Cuidemos nuestro corazón también durante el Mundial

Cuidemos nuestro corazón también durante el Mundial

La Copa del Mundo fascina a millones de hinchas en todo el planeta que esperan cada partido para ver cómo la selección nacional deja el alma en la cancha. Las reuniones en familia o con amigos se vuelven una “cábala” para alentar al equipo, y el lugar ideal para cometer algunos excesos. Evitar las comilonas y los momentos de mucha tensión es importante para cuidar el corazón en estas fechas.

 

TEXTO. DR. ROBERTO PEIDRO, VICEPRESIDENTE 2º DE LA FUNDACIÓN CARDIOLÓGICA ARGENTINA. foto. antonio lacerda (EFE).

Numerosos estudios comprobaron que las emociones fuertes y las grandes tensiones que perciben los hinchas durante los partidos predisponen a experimentar infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Las estadísticas señalan que en los años en los que se realiza el Mundial de Fútbol la mayor cantidad de eventos cardiovasculares se producen durante los meses de junio y julio.

Diversos factores pueden estar asociados con este incremento: aumento del estrés emocional y mental, de la ingesta de alcohol, del consumo de comida y de tabaco.

En este sentido, un estudio realizado durante el Mundial de Fútbol 2006 sobre la incidencia de los eventos cardiovasculares en la población alemana, luego de los partidos en donde jugaba el seleccionado nacional, arrojó que las urgencias cardíacas aumentaban un 2,66%, si se toma en cuenta los mismos meses en años anteriores, siendo la incidencia para los hombres 3,26 veces mayor y para las mujeres 1,82.

De esta manera, para que los mundiales sean una fiesta para disfrutar con amigos y familia, algunas medidas son importantes para controlar y prevenir episodios:

- Para aquellos que presentan enfermedades cardíacas o factores de riesgo (como obesidad, sobrepeso, colesterol elevado, tabaquismo, hipertensión, diabetes, sedentarismo, entre otros) se recomienda no consumir alcohol ni excederse en las comidas previo, durante, ni después del partido, para así no sumar al estrés. Por el contrario, es preferible realizar comidas livianas, tratar de moderar el consumo de ciertos alimentos ricos en grasas tan típicos de nuestras “picadas”, vino, cerveza; e hidratarse durante los 90 minutos con cualquier bebida sin alcohol.

- Si las personas son fumadoras, no hacerlo 2 horas antes, durante, ni 2 después del partido.

- Se recomienda durante el partido levantarse y caminar un poco, preferentemente cada 10 ó 15 minutos.

- Si bien la siguiente recomendación no encuentra una justificación en una base científica, es importante que el espectador mire el partido con personas que no le generen situaciones de nervios, sino más bien que ante una exaltación lo tranquilice.

Y por último, desde la Fundación Cardiológica Argentina recomendamos no olvidar que se trata de un motivo de encuentro con la familia y amigos y sólo debe ser un momento para disfrutar.

DEL ENTUSIASMO AL FANATISMO

Por su parte, el psicólogo Santiago Gómez (director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva (en Internet: www.decidirvivirmejor.com.ar) opinó sobre cómo evitar pasar del entusiasmo al fanatismo por el fútbol, en especial durante el desarrollo del Mundial.

Según planteó, es normal que al comenzar el Mundial dejemos de lado nuestras diferencias políticas, ideológicas y religiosas para unirnos en un sentimiento colectivo: el deseo de que nuestro país gane el campeonato del mundo o haga un papel decoroso.

Es tan grande la pasión por el fútbol que todas las emociones (angustia, alegría, enojo) están a flor de piel, incluso, en aquellas personas que no les entusiasma mucho el fútbol pero cuando juega Argentina, dejan fluir lo que sienten gritando los goles y entristeciéndose cuando pierde.

El fanático por la Selección Argentina es una persona que manifiesta la pasión y las emociones de euforia, tristeza e ira, de manera desmedida y exacerbada. Grita, insulta y golpea frente a la frustración, cuando el equipo no gana, no juega bien o frente a los errores del árbitro. Todas estas situaciones son el móvil para que el sujeto dé rienda suelta a sentimientos profundos de malestar que están reprimidos (problemas de pareja, laborales, etc.) y los manifieste mientras mira el partido de fútbol.

LAS CÁBALAS

Algunas características que presentan estos individuos son: pensamientos absolutistas, creencias irracionales, emociones exacerbadas, baja tolerancia a la frustración, falta de control de impulsos. El temor a que el equipo pierda genera pensamientos y emociones negativos y provoca un estado de tensión y alerta que activa el Sistema Autónomo Simpático.

Surgen así síntomas físicos como: taquicardias, palpitaciones, opresión en el pecho, sudoración, etc desencadenando un cuadro de estrés y ansiedad que afecta en la salud y calidad de vida del sujeto.

En el ámbito del fútbol argentino, las cábalas se utilizan para ahuyentar la mala suerte y hacer que el equipo gane. Las mismas consisten en atribuir un poder mágico a determinados objetos o acciones, para que influyan de manera positiva en el resultado del partido. Los rituales son compartidos por jugadores, técnicos e hinchas.

Los rituales se convierten en un trastorno obsesivo, cuando el sujeto por alguna razón se ve impedido de realizar el acto de superstición y experimenta desesperación y angustia porque siente que algo malo va a suceder - como por ejemplo perder el partido - por no haber podido realizar la cábala.

Por este motivo, para vivir el Mundial con alegría tenemos que tratar de ser más flexibles, teniendo pensamientos como “me gustaría o desearía que la selección gane, pero si eso no sucede no se termina el mundo, igual puedo continuar viviendo”.

Esto significa que -si bien tenemos que ser optimistas- no hay que dejar de lado la posibilidad de que también se puede perder. Esto no es ser negativo sino realista, ya que nos ayuda a tener una actitud más saludable para tolerar la frustración sin deprimirse.

Las estadísticas señalan que en los años en los que se realiza el Mundial de Fútbol la mayor cantidad de eventos cardiovasculares se producen durante los meses de junio y julio.