Bronquiolitis:¿qué necesitás saber?

Las bajas temperaturas y la falta de implementación de medidas preventivas promueven la aparición de enfermedades respiratorias. Si bien los casos disminuyeron en el último año, éstas siguen presentes y los niños son los más afectados. Qué hacer y cómo evitar estas patologías que atacan a los más pequeños.

FUENTES. VALERIA BLUMETTI, COORDINADORA DEL SERVICIO DE PEDIATRÍA DE CLÍNICA ZABALA, Y EL OSSERVATORIO CHICCO.

En cuanto empieza el frío, la bronquiolitis es uno de los problemas de salud que se vuelven más cotidianos para los pediatras, con una mayor prevalencia entre los lactantes. La bronquiolitis es una enfermedad de las vías respiratorias bajas que suele comenzar de forma indistinguible a un catarro de vías aéreas. El virus causal más frecuente es el virus sincicial respiratorio (VRS), aunque son muchos los virus que pueden causarlo.

Los síntomas iniciales son mocos, tos, fiebre y congestión nasal. Luego pueden ir agregándose diferentes grados de afectación, como tos (seca o con secreciones), dificultad para respirar, que se manifiesta con la respiración acelerada, se marcan las costillas, respiración ruidosa, silbido en el pecho y puede existir dificultades para comer y/o dormir.

La mayoría de los bebés que padecen una bronquiolitis generalmente pueden seguir un tratamiento domiciliario sin problemas. Lo que se indica son medidas de soporte y cuidados generales como: ofrecer líquidos por boca, mantener la alimentación, la lactancia materna (eventualmente fraccionada al igual que la mamadera, es decir, ofrecer menos cantidades y más seguido), mantener la nariz permeable limpiando o aspirando suavemente las secreciones. Además, el niño debe ser puesto en posición semisentada para dormir; bajar la fiebre con el antitérmico recomendado por su pediatra.

Tratamiento específico: según indicación médica se podrá usar salbutamol (broncodilatador) en aerosol con aerocámaras o en nebulizaciones y/o corticoides por boca. En otros casos, puede ser necesaria su hospitalización, según lo que indique el pediatra.

A tener en cuenta

- La bronquiolitis predomina en otoño e invierno (aunque podría producirse en cualquier momento del año).

- Es fácilmente transmisible de persona a persona (muy contagioso), a través del contacto con las manos u objetos que estén contaminados con secreciones respiratorias

- Los niños con mayor predisposición a enfermarse son los que no recibieron lactancia materna, aquellos que concurren a guarderías, los bebés que nacen en otoño o invierno, que conviven con fumadores.

Los niños con mayor riesgo a tener una bronquiolitis que requieran internación son los bebés menores de 3 meses, los que fueron prematuros, los que tienen enfermedades pulmonares crónicas, cardíacas o inmunológicas.

¿Cuándo consultar al Pediatra o a la guardia? Si su hijo tiene: ruidos como “silbidos” en el pecho y respira más rápido; respira con dificultad: se le marcan las costillas y mueve mucho el abdomen; o deja de respirar durante unos segundos; se le dificulta poder alimentarse; está somnoliento y quejoso; lo nota más pálido, con labios y puntas de los dedos de color azulado.

La mayoría de los niños no requiere estudios complementarios ya que la evaluación del pediatra suele ser suficiente.

¿PUEDE PREVENIRSE?

Dado que es una enfermedad producida por distintos virus no existe todavía una vacuna que brinde una protección completa, pero la mejor prevención es:

- Evitar el contacto con personas enfermas.

- Todos los que conviven con bebés deben lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón.

- Mantener a los bebés en ambientes con temperaturas agradables y en ambientes ventilados.

- Tener el carnet de vacunas al día.

- No fumar en el hogar. Lo ideal es que ningún padre o conviviente fume, ya que el humo del cigarrillo queda en las prendas y en las manos (aunque se fume fuera de la casa).

- Ventilar frecuentemente el ambiente.

- Es recomendable evitar los aerosoles ambientales, perfumes y sahumerios.

- La lactancia materna es fundamental para prevenir la bronquiolitis.

MÁS CASOS EN JUNIO Y JULIO

Por su parte, el Osservatorio Chicco, la central de investigación de la marca líder en productos infantiles, advirtió que comienza el invierno y hasta el más inocente de los resfríos merece atención médica, sobre todo si se trata de niños menores a dos años o de adultos mayores.

Si bien en la última década se ha evidenciado una disminución en la cantidad de casos, hoy, 5 de cada 10 consultas al pediatra son por enfermedades respiratorias como bronquiolitis, neumonía y otras afecciones respiratorias. Se trata de patologías que aumentan en invierno y que colman los centros de salud de todo el país.

La enfermedad más frecuente es la bronquiolitis -continuó-, que en lo que va del año, ya se dieron más de 36 mil casos en niños de 2 años y son los menores de 12 meses los que presentan la mayor cantidad de casos, según indicó el último informe del Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud (SNVS).

Fiebre, tos, fatiga, falta de aire o silbidos en el pecho son algunos de los signos que hay que tener en cuenta para advertir cualquier enfermedad a tiempo y que no se produzcan complicaciones.

Desde el Osservatorio Chicco explicaron que “en la última década, se ha dado una disminución de los casos por afecciones como bronquiolitis y neumonía en bebés y niños, pero aún la cantidad de afectados es alta y más en meses como junio y julio, donde se necesita mayor atención y cuidados especiales ante el frío y los cambios climáticos”.

Las Infecciones Respiratorias Agudas (IRA) son la primera causa de internación y consulta en el país y afectan principalmente a los niños menores de 5 años. El Virus Sincicial Respiratorio es el más frecuente con el 77% de los casos y puede causar desde resfríos hasta bronquiolitis o neumonías. Le siguen parainfluenza (14%), adenovirus y, por último, la gripe.

Los niños con mayor predisposición a enfermarse son los que no recibieron lactancia materna, aquellos que concurren a guarderías, los bebés que nacen en otoño o invierno, que conviven con fumadores.