Poemas de Frank O’Hara

Traducción y notas de Rolando Costa Picazo

3-EFE_050210_1102.jpg

Obra de Georgia O’Keeffe.

 

A mi padre muerto

No me llames padre

dondequiera que estés sigo

siendo tu hijito

que corre en la oscuridad

no podría hacer lo que

dices aunque pudiera oír

tus rosas ya no crecen

mi corazón es tan negro como su

lecho sus delicadas espinas

se han convertido en la molesta barba

de mi cara tú

no debes pensar en flores

Y no asustes a mis

ojos azules con puntos avellana

ni engrueses mis labios cuando

me enfrento al espejo no pidas

que sea otro y no tu

extraño hijo que entiende

milagros menores no la muerte

padre ¡estoy vivo! Padre

perdona a las rosas y a mí.

La relación de Frank con su padre, Russell O’Hara, no fue fácil. El padre tenía un genio fuerte, y no era extraño que castigara a sus hijos con un cinto cuando eran chicos. Una de estas ocasiones debe de haber tenido lugar mientras padre e hijo trabajaban en el jardín. La zona de combate eran los rosales del padre. Aquí O’Hara usa cuartetos, una forma tradicional que quizás asocia con su conservador padre. Dejó fluir su dolor en este poema escrito en agosto de 1953, seis años después de la muerte del padre el 22 de enero de 1947, a los 48 años. La puntuación y los versos encabalgados son típicos de O’Hara.

4-FLOR.jpg
“The Narcissa´s last of Orchid” , de Georgia O’Keeffe.

Autobiographia Literaria

Cuando era niño

jugaba solo en un

rincón del patio de la escuela

totalmente solo.

Odiaba las muñecas y

odiaba los juegos, los

animales no

eran amistosos y los pájaros

huían volando.

Si alguien me buscaba

me escondía detrás de un

árbol y exclamaba: “Soy

un huérfano”.

Y ¡aquí me tienes,

centro de toda belleza!

¡Escribiendo estos poemas!

¡Imagínense!

Poema (¡Lana Turner ha sufrido un colapso!)

¡Lana Turner ha sufrido un colapso!

Yo iba andando al trote y de repente

empezó a llover y a nevar

y dijiste que estaba cayendo granizo

pero el granizo pega en la

cabeza

con fuerza de modo que en

realidad nevaba y

llovía y yo iba muy apurado

a encontrarme contigo pero el tráfico

se portaba exactamente igual al cielo

y de repente veo los titulares

¡LANA TURNER HA

SUFRIDO UN COLAPSO!

no nieva en Hollywood

no llueve en California

he estado en montones de

fiestas

y me he portado de una manera vergonzosa

pero realmente nunca he

sufrido un colapso

ay Lana Turner te queremos levántate

O’Hara escribió este poema ocasional el 9 de febrero de 1962, inspirado en una nota en un tabloide acerca del colapso sufrido por la actriz en una fiesta. Lo hizo en el transbordador de Staten Island, camino a una lectura de poesía en Wagner College, junto a Robert Lowell, quien se disculpó con ironía por no haber podido escribir un poema especial para esa ocasión.