Con la presencia de las principales autoridades del país

España da la bienvenida al rey Felipe VI

  • El flamante monarca subrayó en su discurso de proclamación que desde hoy encarna una etapa renovada “para un tiempo nuevo” y animó a mirar hacia el futuro de un país que los españoles deben “seguir construyendo todos juntos”.
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Felipe VI, en el balcón central del Palacio Real donde la familia real salió para saludar al pueblo español tras la proclamación. Foto: Agencia EFE

 

Redacción de El Litoral

Agencias EFE/DPA

Felipe VI se comprometió hoy a renovar la monarquía al ser proclamado rey de España en una ceremonia sobria y austera en el Congreso de los Diputados, en Madrid, sin mandatarios extranjeros invitados ni miembros de otras casas reales.

“Estas son, Señorías, mis convicciones sobre la Corona que, desde hoy, encarno: una Monarquía renovada para un tiempo nuevo”, dijo el monarca, de 46 años, en su primer discurso como rey, en el que fijó las líneas básicas de su reinado, finalizados los 39 años del de su padre, Juan Carlos I.

Rey desde la medianoche, cuando entró en vigor la abdicación de su progenitor, Felipe juró la Constitución en la cámara baja del Parlamento sin que su padre lo presenciara en persona.

Juan Carlos, de 76 años, decidió no acudir para ceder todo el protagonismo a su hijo. Él tuvo su momento la víspera, cuando sancionó con su firma su última ley como jefe de Estado: la de su propia abdicación.

Sí estuvo su madre, la reina Sofía, quien junto a su hermana Elena siguió la proclamación de Felipe VI desde la tribuna de honor de los invitados.

La reina Letizia y las dos hijas del matrimonio real estuvieron junto al rey en la tarima que se instaló en la cámara. La primogénita, Leonor, de ocho años, es desde hoy princesa de Asturias, como nueva heredera del trono español.

Felipe llega a él en un momento de cuestionamiento y desprestigio de la institución, golpeada sobre todo por el caso de corrupción que protagoniza su cuñado, Iñaki Urdangarin, desde hace casi tres años y que salpica a su propia hermana Cristina, imputada por el juez. La infanta, que desde hace tiempo no participa en las actividades de la familia real, quedó excluida de todos los actos de estos días.

Honestidad y transparencia

“La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza”, dijo Felipe, “y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”.

“Porque solo de esa manera, se hará acreedora de la autoridad moral necesaria para el ejercicio de sus funciones”, señaló el nuevo rey, en lo que se interpretó como un guiño hacia el reto al que se enfrenta ahora para recuperar junto a la reina Letizia, de 41 años, el prestigio de la institución.

En España siempre han existido reivindicaciones republicanas, pero se han hecho más visibles en los últimos tiempos. Y desde el anuncio de abdicación de Juan Carlos, el 2 de junio, una parte de la izquierda política y social pide un referéndum sobre la monarquía.

De hecho, ningún representante de Izquierda Unida (IU), la tercera fuerza parlamentaria, acudió hoy a la proclamación del nuevo rey como protesta. Sectores republicanos convocaron concentraciones antimonárquicas en el centro de Madrid durante la ceremonia, pero las autoridades las prohibieron y algunas fueron trasladas a la tarde.

Felipe hizo hoy una defensa cerrada de la monarquía parlamentaria, que tiene una función representativa y no ejecutiva. “Puede y debe seguir prestando un servicio fundamental a España”, dijo, defendiendo su contribución a la “estabilidad” política como instrumento de mediación.

Pero añadió exigencias que debe cumplir la institución: “Debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza”, dijo, “y para ello, velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar una conducta íntegra, honesta y transparente”.

Si en el plano más personal Felipe se enfrenta al reto de recuperar el prestigio de la Corona, a cuya pérdida contribuyeron errores de su padre como la famosa cacería en Botsuana de hace algo más de dos años, en el terreno más político la Corona vive el reto del desafío independentista en Cataluña.

“En la España unida y diversa cabemos todos, todas las formas de sentirse español, porque los sentimientos no deben nunca enfrentar o dividir sino respetar y convivir‘, lanzó el nuevo rey, que declaró su ‘fe en la unidad de España”.

Entre los invitados que siguieron su discurso estaban los jefes de los gobiernos de todas las regiones de España, incluidos el de Cataluña, Artur Mas, que es quien ha fijado para noviembre un referéndum independentista. Junto a él estaba Iñigo Urkullu, el del País Vasco, otra región con tensiones soberanistas.

Ninguno de los dos participó en el cerrado y largo aplauso que es oyó en la cámara cuando Felipe acabó su discurso. La víspera, los dos faltaron a la ceremonia en la que Juan Carlos firmó la ley de su abdicación, poniendo fin a 39 años de reinado.

“¡Viva el rey!”

  • Cuando las puertas del balcón principal del Palacio Real de Madrid se abrieron hoy, el rey Felipe VI dio unos pasos al frente para recibir una cerrada ovación de miles de personas congregadas a sus pies.

“¡Felipe, Felipe!, ¡Viva el rey!”, gritaba la muchedumbre que llenaba la Plaza de Oriente en el centro de la capital española, con capacidad para unas 40.000 personas.

Unos segundos después, su esposa, la reina Letizia, se ponía a su lado, seguida por sus dos hijas, Leonor y Sofía, de ocho y siete años. La fotografía, ya histórica, se completaba con los reyes salientes, Juan Carlos y Sofía, a los que el nuevo monarca besó en un gesto de cariño ante los españoles.

Tres generaciones de la monarquía española unidas en el balcón de palacio. El mismo en el que, hace diez años, Felipe y Letizia saludaron juntos por primera vez a los ciudadanos el día de su boda.

En aquella efeméride, que muchos españoles tenían hoy muy presente, los recién casados se dieron un tímido beso en la mejilla. Hoy el gesto se repitió en el mismo lugar. Y el nuevo rey tomó a Letizia de la cintura en un gesto espontáneo en medio de la solemnidad.

Felipe VI, de 46 años, recibió hoy el calor de miles de españoles a lo largo de toda la jornada. Cuando llegó a primera hora de la mañana al Congreso de los Diputados, donde juró su cargo ante la Constitución, grupos de ciudadanos lo esperaban ya con aplausos.

Los vítores lo acompañaron también a lo largo del recorrido por algunas de las principales avenidas de Madrid, en el que el rey saludó a los ciudadanos de pie desde un Rolls Royce descapotable, flanqueado por la guardia real.

“¡Ahí está, qué guapo, qué elegante!”, exclamó un grupo de mujeres cuando la comitiva pasó frente a ellas. Al grito “¡Viva el rey!”, Felipe se volvió hacia donde estaban congregados sus “fans”. “¡Nos ha mirado, qué emoción!”, decían en medio de una gran ovación.

“Es un acontecimiento histórico, la continuación de nuestra nación”, contaba emocionado un hombre de mediana edad, tocado por una gorra con los colores de la bandera de España.

A su lado, una anciana de 90 años murmuraba: “Maravilloso, Felipe es maravillo”, sin dejar de mirar la calle por la que se alejaba la comitiva.

“¡Mira las niñas, se les ven las cabecitas rubias!”, le decía una madre a su hija pequeña, señalando el coche donde viajaban las hijas de los reyes, Leonor y Sofía, justo por detrás del de sus padres.

En medio de un gran dispositivo de seguridad, los ciudadanos que se echaron hoy a la calle para recibir a sus nuevos reyes lo hicieron con más de 100.000 banderines con los colores de la bandera nacional. Pero también con camisetas, gorras y abanicos, algunos con las imágenes de Felipe VI y Letizia.

“Yo me lo he comprado porque es un recuerdo de un momento muy emocionante”, explicó María Luisa, una mujer que se declara “monárquica de toda la vida”.

La capital de España amaneció hoy engalanada con flores, fotografías gigantes de los nuevos reyes y banderas, muchas banderas para dar la bienvenida al nuevo rey.

“Es un hombre sencillo y preparado”, dijo de él Manuela, que esperó desde primera hora de la mañana para verle.

“Yo le doy un voto de confianza, ojalá lo haga tan bien como lo hizo su padre. En Latinoamérica, los reyes de España son como nuestros reyes”, dijo Celia, de origen chileno y 66 años de edad.

España da la bienvenida al rey Felipe VI

La calidez, en gestos y vestuario

Inmaculada Tapia

  • La calidez fue hoy el común denominador de la ceremonia de proclamación de Felipe VI, desde los cariñosos gestos entre los protagonistas a la suavidad del color de los vestidos, encabezado por la elección de la Reina Letizia, que de blanco y corto, brilló con un sobrio diseño de Felipe Varela.

Guiños de complicidad y emoción fueron la tónica dominante entre los Reyes de España, en el día de la proclamación de Felipe VI.

Miradas intensas, sonrisas, ternura y besos son las expresiones que predominaron entre Don Felipe y Doña Letizia, desde el comienzo de la jornada en el Palacio de la Zarzuela hasta su salida al balcón del Palacio Real donde, de nuevo, las muestras de cariño entre ellos y sus hijas se alternaron con el saludo a los congregados en la Plaza de Oriente, de Madrid.

Intensa, y para la historia, la mirada de Doña Letizia a Don Felipe al entrar en el Congreso de los Diputados, mientras él la agarraba por la cintura; juntas y ceñidas sus manos mientras hacían su aparición en la tribuna del Congreso; serenidad en un acto solemne con la presencia de dos niñas, de ocho y seis años, que se adaptaban con rapidez a las circunstancias y a los focos.

La atención de Doña Letizia hacia ellas fue constante, caricias y miradas les dieron la seguridad para comportarse de manera impecable en un acontecimiento histórico del que ellas también eran protagonistas y cuyas sonrisas afloraron cuando su padre, Felipe VI, las nombró en su discurso.

La mención de Don Felipe hacia la Reina Sofía, a su trabajo y dedicación, provocaba el aplauso unánime de la Cámara, un gesto que ella agradeció a su hijo lanzándole un beso, y las primeras lágrimas de emoción de la infanta Elena, que regaló a su madre una discreta caricia.

La calidez se plasmó también en el vestuario de las mujeres de la Familia Real, en un día en el que Doña Letizia volvió a confiar en su diseñador de cabecera, Felipe Varela, quien firma todos los diseños de los actos oficiales de la Reina desde el anuncio de la abdicación de Don Juan Carlos.

La Reina Letizia eligió el color de las grandes ocasiones de su vida: el blanco roto para el día de la proclamación de Felipe VI como Rey de España.

De corto, con un conjunto de abrigo y vestido en el mismo tono, con cuello a la caja, bordado en degradé en cristales de rubí, ámbar y rosa palo y microperlas en crema, sobre el que pendía la Gran Cruz de la Orden de Carlos III.

Unos diminutos pendientes en forma de estrella y una trenza de raíz que sujetaba su melena lisa son los únicos aderezos que complementaban una sobria indumentaria donde no hubo espacio para las joyas.

La Princesa de Asturias y la infanta Sofía lucieron el mismo diseño en distintos tonos: Leonor en rosa palo y su hermana en verde agua, confeccionados en tela brocada con manga francesa, rematados con un lazo zapatero en la cintura, de la que la falda nace con amplios pliegues y que complementaban con bailarinas en dorado y plateado.

La Reina Sofía lucía un vestido de corte sencillo, en lima, de líneas rectas, sin adornos, que aderezaba con un collar de perlas.

La infanta Elena optó por un traje de chaqueta en blanco roto, ribeteado con un plisado en tono rosa palo que acompañaba con un elegante moño.

Como ya se había anunciado, Don Felipe vistió de uniforme de gran etiqueta del Ejército de Tierra, de color azul marino, sobre el que lucía el fajín de capitán general que le había impuesto antes

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Felipe VI y Letizia durante la ceremonia se tomaron de la mano, rieron y se abrazaron. Foto: Agencia EFE

Felicitaciones de los líderes del mundo

Gobiernos y personalidades de todo el mundo felicitaron a Felipe VI en el día de su proclamación como nuevo rey de España.

Desde Japón, el emperador Akihito envió un mensaje con unas “palabras de felicitación al rey de España con motivo de su proclamación”, según fuentes oficiales niponas, algo que también hizo de forma privada desde el Reino Unido la reina Isabel II.

Por su parte, el jefe del Estado de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, envió su felicitación a Felipe VI y lo invitó a viajar en visita oficial al país vecino.

En un mensaje divulgado por la Presidencia lusa, Cavaco Silva consideró que éste es “un momento de renovación generacional que, seguramente, marcará la historia” de España, nación con la que Portugal mantiene “unos lazos especiales de amistad”.

El gobierno de Filipinas felicitó al nuevo rey por su proclamación y destacó las prolongadas buenas relaciones y vínculos históricos que unen a los dos países.

“Mientras ensalzamos la larga amistad y los lazos históricos que unen a las dos naciones, el pueblo filipino le garantiza a Su Majestad nuestra amistad continuada y el apoyo al pueblo español”, dice un comunicado emitido por el Ministerio de Exteriores de Filipinas.

“Le deseamos (a Felipe VI) y a Su Majestad la Reina Letizia - subraya el texto- buena salud y prosperidad para los próximos años”.

El jefe de Estado ruso, Vladimir Putin, manifestó su esperanza de que las relaciones entre Rusia y España “continúen un desarrollo fructífero a tenor de la amistad y el respeto mutuo generados durante el mandato de Juan Carlos I”, señala una nota de la administración del Presidente ruso.

Putin “deseó a Felipe VI éxitos en su servicio por el bien del pueblo de España”, añade el comunicado.

China felicitó igualmente a Felipe de Borbón y se mostró dispuesta a un futuro encuentro con el monarca para impulsar las relaciones bilaterales entre ambos países.

El presidente chino Xi Jinping envió hoy un mensaje al monarca para trasladarle su enhorabuena, según indicó la portavoz del Ministerio de Exteriores del país asiático Hua Chunying, quien destacó la “enorme importancia” que le da China a España, socio clave del gigante asiático en la Unión Europea.