En la zona que va del balneario al Garello

Advierten sobre puntos vulnerables en el terraplén que protege Rincón

  • Hay vecinos que piden que se refuerce la defensa en la zona de la Acería, que se reparen los pozos en el coronamiento y que se realicen tareas de desmalezamiento y relleno de socavones.
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Sector crítico. En lo que era el viejo muelle de la Acería, hay sólo unas piedras que protegen contra la erosión del río. Unos metros al norte, la defensa está mucho mejor consolidada con malla geotextil y ladrillones.

 

De la Redacción de El Litoral

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Mejorar y proteger el sistema de defensas contra inundaciones es uno de los desafíos centrales de la ciudad de Rincón. Es un tarea que abarca un área de más de 20 kilómetros de terraplenes —si se cuenta Colastiné Norte, ya en Santa Fe— en donde hay problemas de mantenimiento pero también una alta responsabilidad de los propios pobladores en los daños, ya que circulan con sus autos, mueven sus animales y también tiran y queman basura sobre el talud.

En caso de una crecida extraordinaria, que supere los 7 metros —algo que no sucede desde 1998 y un riesgo que hay que tener en cuenta en el horizonte— es fundamental que toda la defensa esté en condiciones —también la infraestructura de estaciones de bombeo y desagües— porque si colapsa un sector o se produce una brecha, el agua puede afectar a un gran número de familias y no sólo a quienes viven allí.

Por eso, un vecino que recorre a diario en Rincón el tramo que va del balneario a la Acería advierte que hay un punto muy vulnerable en lo que era el viejo muelle de la fábrica. “Aquí el río Ubajay pega con mucha fuerza y sólo se colocaron algunas piedras, hace algunos años, para reforzar el talud húmedo. El problema es que están flojas y faltan muchas, y hay erosión”, señala Daniel Pérez, que vive pegado al terraplén.

A pocos metros de este lugar, yendo hacia el balneario, está uno de los tramos más prolijos de la defensa. En ese lugar, la defensa no es sólo un refulado de arena: se colocó una malla geotextil con ladrillones para reforzar un tramo en el que el río corre. “Lo que pedimos es que se extienda ese sistema a toda la curva que hace el río, y que ahora se coloquen bolsas en el sector de piedras por el riesgo de que produzca una crecida más importante por las inundaciones en Paraguay y por las lluvias que se pronostican para la primavera”, insiste Pérez.

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Coronamiento. La gente usa la defensa como una calle y eso genera profundos socavones cuando llueve, lo mismo que el paso de los animales. Uno de los desafíos de Rincón será planificar una obra más sólida para este tramo. Foto: FLAVIO RAINA

El Litoral recorrió el sector y también advirtió las mismas dificultades que en otros sectores del anillo defensivo: hay pozos en el coronamiento, muchos aromitos que crecen sobre el talud —y que pueden ser arrastrados por el río, lo que genera socavones—, algunas cárcavas y mucho tránsito de animales, una cuestión que se relaciona con las características de la gente de la Costa, en donde hay vecinos que crían ganado y fabrican ladrillos en predios cercanos a las defensas. “Pero aquí estos problemas son más graves porque es un sector en el que río corre con fuerza. El municipio debe pedir que se haga una obra para esta zona. Basta de parches, este tramo necesita una solución definitiva”, plantea Pérez, que hace siete años que presenta notas al municipio rinconero —antes Comuna—, a la Dirección de Hidraúlica de la provincia y al Ministerio de Aguas para que consolide y repare esta zona de la defensa.

El viernes pasado, el intendente de Rincón, Carlos Sánchez, recibió a El Litoral para analizar las vulnerabilidades de la ciudad ante crecidas y lluvias intensas (ver nota del sábado 26 de julio: “Rincón: hay 3.000 personas que viven en zonas de riesgo hídrico”). En relación a esta zona de las defensas, los funcionarios del municipio contaron que realizan relevamientos y reciben informes de especialistas del Ministerio de Aguas.

Al momento de pensar el futuro de este sector, aparece la necesidad de consensuar pautas con los propios vecinos —que cruzan sus animales por el terraplén o queman basura y restos de poda— y los límites presupuestarios para encarar una obra más definitiva en este tramo, que debería ser acordada con el Ministerio de Aguas de la provincia que es quien tiene la responsabilidad de mantener el anillo defensivo. 

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Dos problemas. Hay aromitos que crecieron sobre el talud de la defensa y que pueden generar socavones cuando son arrastrados por el río. También hay basura en varios tramos del terraplén. Fotos: FLAVIO RAINA

Obras en las defensas

  • A fines de junio, el gobierno licitó la obra de restitución y protección del talud sumergido del terraplén Garello, ubicado en la zona de la toma de agua del río Colastiné. Los trabajos tienen un presupuesto oficial de $ 13.091.972,50, pero las dos empresas que presentaron ofertas estimaron el monto de la obra en más de $ 18 millones. El año pasado, también se licitaron trabajos de relleno de cárcavas y limpieza de los canales colectores, que realizó la empresa Pilatti.

Hasta el momento no hay nuevos trabajos de mantenimiento previstos para el anillo defensivo, pero funcionarios del área le adelantaron a El Litoral que cuando baje el agua se analizará si es necesario reforzar otros sectores del terraplén. Pero habrá que ver cómo se comporta la Cuenca del Paraná en un escenario de lluvias más intensas —se pronóstica un Niño de leve a moderado— que podría llegar con un río más alto que lo normal.