Reclamo en el norte de la ciudad
Hace 4 años que piden la conexión a la red de gas
Son 40 familias que viven en dos manzanas del barrio UPCN La Esmeralda y que iniciaron el trámite formal en febrero de 2010. Las otras manzanas cuentan con la conexión a la red.
Preocupados. Los vecinos le contaron a El Litoral que presentaron notas ante la Cooperativa Setúbal -que tiene la concesión del área-, Litoral Gas y Enargas para intentar destrabar el problema. Foto: FLAVIO RAINA
De la Redacción de El Litoral
Lo que parecía un trámite sencillo, solicitar la conexión a la red de gas natural que pasa por la zona, se convirtió en una espera interminable para 40 familias del barrio UPCN La Esmeralda. “Nos sentimos discriminados porque el resto de los vecinos tiene gas natural”, contó Abel Siebenhaar, que esta mañana estaba acompañado por un grupo de vecinos que padecen el mismo problema.
Es que son sólo dos manzanas las que no están conectadas a la red. En Aristóbulo del Valle y Carlos Leumann, por ejemplo, los vecinos que están en la esquina sur tienen gas de red, pero los de la esquina norte no. Y lo mismo pasa en todas las viviendas de esa cuadra hasta Callejón Funes.
En febrero de 2010, los vecinos presentaron una nota formal a la Cooperativa Setúbal para pedir la conexión (las conversaciones habían comenzado antes, por eso la gente dice que hace cinco años que espera el gas natural). En ese momento, les dijeron que para el invierno ya deberían estar las conexiones hechas.
Pero el trámite se fue trabando. En las notas que guardan en los folios de una prolija carpeta, los vecinos documentaron cada demora y tienen una hipótesis: para poder sumar estas conexiones la Cooperativa Setúbal necesita -por disposición del Ente Nacional de Regulación del Gas (Enargas)- cambiar un regulador en la estación de la plaza Chaplin, cerca de la costanera.
“En el caso de la Cooperativa Setúbal, el Enargas le remitió constantes intimaciones para que regularice la situación de la Estación Reguladora ubicada en plaza Chaplin, advirtiéndole que en esta situación el sistema operado por la cooperativa no puede garantizar el suministro a los clientes existentes y menos aún incorporar clientes nuevos”, explican los vecinos, en una nota que entregaron a El Litoral.
En febrero del año pasado, los vecinos pensaron que el problema se solucionaba, cuando la cooperativa les entregó un presupuesto que calculaba cuánto debían aportar para cada conexión domiciliara (unos 3.600 pesos por vecino). Pero la obra, a pesar de que la gente se comprometió a pagarla, no se realizó. “Nos sentimos rehenes de esta situación y hay un incumplimiento manifiesto de la cooperativa, que es la que tiene la concesión de esta zona”, concluyó Siebenhaar.
El Litoral habló con referentes de la Cooperativa Setúbal, quienes señalaron que comprendían el reclamo de los vecinos y que luego de una reunión con funcionarios del municipio estaban dispuestos a analizar la situación de esta obra.
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