Novedoso fallo

Obligados a leer “El Principito” en los Tribunales

  • Son padres separados en situación de conflicto por la tenencia y el contacto con sus dos hijos. El juez argumentó que el rol del Estado no se agota en el dictado de una sentencia, sino que debe velar por los derechos de los chicos.

Emerio Agretti

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Prensa Tribunales

Durante un mes, Cristian Pappalardo y Nancy Caminero deberán concurrir, todos los lunes por la mañana, a la Sala de Trabajo Social de los Tribunales de Rosario; cada uno de ellos llevando al hijo que tiene en custodia, luego de la separación del matrimonio. La disposición judicial es a los efectos de garantizar el contacto de los dos chicos con sus progenitores, cosa que hasta ahora se vio obstaculizado por acción de la madre. Pero después de la reunión -y además de contar con asistencia terapéutica-, los integrantes de la fallida pareja deberán permanecer una hora más en el lugar, a los efectos de leer la Convención de los Derechos del Niño, “Ética para Amador” de Fernando Savater, y “El Principito”, de Antoine de Saint Exupéry, obras que estarán a su disposición en la propia Sala de Trabajo.

La poco usual decisión del juez Ricardo Dutto, del Tribunal de Familia Nº 5 de Rosario, fue tomada como resultado de las dificultades para concretar el régimen de visitas oportunamente resuelto, y al final de un complejo recorrido, que incluyó devolver la custodia del mayor de los chicos (de 13 años) a su padre -luego de habérsela quitado y otorgar la guarda provisoria a un hermano suyo- y garantizar la concreción de los encuentros semanales con el menor (de 7), que vive con la madre, si fuese necesario a través de la fuerza pública.

Al analizar las alternativas del caso, el juez advierte que “el incumplimiento del régimen de comunicación coloca en entredicho la eficacia del Poder Judicial para hacer efectivos los mandatos que imponen deberes jurídicos no fungibles de contenido familiar. En el caso, no se verifican causas graves que permitan postergar el derecho de rango constitucional de los niños a mantener un adecuado contacto con el progenitor no conviviente”.

Al respecto, el magistrado toma nota también de la jurisprudencia de la Corte Nacional, en el sentido de que “es función elemental y notoria de los jueces hacer cesar, con la urgencia del caso, todo eventual menoscabo que sufra un menor en sus derechos constitucionales, para lo cual dicha supervisión implica una permanente y puntual actividad de oficio”.

Interés e idoneidad

Habida cuenta de esta responsabilidad y de los sucesivos incidentes de la causa, al juez le resulta evidente “el obstáculo materno al no asistir junto con su hijo a los encuentros programados y así impedir al padre tomar contacto con su hijo, además de obstruir el contacto entre los hermanos por fuera del ámbito escolar, priorizando su conducta conflictiva frente al mejor interés de los niños, frustrando la tutela judicial efectiva”.

Declarando la finalidad de reforzar el mejor interés de los chicos, contemplado en la Convención sobre los Derechos del Niño, y entendiendo a su bienestar con “la más amplia acepción del vocablo” y en atención a que ese interés se define por las necesidades que les son propias “en cada momento de la historia y de la vida”, Dutto considera razonable exigir la concurrencia materna junto con el niño cuyo cuidado detenta a los encuentros programados en la Sala de Trabajo Social “bajo apercibimiento de ser conducida por la fuerza pública”.

De la misma manera, y “para la mayor comprensión del significado y reconocimiento de sus hijos menores como persona, la aceptación de sus necesidades y la defensa de los derechos de quien no puede ejercerlos por sí mismos, como forma de exigencia mínima de entendimiento de la crianza, educación y orientación de aquellos”, dispone que, finalizados los encuentros, “los progenitores deberán permanecer, por espacio de una hora, en la lectura de la Convención de los Derechos del Niño (art. 1 al 31), “Ética para Amador” de Fernando Savater y “El Principito” de Antonie de Saint Exupéry, ejemplares que estarán a su disposición en la Sala de Trabajo Social”.