Historia de una familia patricia

El libro “Ventura Coll y Delfina Diez de Andino. Su descendencia”, del Ing. Carlos Miguel Molina, será presentado en los próximos días en nuestra ciudad. Cuenta la historia y descendencia del matrimonio Coll - Diez de Andino, quienes habitaron la casona donde actualmente funciona dicho museo, ubicado en 3 de Febrero 2553.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTOS. GENTILEZA CARLOS MOLINA.

El próximo 27 de junio, a las 18 será presentado en el Museo Histórico Provincial de nuestra ciudad un libro que trata sobre la historia y descendencia del matrimonio Coll - Diez de Andino, quienes habitaron la casona donde actualmente funciona dicho museo, ubicado en 3 de Febrero 2553.

La obra titulada “Ventura Coll y Delfina Diez de Andino. Su descendencia” fue escrita por el Ing. Carlos Miguel Molina y será presentada por el libro el Arq. Luis María Calvo, director del Museo Etnográfico de Santa Fe

“Con toda humildad, es el primer libro que trata sobre este matrimonio, cuya descendencia es muy importante entre las familias ‘patricias’ de Capital Federal y no lo conocen, siendo también importante su descendencia en Santa Fe y Entre Ríos”, adelantó su autor en contacto con De Raíces y Abuelos.

La obra relata -aseguró- la historia nunca antes escrita de don Ventura Coll, catalán oriundo de la villa de Lloret de Mar en Gerona (España), que arriba a la actual ciudad de Santa Fe de la Veracruz alrededor del año 1800. Proviene de una próspera familia de la que hemos localizado testamentos, sesiones y ventas de bienes de sus abuelos, padres y hermanos.

Instalado en nuestra ciudad litoraleña, contrae matrimonio en 1802 con una joven dama proveniente de una de las familias más antiguas de la ciudad. Doña Delfina Diez de Andino, de quien se trata, era hija de don Manuel Ignacio Diez de Andino y doña María Francisca de Therán.

Viven junto a la familia Diez de Andino en la amplia casona, hoy achicada y reformada donde funciona el Museo Histórico Provincial, haciendo cruz con la Casa de Gobierno y el Colegio de la Inmaculada Concepción.

Don Manuel Ignacio Diez de Andino prefirió dedicarse al comercio en lugar de las armas como sus ancestros, logrando una posición económica muy encumbrada, ramificando sus contactos por las principales ciudades del Virreinato del Río de la Plata.

BUEN COMERCIANTE

Quizás por vocación y por consejos de su suegro, Ventura se dedica de lleno al comercio logrando en pocos años consolidar una posición económica extendiendo inicialmente sus trueques hasta el Alto Perú, Buenos Aires y Montevideo.

Años más tarde ya consolida su profesión intercambiando bienes con ciudades españolas, como Cádiz y Barcelona, lo cual le permite la posesión de créditos a su favor, tal como deja señalado en su testamento.

Buen comerciante, siente la incomodidad de las guerras e invasiones que sufre la ciudad de Santa Fe, como impedimento para el desarrollo de sus actividades. Mientras don Manuel Ignacio se retrae de sus negocios y de dedica a escribir sus memorias en el diario que se le conoce, Ventura traslada su familia a Montevideo, puerto natural de ultramar, desde donde -entre 1818 y 1820- maneja sus negocios.

La nutrida correspondencia entre Delfina y su padre demuestra la evolución y crecimiento de la familia así como la decisión cada vez más cercana de emigrar por un tiempo hasta que la situación política se tranquilice.

Es así que Ventura se despide de su suegra en 1820 desde Montevideo anunciando el traslado junto a su familia a España por un tiempo. Se instalan en Lloret de Mar, regresando Delfina con sus hijos en 1823 a Santa Fe. Ventura lo hace recién al año siguiente. No sabemos cuánto tiempo permaneció en América y cuándo regresó a España, pero sí que lo hizo con su hijo Manuel.

DESCENDENCIA

Fallece en 1831 en Cádiz después de testar por segunda vez, haciendo un detallado inventario de sus bienes y abundantes créditos, tanto en América como en España. Sus restos fueron inhumados muchos años después en el cementerio de la Recoleta en Buenos Aires.

Delfina -en cambio- lo sobrevive unos años, falleciendo en Santa Fe en 1835. Sus restos descansan en la Iglesia de San Francisco de Santa Fe, donde una gran lápida la recuerda.

Y lo llamativo es que de un catalán que, permaneció menos de veinte años en nuestro país, desciendan tantas familias tradicionales porteñas, santafesinas, entrerrianas y salteñas, sin que la mayoría de éstas conozcan su ascendencia Coll- Diez de Andino.

Tuvieron nueve hijos de los cuales sobrevivieron ocho (Ramona Coll Diez de Andino falleció púber). De estos ocho se casaron cinco, tres mujeres y dos varones y tuvieron descendencia. La misma se distribuyó principalmente en Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Salta.

La primera hija casada fue Mercedes Coll Diez de Andino, casada con el porteño Francisco Burzaco y Puentes, federal y muy amigo de Juan Manuel de Rosas y se radicaron en Buenos Aires. Fueron hacendados y cabañeros en San Vicente, juez de paz y fundador de la hoy localidad de Burzaco. Tuvieron seis hijos y de ellos descienden -entre otras- las siguientes familias: Martínez Coll; Martínez López; Martínez Burzaco; Merro Coll; Vizcaya Merro; Merro Burzaco; Fernández Coll; Coll Tamini; Fernández Burzaco; Trapaga Coll y Merro Zorroaquin.

SEGUNDA HIJA CASADA

La segunda hija casada fue Victoria Coll Diez de Andino, quien se casó con Joaquín Marull. Se radicaron en las ciudades de Santa Fe y luego en Rosario. De su abundante descendencia santafesina proceden las familias Clusellas Marull; Marull Clusellas; Olcese Marull; López Marull; Ortiz Clusellas; Clusellas Lix Klet; Marull Andino, Gollan Marull y Marull Gollan; Marull Pérez; Maciel Gollan; Gasparoti Maciel; Maciel Furno, entre otros.

Luego contrae matrimonio José Gabriel Coll Diez de Andino, con la montevideana María Antonia de la Serna y Luaces. Se asentaron en Rosario y de ellos sobrevienen las familias Coll Villate; Sahores Coll; Otaño Sahores; Coll Benegas; Benegas Pasman; Goñi Coll; Coll Parera; Guiraldes Goñi; Guiraldes Videla Dorna; Guiraldes Holberg; Carabassa Goñi; Ruiz Guiñazú; Pando Goñi; Benegas Lynch y Coll van Gelderen entre otras.

Manuel Coll Diez de Andino contrajo matrimonio con Agustina Mónica Comas y Troncoso, radicados inicialmente en Santa Fe Fue funcionario de la provincia de Santa Fe y miembro de la Comisión del Presupuesto y Ley de Impuestos durante la gobernación de Don Rosendo M. Fraga. Formó parte de la redacción de la Constitución para la provincia de Santa Fe, sancionada en agosto de 1856.

Provienen de este matrimonio numerosas familias afincadas en las provincias de Santa Fe, Salta y Entre Ríos. En Santa Fe se cuentan actualmente entre sus descendientes las familias: Amavet Coll; Coll Arigós; Coll Candioti Marquez; Coll Pietranera; Cullen Funes Coll; Funes Coll López; Vilaggi Funes Coll y Coll Galán.

tapa del libro del ing. molina.

Entrerrianas y salteñas

De su hijo Mariano Coll Comas, casado con Doraliza Núñez Chaparro, proceden las ramas entrerrianas y las salteñas.

Rodolfo Coll Núñez se casó con Aída Pianello Zubiaur y vivieron en Paraná. Tuvieron un solo hijo, Rodolfo Enrique Coll Pianello, escritor y periodista a quien está dedicada esta obra. Se casó con Celeste Aída Parera Deniz. Devienen de ellos las actuales familias Dato Coll, Dato Berduc, Dato Sánchez Guerrero, Molina Coll, Molina Echagüe y Audisio Molina.

Otro hijo, Conrado Oscar Coll Núñez, se casó con Laura Grane Seguí y de allí provienen las familias Gonsebatt Coll; Rodríguez Gonsebatt; Reggiardo Murray; Reggiardo Acebal. Otras familias descendientes son los Laigle Coll; Pérez Laigle; Coll Mac Loghlin; Coll Irigoyen, etc..

María Ernestina Coll Núñez contrajo matrimonio con Alfredo H. Giandana, ingeniero y empresario entrerriano. Este matrimonio dio lugar a las actuales familias Rosembrock Giandana, Rosembrock Trápaga, Rosembrock Firpo y Sánchez Rosembrock.

Carmen Coll Núñez -casada con Eduardo Parkinson- origina las actuales familias Parkinson Coll, Guzmán Parkinson, Parkinson Graf, Parkinson Mateo, Iturraspe Parkinson, Parkinson Jaime, Quintana Parkinson, Zoppi Quintana, Parkinson Chitero, Lérida Parkinson, Lérida Montaldi, Decrop Parkinson, etc..

La rama salteña procede de Mariano Coll Núñez quien -luego de una breve estadía en Buenos Aires donde cursó estudios artísticos superiores- viaja a Salta en 1918, donde es muy reconocida su labor periodística y docente. Contrajo matrimonio con Elena Arias Toranzo Torino. Provienen de dicho matrimonio las familias Coll Monico; Figueroa Outes Coll; Cornejo Coll; Coll Araoz; Coll Areco; Rauch Coll; Coll Patrón Costas; Coll Raimundes, etc.

También se afinca en Salta el matrimonio formado por Elena Giandana Coll y Manuel Araoz Dávalos, dando lugar a las actuales familias: León de la Barra Menéndez, Menéndez Araoz, Menéndez Rodríguez, Menéndez Araoz, Suvá Araoz, Diez Barrantes Araoz, Chavarría Araoz, etc..

El último matrimonio de sus hijos unió a María Benita Coll Diez de Andino -nacida en Montevideo- con D. José Ruperto Pérez, oriundo de Entre Ríos. Las siguientes familias descienden de este matrimonio: Díaz Valdez Carbó; Carbó Parodi Cantilo; Gutiérrez Moreno Carbó; Benítez Astoul Carbó; Sundblaad Molina Carbó; Pérez Gazzo; Pérez Vatteone; Pérez Crudo; Pérez Larroude; Ferrini Pérez; Beatriz Popolizio Pérez; Marull Machado; Marull Machain; etc.

Finalmente, Ventura José Salvio Coll Diez de Andino, María Salomé Coll Diez de Andino y Sebastián Ramón Coll Diez de Andino permanecieron solteros.

María del tránsito troncoso de comas.

sello ventura-coll.