Una verdadera pasión (primer bocado)

Una verdadera pasión (primer bocado)

Para delicia de chicos y grandes, nuestro chef nos trae en esta oportunidad postres y preparaciones llenas de chocolate.

 

Por Pedro Elías.

La palabra chocolate, deriva del término “náhuatl chocolatl”. Este producto se obtiene a partir del fruto del árbol del cacao y es utilizado como condimento y como ingrediente de diversas clases de dulces y bebidas.

Los aztecas fueron los primeros consumidores de cacao. Con sus frutos maduros y tostados preparaban una bebida que era elaborada para los nobles, el emperador y los guerreros. Según cuentan algunos historiadores, dicen que a Moctezuma le servían una bebida de cacao en copas de oro y agregan que lo hacían por que tenia ciertos poderes afrodisíacos.

A falta de vino, los invasores españoles comenzaron a tomar esta bebida, así descubrieron que, cuando lo tomaban, podían viajar todo el día sin cansarse y sin tener que comer otra cosa.

Este brebaje, en un primer momento, resultó para los conquistadores algo picante y amargo, poco agradable al paladar. La razón era que se prepara con chile, el ají de la mala palabra, o hirviendo en agua los granos de cacao molidos y mezclándolo con harina de maíz, diversas especias o miel.

Para eliminar su sabor amargo, los españoles le incorporaron azúcar de caña y así lo introdujeron en España. Casi un siglo después, se conoció en el resto de europa.

Este majar de los dioses nos brinda una cantidad importante de carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas y minerales. A menudo se emplea como fuente de energía rápida. En la gastronomía es empleado en muchas preparaciones, tanto dulces como saladas. El chocolate con leche, al que se añade manteca de cacao, es uno de los más populares. Hay distintas clases de chocolate dependiendo de la cantidad de cacao, manteca de cacao, leche y azúcar que contengan.

El chocolate se utiliza también en México como condimento para elaborar algunas de las salsas más exquisitas de su gastronomía. Ya sea blanco o negro, no deja de ser una verdadera pasión. La semana que viene les voy a explicar por qué digo que es un manjar de los dioses.

PASTEL DE CHOCOLATE

Remover 100 gr. de chocolate cobertura amargo con 2 cucharadas de agua en un recipiente sobre fuego lento, hasta que se haya derretido. Retirar el recipiente del fuego e incorpore 100 gr. de manteca y 3 yemas de huevo sin dejar de batir. Finalmente, incorporar 150 gr. de azúcar, 30 gr. d harina y esencia de vainilla.

Si en este momento la mezcla parece cortarse (el chocolate se endurece en contacto con los ingredientes más fríos), poner el recipiente en un baño María y seguir removiendo hasta que la mezcla quede ligada de nuevo.

Batir 3 claras de huevo con una pizca de sal a punto de nieve. Agregar la tercera parte de la preparación a la mezcla de chocolate y, una vez bien integrada, agregar el resto.

Verter en un molde savarín enmantecado de 1 lt. de capacidad. Poner el molde en un baño de maría con agua caliente cuya altura casi debe alcanzar la del molde y cocer en el horno precalentado a 180ºc durante 40 minutos. Dejar enfriar ligeramente y volcar el molde en una fuente de servicio, no retirar hasta el momento de servir. Enfriar en la heladera durante una hora. Preparar una crema chantilly y decorar el postre.

FONDUE DE CHOCOLATE Y AVELLANAS

Rallar 300 gr. de chocolate en barra. Colocarlo en una cacerola junto con 300 gr. de crema de leche, 50 cc. de leche y 60 gr. de miel. Calentar a fuego suave hasta que se funda totalmente revolviendo con una cuchara de madera. Agregar 60 gr. de avellanas picadas bien chicas. Servir con tenedores para fondeu y con manzanas, bananas, kiwis, pera y mandarinas cortadas en dados y con masitas secas.

SALSA DE CHOCOLATE

Rallar 150 gr. de chocolate amargo. En una olla colocar 150 cc. de agua y agregar el chocolate. Llevar al fuego y remover con cuchara de madera hasta que se derrita y se mezcle. Agregar 70 gr. de manteca y 40 gr. de azúcar negra. Dejar que comience a hervir y a partir de allí remover hasta que los ingredientes se integren bien. Seguir calentando a fuego suave, removiendo bien hasta que la mezcla se espese. Mantener esta mezcla tibia para acompañar helados, tortas, postres, frutas, etc.