Proyecto Emigrante

“PARADOJA” CON POÉTICA PROPIA

El espectáculo hará su breve temporada en la Sala Marechal del Municipal. Acaba de obtener el Premio de Coproducción en Artes Escénicas 2014 otorgado por el Ministerio de Innovación y Cultura.

“PARADOJA”  CON POÉTICA PROPIA

En la escena. Algunos de los integrantes de Proyecto Emigrante: Nicolás Frontuto, Ignacio Brasesco, Lucía González, Lucía Bonanzea y Pablo Minen. Foto: Flavio Raina

 

De la redacción de El Litoral

Proyecto Emigrante es un proyecto de puesta en escena construido desde diferentes corrientes teatrales, musicales, cinematográficas y circenses que toma como punto de partida “la fragmentación” como concepto y desde ahí construye su propia poética.

Todas las producciones realizadas son de composición propia, construidas mediante el aprendizaje colectivo con técnicas diversas destinadas al abordaje de una temática puntual, resultando indispensable trabajar sobre pilares como la exigencia, la tolerancia, la disciplina técnica y la autocrítica.

Las experiencias escénicas realizadas por Proyecto Emigrante son “Vicio del Vacío” con temporada 2013 en la Sala Moreno y su última producción “Paradoja” estrenada el sábado 7 de Junio en el Centro Cultural Provincial, que ahora se ofrecerá en su nueva temporada en la Sala Marechal del Teatro Municipal los viernes 1º y 8 de agosto, a las 22, y el domingo 31 del mismo mes, a las 21.

La estética

Según sus hacedores, “Paradoja” se destaca por una fuerte impronta cinematográfica. La música responde al código propuesto por el montaje, orillando patrones de banda sonora como género estético, la plástica y la actuación hacen lo propio, redefiniendo el espacio escenográfico.

El universo que busca “Paradoja” desde su espacialidad, es la incorporación del espectador de manera activa presentando conflictos simples que disparan hacia universos complejos, a debates del “yo” y del “ello”, a una intrincada conversación con la identidad.

Esto tiene que ver con el objetivo del Proyecto Emigrante: “Tratar de realizar un trabajo de investigación e innovación de la escena contemporánea valiéndose de otras ramas artísticas como la música, la plástica y el cine, con el fin de establecer un relato ‘rayuela’ en el que el espectador se sienta parte importante del hecho creativo”.

La trama

En la historia narrada por el espectáculo, los hermanos físicos químicos matemáticos, Antoin e Igor, desempeñan su trabajo de investigación y experimentación en la universidad como todos los días. Un día como cualquier otro, son citados por el decano para hacerles una propuesta. Este ofrecimiento marcará la distancia entre uno y otro. El decano hará entrega a Antoin de un reloj en forma de agradecimiento por el desempeño en el departamento de ciencias exactas y les dirá a ambos que tienen veinticuatro horas para decidir quién lo sucederá en su cargo.

La interpretación que hace Igor sobre el hecho, lo llevará a sacar cuentas que Antoin será el próximo decano. En su afán de poder, Igor hará lo posible para que el decano cambie de opinión, aunque tenga que traicionar a su hermano; hecho que será consumado provocando en Antoin un shock emocional. Ese limbo será para Antoin su realidad. Dentro de este nuevo mundo comenzará a buscar respuestas sobre la decisión de Igor.

Las interpretaciones de la traición, según los integrantes de la propuesta: lo que para uno es un cambio de cognición para el otro sólo es un detalle en su cotidianeidad. Para ello deberá atravesar desechos oníricos, espacios de no derechos, desplazamientos emocionales y encuentros desafortunados con la conciencia.

Los integrantes

Actúan en escena Lucía Bonanzea, Sofía Mansor, Lucía González, Ignacio Brasesco y Nicolás Frontuto, a cargo también de la escenografía y la dirección general del espectáculo. Los músicos son Pablo Minen (batería) y Esteban Mannarino (bajo).

El director de proyecciones es Patricio Agusti; el vestuario y maquillaje de Fernanda Gonzalvez y diseño gráfico de Ignacio Casablanca. La iluminación es de Oscar Heit.