Esta mañana, en barrio Transporte

Buscaban una moto robada y hallaron un búnker de drogas

  • Ocurrió en un inmueble de Pavón al 2800. Los agentes hallaron tres kilos de marihuana y otros tantos de cocaína. También un arma de fuego de grueso calibre. Hay un detenido.
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El inmueble allanado tenía instalada una cámara que filmaba el exterior.

Fotos: Danilo Chiapello

 

Danilo Chiapello

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Agentes policiales descubrieron hoy un búnker de drogas, el que funcionaba en un inmueble de barrio Transporte, donde se secuestró gran cantidad de estupefacientes (marihuana y cocaína), un arma de fuego y se detuvo a una persona.

En realidad semejante hallazgo fue la impensada derivación que tuvo una investigación policial por el robo reciente de una moto.

Siguiendo el hilo de dicho ilícito personal de la sección Sustracción Automotores llegó hoy hasta una finca, ubicada en Pavón al 2800, esto es, en la zona norte de la ciudad, para concretar un allanamiento. Pero ni bien irrumpieron en la propiedad, los uniformados cayeron en la cuenta de estar en presencia de una “cueva” donde se comercializaban drogas.

Pese a que la vivienda en cuestión es una construcción precaria, la misma contaba con una cámara de filmación que permitía observar lo que pasaba en el exterior.

También una de las paredes presentaba un orificio de pequeñas dimensiones, por donde se sospecha que se hacía el clásico “pasamanos”, entre los narcos y sus clientes.

Teníamos información

“Desde hace algún tiempo, teníamos información de que en este lugar se podrían estar ocultando motovehículos robados”, dijo hoy Walter Doldán, jefe de la sección Sustracción Automotores. “Entonces gestionamos un pedido de allanamiento a través del fiscal Sergio Elvira y el juez Eduardo Pocoví, quienes nos suministraron todos los recaudos legales.

Esta mañana, minutos antes de las 8, vinimos junto a personal de la Guardia de Infantería. Pero cuando los hombres irrumpen advierten que dentro de la casa había una cámara que filmaba todos los movimientos que se producían en el exterior de la casa. También observaron que sobre una cama y en otras dependencias había material estupefaciente y un arma de fuego. En concreto, los clásicos “panes” o “ladrillos” de marihuana, además de las denominadas “bochitas” con cocaína.

Así las cosas suspendimos la operación y procedimos a convocar al personal de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones (Drogas).

Si bien al cierre de esta edición los peritos de dicha repartición continuaban con las tareas de recuento y pesaje, trascendió que lo incautado rondaría los 3 kilos de marihuana y 3 de cocaína.

Gran parte del material secuestrado se encontraba fraccionado y listo para su comercialización, según explicó el jefe policial.

En cuanto al arma de fuego, Doldán refirió que se trata de una pistola Bersa Thunder, calibre 40, la que es considerada como arma de guerra.

Desde el lugar, los uniformados trasladaron al ocupante de la vivienda, un hombre de 50 años, el que quedó a disposición del fiscal federal.

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En una de las paredes de la vivienda había un orificio, por donde se cree se realizaba el “pasamanos” con los estupefacientes.