Ordeño automático. La experiencia neocelandesa

Llegaron los robots al tambo

El término genérico sistema de ordeño automático (AMS, por sus siglas en inglés) se refiere a los sistemas automatizados que completan todo el proceso de ordeño sin la asistencia directa del personal de ordeño. También se los conoce como sistemas robóticos o voluntarios. ¿Sirven para nuestros tambos?

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En la Mercoláctea. El equipo fue presentado en sociedad hace un par de años en la tradicional muestra lechera.

Foto:Archivo

 

Salado,E.E.; Bretschneider, G. Maciel, M. y Scándolo, D. Áreas de Nutrición y Reproducción INTA Rafaela

Por lo general, consisten en un brete con una máquina de ordeño y un brazo robótico que coloca las pezoneras a la vaca sin intervención humana, utilizando un sistema de identificación electrónico. El término robótica se refiere al brazo robótico que lleva a cabo funciones clave del sistema.

El término voluntario se usa porque las vacas pueden elegir cuándo y en cierta medida con qué frecuencia son ordeñadas. Estos sistemas cuentan con sensores para monitorear la salud de la vaca y la calidad de leche, así como para gestionar los movimientos de la vaca de forma remota (por ej. apartar vacas para una revisación o tratamiento posterior). Además tienen la capacidad de suministrar alimento mientras la vaca es ordeñada, por lo general granos o pellets.

Hace poco más de un año se ha publicado un artículo de la Dra. Jenny Jago (Jago, 2012), investigadora Senior de DairyNZ, en el cual se discuten los implicancias del AMS sobre la mano de obra y la performance financiera de las explotaciones en Nueva Zelanda. La Dra. Jago lideró un proyecto de investigación durante nueve años cuyo objetivo era evaluar si el AMS podía integrarse a los sistemas pastoriles de producción lechera típicos de Nueva Zelanda, luego de lo cual fue dado de baja. Las principales conclusiones del mencionado artículo son:

Un pequeño y creciente número de productores son pioneros en el uso de la tecnología de ordeño automático en Nueva Zelanda en una amplia gama de sistemas de producción y tamaños. A Diciembre de 2012 había alrededor de 3000 vacas, en 10 rodeos, ordeñadas con esta tecnología.

Hay reportes internacionales contradictorios referidos al impacto del ordeño automático sobre la mano de obra. La experiencia en Nueva Zelanda es que hay un cambio sustancial en las tareas, con un uso más flexible de las horas de trabajo, más monitoreo y menos trabajo manual, pero no necesariamente una reducción de las horas de labor totales.

Mantenimiento

Al respecto cabe señalar que en un establecimiento con AMS, se emplea más tiempo en el control y mantenimiento del equipo, entrenando vacas y chequeando vacas que aparecen en los listados de atención, con una reducción en el trabajo físico. Por otro lado, para combinar ordeño automático con pastoreo, el manejo de pasturas y la asignación de forraje requieren especial atención.

Los AMS están diseñados para operar 24 hs/día y, por lo tanto, un componente esencial de la tecnología es el monitoreo remoto, el cual envía señales de alerta a teléfonos celulares cuando hay un problema técnico o con alguna vaca. En este sentido, deGier (2010) sostiene que la mayor desventaja del AMS es que uno está siempre alerta esperando el llamado del equipo y nunca sabe si su trabajo diario ha finalizado.

Financieramente, los AMS tienen mayores costos de capital y mayores costos operativos (mantenimiento, uso de electricidad y agua) comparados con los sistemas de ordeño tradicionales.

Un reciente análisis exhaustivo de los registros financieros de 63 tambos alemanes usando AMS y 337 con ordeño tradicional reportó que:

No hubo diferencias entre los dos sistemas en el total de equivalentes horas-hombre empleados, concluyendo que finalmente no hubo sustitución de trabajo por capital, como se había supuesto inicialmente.

Los costos de energía eléctrica y agua fueron 29,5% mayores en los tambos con AMS. En tal sentido, es ampliamente reportado que los costos de capital, operativos y de mantenimiento son mayores para AMS comparados con los sistemas tradicionales.

Los sistemas automatizados de ordeño se han integrado en una amplia gama de sistemas de producción en Nueva Zelanda. Sin embargo, una reducción en los costos de capital y operativos, y/o significativas ventajas en cuanto a la mano de obra, son requeridas para que haya una adopción más amplia de esta tecnología.

¿Para otras realidades?

Los AMS se originaron como una alternativa para solucionar las limitantes de mano de obra que presentaban algunos tambos familiares europeos, donde generalmente era el mismo productor quien ordeñaba. En nuestro país en cambio, en la mayoría de los tambos esta tarea se realiza a través de medieros o empleados. Por lo cual consideramos que el ordeño automatizado sería una alternativa interesante a futuro, aunque no prioritaria para resolver los problemas de mano de obra de los tambos argentinos. En tal sentido, los resultados de un reciente relevamiento involucrando 162 tambos de las distintas cuencas lecheras del país (Baudracco y col., 2014), reveló que la infraestructura de ordeño de los tambos caracterizados como Grandes (producción promedio de 5010 litros/día) se encuentra lejos del óptimo. Según los autores, este subdimensionamiento de la infraestructura impacta negativamente en los operarios, ya que genera jornadas laborales más extensas y mayor esfuerzo por persona, lo que predispone a una frecuente rotación de mano de obra en los tambos. Por lo tanto, mejorar las condiciones de trabajo, con infraestructura e instalaciones que permitan minimizar la rutina de ordeño (callejones abovedados con mejorado, corral de espera de cemento y amplio, puerta guillotina y arreador automático, relación vaca ordeño/unidades ordeño.

Nuevas tecnologías para el tambo

Miguel Angel TAVERNA (INTA Rafaela)

  • Automatización, robótica, teleinformática, tecnologías de precisión, energías renovables y autosuficiencia energética, son algunas de los desafíos tecnológicos que se pretenden integrar y evaluar en un proyecto de investigación bajo un enfoque de sistema de producción.

Se trata de un proyecto que tiene entre sus principales líneas de trabajo la adaptación y validación de la tecnología conocida internacionalmente como “Sistema de Ordeño Voluntario” (VMS), cuyo componente central es un robot que aplica las prácticas de rutina (lavado, secado y desinfección de los pezones, detección de mastitis, etc), ordeña las vacas, lava las pezoneras entre vacas ordeñadas y capta, almacena y procesa automáticamente información productiva y sanitaria de cada animal.

La robótica aplicada al ordeño es una tecnología ya madura (más de 20 años de experiencia). Hoy existen en el mundo más de 30.000 tambos comerciales con esta innovación, la mayoría en sistemas estabulados. Su inserción en tambos pastoriles es más reciente (los primeros trabajos datan de 2007-2008) y de mayor complejidad. Por este motivo, en distintos países se están desarrollando estudios para su adaptación y validación local.

En este marco, un Convenio de Vinculación Tecnológica recientemente firmado entre el INTA Rafaela (Centro Regional Santa Fe) y la empresa DeLaval SA permitirá evaluar esta tecnología en un sistema pastoril intensificado.

Los principales desafíos de la investigación pasan por definir qué mecanismos de incentivo utilizar para que las vacas voluntariamente pasen por la unidad de ordeño robotizado. Lograr agilizar la circulación y mejorar la accesibilidad de las vacas al robot. Y minimizar el comportamiento gregario del rodeo, tratando de que el robot trabaje gran parte del día, evitando momentos de saturación y ociosos.

Se trata de un proyecto de investigación a cinco años. El primero será de aprendizaje y ajuste. En los siguientes -y una vez que esté funcionando de manera estabilizada- se evaluarán indicadores técnicos, ambientales, sociales y económicos del sistema. Si bien el proyecto contempla instalar un solo VMS (que se estima capaz de operar con aproximadamente 60-70 vacas) esta cantidad es modulable en función del tamaño de rodeo a ordeño.

Por último, se hará una fuerte apuesta al componente de formación de estudiantes de grado y postgrado, profesionales y técnicos contemplando la calificación necesaria para los trabajos de mantenimiento y reparación que requerirá