La muerte del dirigente más influyente de la historia del fútbol argentino...
La muerte del dirigente más influyente de la historia del fútbol argentino...
El líder de la pelota y sus vínculos con Santa Fe
Tuvo pares como Corral, Malvicino e Italo Giménez, con los cuáles creció como dirigente. Germán Lerche fue el que más cerca estuvo y otros se pararon en la vereda de enfrente, como José Vignatti.
Julio Grondona visita la sede de Unión y al presidente de ese entonces, Juan Leonardo Vega. Foto: Archivo El Litoral
Enrique Cruz (h)
No quiero convencer a nadie y seguramente muchos discutirán este concepto. Pero ayer murió el hombre más importante e influyente de la historia del fútbol argentino, el mejor aún en las profundas miserias de sus errores, que naturalmente fueron muchos, el que quiso y se convirtió en un verdadero líder del fútbol argentino y el que por querer manejar todo, se convirtió muchas veces en un “monarca” al que todos debieron rendirle pleitesía.
Tampoco quiero convencer a nadie con esto que ahora voy a decir, pero la columna de las virtudes supera con amplitud a la de los errores. Sus detractores pusieron sobre el tapete aquella famosa frase de “clubes pobres, Afa rica”, que posiblemente sea cierta en el actual contexto del fútbol argentino. Ahora, ¿de quién es la culpa de la caótica situación que viven las instituciones?, ¿de Grondona o de los mismos dirigentes?, ¿acaso los clubes no han recibido una tremenda inyección económica que habría permitido, en caso de una buena administración, un mayor crecimiento al que podían experimentar hasta aquél momento?
Es posible que la ausencia de público visitante producto de un estado de violencia que no es imperativo del fútbol sino de una sociedad que está mal, que su manejo autoritario producto de la perpetuidad en el poder (y también del consabido sometimiento de los dirigentes a decir que sí a cada una de sus propuestas), se hayan convertido en algunas de las cuestiones reprobables.
A ver, para que quede claro: que Grondona cometió errores, ¡claro que los cometió! Pero le dio un impulso como nunca antes al fútbol argentino, lo revalorizó, peleó en Fifa no sólo por nosotros sino por todo Sudamérica, llegó a ser vicepresidente y le dieron el manejo de las finanzas. Se lo tildó de “turbio”, de “ladrón” y vaya a saber uno cuántos adjetivos y epítetos. Ahora, ¿puede la Fifa, con todo lo que tiene y lo que significa, tener a alguien así manejando sus finanzas?, ¿puede sostenerse en la Afa, como presidente y con todo lo que significa el fútbol para este país, un tipo con semejante “prontuario”?
Su habilidad y cintura política fueron notables, propias de un verdadero líder, de un caudillo. Soportó embates políticos tremendos, como cuando desde el gobierno de Alfonsín quisieron “voltear” a Bilardo. Se codeó con todos, los conoció y supo manejarse desde lo que le enseñó la “universidad de la calle”, haciendo gala de una notable capacidad de persuasión y coraje. Llegó a ser vicepresidente de la Fifa, un ente a nivel mundial y con sede en Suiza, sin saber hablar una palabra en inglés. El mismo lo reconoció.
Sus relaciones con el fútbol de Santa Fe supo de idas y vueltas. Tuvo algunos dirigentes con los cuáles mantuvo relaciones muy estrechas. Con Súper Manuel Corral, Italo Giménez y Angel Malvicino, se trataban como pares. Fueron de la misma época, recorrieron las mismas canchas y tuvieron sus encuentros y desencuentros. Alberto Candioti, ex vicepresidente sabalero, también fue un hombre cercano, muy cercano a Grondona durante mucho tiempo. Con José Vignatti no hubo una buena relación, en el sentido que fue un presidente que muchas veces combatió su manejo y sus decisiones. Pero sí hubo un muy buen acercamiento de Patricio Fleming y de Horacio Darrás, hombres vinculados al período de Vignatti al frente de Colón. Unión también supo de dirigentes con una relación muy estrecha con Grondona y los temas de Afa, como Marcelo Martín.
Sin dudas que el que más acercamiento tuvo a Grondona fue Germán Lerche. Parecía ungido para convertirse en un posible sucesor. No sé si alguna vez se lo dijo, nunca lo expresó públicamente ni lo iba a decir. Grondona sabía muy bien cómo manejarse y lo que podía generarse a partir de semejante confesión. Pero le daba indicios muy fuertes. Y el resto de los dirigentes lo sabían. Lo hizo trabajar a su lado cuando se dio lo de Fútbol para todos y lo puso como secretario de selecciones. Si algo no se le podía tocar a Grondona, era la selección. Lo dijo siempre: era su debilidad. Y ahí estuvo Germán Lerche. Lo que pasó después es algo que sólo ellos saben. Muchos dicen que le soltó la mano. La relación entre ellos, el diálogo, nunca se cortó. Pero algo pasó. Y Colón lo terminó sufriendo.
Dos anécdotas para el final. Una vez le pregunté a Grondona qué debían hacer Colón y Unión para salir campeón. Y su contestación fue contundente: “Jugar con los jugadores de las inferiores”. Y la otra fue en Sudáfrica, en el hotel donde concentraba España. el presidente de la Real Federación Española, Angel Villar, no quería hablar. Eramos tres periodistas, dos peruanos y quién esto escribe. Los peruanos apuntaban a una vinculación de Villar con un dirigente de aquél país que atravesaba una situación judicial. Cuando le dije que era argentino, me miró fijo y señaló: “No voy a hablar con vos, no te voy a dar una nota, ni a vos ni a nadie. Pero te digo una cosa. Ustedes, los argentinos, tienen al mejor dirigente de la historia del fútbol mundial: Julio Grondona”. A lo único que atiné, es a preguntarle si podía utilizar esa frase, periodísticamente. Respiré aliviado cuando me dijo que sí. No era poco lo que estaba diciendo.
La noche que recorrió la misma cancha de Colón que él había conocido con tablones de madera en la década del 60. Foto: Pablo Aguirre
El extinto presidente de la Afa junto a dos figuras emblemáticas de la dirigencia santafesina: Angel Malvicino y José Néstor Vignatti. Este último siempre tuvo una postura crítica hacia Grondona. Foto: Archivo El Litoral
Una relación con muchos interrogantes. Germán Lerche se pegó mucho a Grondona y él lo tuvo de ladero durante tiempo. Se dijo que podía ser su sucesor. Y con ellos, Sergio Marchi, el hombre de Agremiados que fue determinante para la no presentación del equipo en aquél partido con Rafaela de noviembre del año pasado. Foto: Freddy Heer
La fecha exacta fue el 18 de julio de 2008, hace seis años. Ese día, Grondona pidió visitar la tumba de Angel Malvicino. Foto: Luis Cetraro
“¡Pibe, qué bien jugaba ese equipo!”, le dijo Grondona a Rubén Rossi. El primer título de Grondona fue el Mundial juvenil de 1979, con aquél recordado equipo de Maradona, dirigido por Menotti, con el santafesino Rossi como titular.
Foto: Flavio Raina
“¡Qué bravo eras adentro de la cancha, Sanitá!”, fue lo que le dijo Grondona al hombre que fue el gran capitán del ascenso de 1965. En aquél entonces, el hombre que goberno Afa durante 35 años era presidente de Arsenal. “Era muy difícil jugar Santa Fe”, supo decir. Foto: Pablo Aguirre
análisis
por Carlos Lanzaro (*)
El lamento de la Liga
(*) Presidente de la Liga Santafesina
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Aclaración y disculpas