Un bien ganancial que el vicepresidente no incluyó en su divorcio

Boudou se defiende por escrito en la causa del auto flojito de papeles

Esta vez no hubo apoyo de los militantes kirchneristas, como cuando declaró en la causa Ciccone. La estrategia de la defensa es demostrar que en la falsificación de documentos no hubo beneficio económico para el funcionario.

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Ingresó a bordo de un auto al subsuelo del edificio para esquivar a los periodistas y las cámaras que le aguardaban desde temprano. Por segunda vez en un par de meses declaró ante la Justicia el vicepresidente.

Foto: Dyn

 

De la redacción de El Litoral

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El vicepresidente Amado Boudou presentó hoy un escrito ante el juez federal Claudio Bonadío en los tribunales de Retiro, en la causa donde se lo investiga por poseer un auto con supuesta documentación falsa.

El funcionario estuvo media hora en el edificio de Comodoro Py 2002 y se retiró sin hacer declaraciones a la prensa, a diferencia de cuando estuvo la anterior oportunidad, en la investigación por el caso Ciccone donde está procesado.

Esta vez la cita en tribunales fue más discreta: ni militancia, ni banderas, ni bombos, ni escenario portátil, ni equipos de sonido, ni cámaras, ni jirafas para transmitir en directo por TV, como ocurrió la última vez cuando compareció ante el juez Lijo, en la causa Ciccone.

El titular de la Cámara de Senadores fue indagado el 6 de julio pasado por el juez federal Ariel Lijo, que lo procesó por el caso de la imprenta. Ahora, corre el riesgo de que le ocurra lo mismo, pero por una causa de otro tipo.

Bonadío quería interrogarlo para investigar la introducción de datos y firmas falsas en los papeles de un viejo automóvil que el vicepresidente, compró hace 20 años. El vicepresidente pidió responder por escrito, lo que fue aceptado por el magistrado.

Gestores procesados

Bonadío venía investigando a Boudou desde hacía cinco años y ya lo había citado a indagatoria en febrero de 2011, medida que luego suspendió. Ahora reactivó la causa, luego de procesar hace dos años a los gestores que intervinieron en la operación.

Ésta es la clave de la defensa de Boudou: sostener que no tuvo beneficios por anotar ese auto con papeles apócrifos, que el trámite lo hicieron estos gestores, que fue ajeno a todos los pasos que se hicieron para regularizar ese vehículo, que compró en 1993 y cuya propiedad intentó regularizar en 2003.

La causa se inició en 2009 cuando María Graciela Taboada de Piñero, titular del Registro de la Propiedad Automotor Nº 2 de la Capital, denunció que tras una auditoría comprobó que eran apócrifos los papeles de ese vehículo registrado allí.

La mujer advirtió que había problemas con la documentación relacionada con el cambio de jurisdicción del auto de provincia a Capital. El dueño anterior del auto era Cayetano Campione, que vivía en Moreno, pero luego, cuando el auto se patentó en Capital, Boudou fijó un domicilio inexistente.

En 1997, Campione hizo una denuncia de venta: señaló que cuatro años antes había vendido el vehículo a la concesionaria marplatense Atlántica Automotores, donde lo compró Boudou.

En 2003, Boudou comenzó el trámite para cambiar la radicación del auto. Estaba en Moreno y el vicepresidente quería mudarlo a Capital. Sus gestores intervinieron para cambiar la radicación. En el formulario 04, la firma de Boudou es verdadera. Pero el domicilio fijado es Berón de Astrada 2708, en Barracas, que es inexistente.

Firma falsa en el 08

La defensa de Boudou ya señaló que en otros trámites de cambio de jurisdicción realizados en este registro se usó la misma dirección que no existe, lo que hace pensar que es un modus operandi de la misma organización para anotar autos con datos falsos.

El Honda tiene además dos números de motor: el que figura en los documentos y el estampado en el auto, que fue colocado nuevo en 1995 porque el original se fundió.

En el formulario 08, con el que se transfirió el Honda, se incluyó una firma falsa de Boudou. También los registros de verificación policial son falsos y hay problemas con los sellos de la documentación.

Un coche deportivo

Al auto en cuestión lo manejaba Agustina Seguín, ex pareja de Boudou. Hoy está arrumbado en un depósito policial. El Honda Civic CXR Del Sol es rojo, un auto deportivo japonés, convertible, con techo eléctrico.

Su patente original era B 2.423.822 y actualmente es WYT 716. Aunque no es parte de la investigación de la causa, las fechas y los datos dejan en claro que el convertible rojo japonés era un bien ganancial del matrimonio entre Boudou y Daniela Andriuolo. Y que el funcionario evitó declararlo.

Culpó a los gestores

Tras presentar su defensa por escrito ante el juez, el vicepresidente Amado Boudou aseguró hoy que “resulta obvio” que su accionar no tuvo como motivación “ocultar el bien, sino, todo lo contrario”.

Según se informó a través de un comunicado de prensa, la causa “se refiere a un automóvil Honda que adquirió Boudou en noviembre de 1993 sin que esté en duda la adquisición y la titularidad del vehículo”.

En el mismo documento, se señaló que “puesto que el vehículo era usado, al realizarse la transferencia a su nombre, los gestores encargados falsificaron la firma y fraguaron el DNI, hechos que están peritados y probados en la causa”.

“Dado que el trámite de transferencia tiene por objeto poner el automóvil a nombre de Amado Boudou, resulta obvio que no ha tenido como motivación ocultar el bien, sino, todo lo contrario”, concluye el comunicado.

Dos nombres y el dinero K

El diario Clarín, con la firma del periodista Daniel Santoro, cita un “reporte de operación financiera sospechosa del gobierno de las islas Seychelles” que afirma que “son dos argentinos” los dueños de Aldyne, “la empresa madre de la ruta del dinero K, son dos argentinos”, según revelaron fuentes judiciales a ese medio.

“El reporte en inglés se llama Suspicious Activity Report (SAR) y ‘asegura que el corredor de bolsa Jorge Antonio Galitis y un abogado’ -que este diario no puede nombrar por un amparo judicial- son los beneficial owners de Aldyne”, cita el matutino.

Está fechado el 23 de agosto del año pasado, “es decir unas semanas después de que estallara el escándalo en el programa de TV de Jorge Lanata que menciona a esa firma como parte de la ruta del dinero K. “Aunque el reporte los presenta como propietarios, seguramente los nombrados representarían al verdadero dueño que se oculta tras estas empresas pantalla”, señala.

“Clarín llamó dos veces ayer a Galitis para conocer su versión del caso. Galitis primero se quejó porque este periodista lo llamó al número de teléfono de su empresa Amirante, Galitis y Asociados que figura en la página web de su firma y luego respondió con una negativa: ‘Aldyne, no sé de qué me está hablando. No la conozco. No tengo más que decir. Hablé con mi abogado Carlos Negri’, respondió tajante”, dice el diario citado.

“En cuanto al otro argentino, un abogado vinculado al caso Lázaro Báez, Clarín no lo puede identificar porque interpuso una medida cautelar ante un juez de instrucción que prohibió nombrarlo en este diario. Los abogados de Clarín apelaron la cautelar ante la cámara nacional en lo civil porque afecta la libertad de prensa”.