Tiene leucemia y vive en un asentamiento precario

Santiago sigue esperando una casa

En enero, El Litoral contó la situación por la que atraviesa un chico de 9 años de barrio El Pozo. Sus padres están desesperados y vuelven a pedir ayuda porque con la crecida del río la salud del pequeño corre más peligro.

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El deseo de un chico. El 19 de diciembre, Santiago cumplirá 10 años. Cualquier chico pediría de regalo un juguete de moda. Santi, en cambio, añora un lugar donde vivir en mejores condiciones junto a dos hermanos y sus padres.

Foto: Flavio Raina

 

Mónica Ritacca

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El 17 de enero, El Litoral dio a conocer la historia de Santiago Figueroa, un nene de 9 años que padece leucemia linfoblástica aguda y, por prescripción médica, no puede habitar en el asentamiento que años atrás se formó en la zona de la playa Los Alisos, en barrio El Pozo. Al día siguiente de la publicación, su madre recibió varios llamados que aliviaron su preocupación. Y hubo uno que estuvo por encima de todos: un funcionario del área de Acción Social de la Municipalidad le prometió una casa en el Plan Santa Rita II, que se recuperó luego de haber sido usurpado por la Corriente Clasista y Combativa en 2012.

A seis meses de la publicación, El Litoral concurrió de nuevo a la precaria casa donde habita Santiago. Por segunda vez en el año, escuchó la desesperación de una madre. Y es lógico: con la crecida del río, la salud del nene corre más peligro que el habitual.

“Santiago en estos momentos está haciendo quimioterapia. Sus defensas están bajas y tengo temor a que se enferme o se agarre un virus. De hecho no está yendo a la escuela. Realmente necesitamos una vivienda digna, donde sea, para poder brindarle una mejor calidad de vida. No podemos comprar una casa por nuestra condición humilde, por eso es que la pedimos”, dijo Elsa Valenzuela -empleada doméstica-, la mamá.

El padre de Santiago, José Luis Figueroa -mecánico de autos-, agregó que tan seria parecía la promesa de enero que hasta había comenzado a desarmar un galpón de chapas donde repara autos. “Cuando sale publicada la nota nos dijeron que en 45 días tendríamos la casa en Santa Rita II. Una semana después, la persona que nos la prometió dejó de atendernos el teléfono. Todo quedó en nada”.

La enfermedad de Santi

A Santiago le diagnosticaron la enfermedad cuando tenía 4 años. Estaba anémico y ése fue uno de los indicios que hicieron primero sospechar la leucemia y segundo confirmarla. A los 5, inició tratamiento de quimioterapia y rayos por bastante tiempo; pero en marzo del año pasado tuvo una recaída. Actualmente, según el informe del área de Servicio Social del Iturraspe, Santiago atraviesa la cuarta etapa del segundo tratamiento de quimioterapia.

La leucemia linfoblástica aguda es un cáncer que se inicia en un tipo de glóbulo blanco llamado linfocito en la médula ósea, la parte suave del interior de los huesos en donde se forman las nuevas células de la sangre.

Las células leucémicas usualmente invaden la sangre con bastante rapidez y se pueden propagar a partes del cuerpo como ganglios linfáticos, hígado, bazo, sistema nervioso central -el cerebro y la médula espinal- y los testículos en los hombres.

El término “agudo” significa que la leucemia puede progresar rápidamente y que si no se trata puede ser fatal. “Linfoblástica” significa que se origina en las primeras etapas -o inmaduras- de los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. A manera de síntesis, la leucemia linfoblástica aguda es un tipo de cáncer por el que la médula ósea produce demasiados linfocitos inmaduros (un tipo de glóbulo blanco) y es el tipo de cáncer más común en los niños.

El Litoral accedió a los escritos médicos que certifican que el chico no puede vivir en un asentamiento precario a la vera del río, por lo que la necesidad de atender el caso es urgente.

 

El dato

Desde la Municipalidad

Del área de Acción Social de la Municipalidad confirmaron a El Litoral que hubo un intento de relocalizar a la familia de Santiago pero que ésta se negó ya que no estaba dispuesta a erradicar el taller mecánico que tiene José Luis en El Pozo, en el mismo predio de su casa. “La familia vive en una zona que se anega con las crecidas y por lo tanto les dijimos que para darles una vivienda era necesario desmontar toda esa estructura y así evitar que llegue una nueva familia”, explicó Hugo Marchetti. Y agregó: “Pero el hombre dijo que eso era imposible ya que ese es su lugar de trabajo”.

Por su parte, el padre de Santiago, José Luis Figueroa, niega la versión oficial y sigue esperando ansiosamente la vivienda prometida.