraron para llevarse la recaudación. Lo remataron de un disparo en la cabeza.

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El negocio de Rodríguez al 200 en el barrio de Pichincha en Rosario. Foto: Agencia Télam

 

Corresponsalía Rosario

Le apoyaron el arma en la cabeza a Guillermo Morgans, jefe de Unidades Especiales, y dispararon el último tiro para rematarlo. El comisario principal murió en el acto.

Los dos jóvenes que entraron a robar ayer a las 15.30 al Pago Fácil de Rodríguez al 200, en el barrio de Pichincha, donde Morgans estaba con su hijo Leo uno de los dueños del negocio se trenzaron en un tiroteo infernal en el pequeño local. Antes de morir, Morgans recibió dos tiros, uno en el omóplato y otro en el hombro, pero según lo que reconstruyeron los fiscales siguió en lucha con los dos supuestos asaltantes, que tras asesinar el jefe policial huyeron caminando por Rodríguez y desaparecieron por Catamarca.

Según los investigadores los sujetos se llevaron dinero de la caja. Pero nadie pudo cuantificar la suma. Ante ciertas dudas que se plantearon a partir de la forma en que mataron a Morgans, el fiscal regional Jorge Baclini aseguró que “de acuerdo a la modalidad del hecho y a la forma en que se presentó todo no detectamos que exista otra posibilidad distinta a la de un asalto‘.

Al mediodía, el fiscal Florentino Malaponte pidió que los vecinos que hayan visto a los jóvenes que se escaparon después de matar a Morgans declaren y aporten datos en el Ministerio Público de la Acusación. Los asesinos aún no están identificados, porque el Pago Fácil de Leo Morgans no tenía cámaras y en la zona hay pocos registros de videovigilancia.

Las imágenes del Colegio San Patricio, que está ubicado frente al local donde se produjo el homicidio, estaban siendo analizadas al cierre de esta edición en busca de indicios de los homicidas. Durante la noche y parte de la mañana de hoy se realizaron más de 15 allanamientos en distintos puntos de la ciudad, pero nadie quedó detenido.

Al mediodía los restos de Morgans fueron velados en una casa de sepelios del centro de Rosario, adonde estaban concurrió una gran cantidad de efectivos policiales y jueces y funcionarios judiciales y políticos.

La trama del crimen

A las 15.30, Morgans llegó al local de Rodríguez al 200, cuyo dueño es su hijo Leo desde fines de 2012. El jefe de Unidades Especiales iba vestido de civil y llegó al lugar en una camioneta Toyota Hilux color negra, que estacionó frente el Pago Fácil.

Unos minutos después, dos jóvenes entraron al local para llevarse la recaudación. Morgans recibió un culatazo en la cabeza y se desvaneció, mientras Leo fue atado con alambres por los ladrones. A Ambos los llevaron a la parte de atrás, donde hay una heladera. En ese lugar, Morgans recuperó su semblante y sacó su arma.

Comenzó a dispararse con los delincuentes. Se hicieron unos 14 disparos, según los investigadores. Morgans recibió dos, uno en el omóplato y otro en el hombro, y en el piso uno de los sujetos le apoyó una pistola 38 en la cabeza y disparó. Luego huyeron caminando.

Aún no está claro cuánto dinero se llevaron los dos ladrones, algo que deja un punto oscuro en la trama de un simple robo.

Las marcas de pólvora quedaron dejaron marcas en su rostro, por lo que se sospecha que los asesinos le apoyaron la pistola en la cabeza y dispararon.

‘El tiro que tiene el comisario Guillermo Morgans en la cabeza fue el que le ocasionó la muerte inmediata‘, confirmó Malaponte. El funcionario judicial apuntó que se están inspeccionando las cámaras de videovigilancia que están en la zona, como así también los registros fílmicos del colegio San Patricio. Las imágenes van a ser clave en la investigación porque según describió el hijo del comisario los asaltantes ingresaron el local a cara descubierta.

El crimen de Morgans provocó un fuerte impacto en el gobierno de Santa Fe y en el interior de la policía, que atraviesa un momento particular con dos mil gendarmes que ocuparon el territorio desde el 9 de abril pasado ante el espiral de violencia que la fuerza de seguridad provincial no pudo contener.

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El policía fallecido. Foto: Agencia Télam

Perfil

Morgans, de 44 años y 24 de servicio, estaba al frente de la brigada de Unidades Especiales desde el 23 de febrero de 2013, cuando se produjeron cambios en la conducción de la Unidad Regional II y se reactivó la causa de los Monos. Este oficial había pasado por varias áreas de la policía, donde fue jefe de la seccional Nº7, inspector de la zona 2º y titular de Seguridad Personal. Era un policía de buen diálogo con la conducción del Ministerio de Seguridad. Unas horas después de enterarse del crimen, el titular de la cartera Raúl Lamberto lamentó el homicidio del jefe policial al describió como ‘uno de los más importantes investigadores de la policía‘.

El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, manifestó que en el gobierno “hay mucha conmoción por el hecho”. “Guillermo Morgans era un excelente policía e investigador, gran compañero y afable en su trato. Era una persona que era sistemáticamente requerida por jueces y fiscales en todas las investigaciones. El peor homenaje que podríamos hacerle a alguien de la personalidad de Morgans es que este hecho no se esclarezca”.