editorial

  • En barrio Fomento 9 de Julio crearon una red barrial que contribuye a mejorar la calidad de vida de la gente.

Cuando los vecinos logran organizarse

Todo comenzó con una simple alarma comunitaria. Sin embargo, con el correr de los años los vecinos de barrio Fomento 9 de Julio fueron capaces de crear un fuerte vínculo que dio como resultado un sistema de organización conjunta que bien puede ser tomado como ejemplo por el resto de los barrios de la ciudad de Santa Fe.

No resulta sencillo superar las lógicas diferencias de criterio y lograr el compromiso extendido en un amplio sector de la comunidad. Pero en Fomento 9 de Julio lo hicieron.

Tanto es así que, semana tras semana, la gente se reúne para analizar la situación del barrio y pensar alternativas tendientes a lograr una mayor calidad de vida.

La principal preocupación, como ocurre en cada rincón de la ciudad, surgió a partir de los hechos de inseguridad que comenzaron a reiterarse.

Lo que en principio fue una alarma comunitaria, se convirtió en un sistema que funciona gracias a la designación de un delegado por cuadra que realiza un seguimiento de la situación del resto de sus vecinos. Esta persona es la encargada de transmitir la información en las reuniones semanales.

Pero además, existe una red telefónica eficiente. Ante cualquier posible hecho de inseguridad, la gente comienza a comunicarse entre sí. Si se trata de un robo domiciliario, lo primero que hacen es advertir a la posible víctima. Posteriormente, ponen en común la situación como para que todos estén alertas.

El sistema alcanzó tal nivel de funcionalidad, que les permitió a los vecinos elaborar un mapa del delito de la zona. Según este relevamiento, en los primeros cinco meses de este año se registraron en el barrio 50 hechos de inseguridad, pero 18 intentos se vieron frustrados gracias a la acción de la gente o al funcionamiento de la alarma.

Incluso, los vecinos lograron detectar de qué manera se fue modificando la modalidad utilizada por los delincuentes. El año pasado, los hechos que más se reiteraban eran los arrebatos protagonizados por asaltantes que se conducían en motos. Sin embargo, a partir de la multiplicación de los operativos de control realizados por la policía y los agentes municipales, fue mermando este tipo de asaltos. En este momento, lo que más preocupa son los intentos de robos domiciliarios.

La información no queda sólo en manos de la gente del barrio. Los vecinos mantienen reuniones frecuentes con autoridades de la Municipalidad y del gobierno provincial, con quienes comparten los datos. De esta manera, no sólo contribuyen a la búsqueda de soluciones sino que, además, fueron generando un verdadero compromiso por parte de los funcionarios de las áreas involucradas.

En estos encuentros, no sólo se discuten posibles medidas contra la inseguridad. También se plantean otros problemas como, por ejemplo, inconvenientes en el alumbrado público, estado de las calles o de los espacios comunes.

En distintos barrios Fonavi de la ciudad, desde el año pasado el gobierno de la provincia lanzó el Programa Esfuerzo Compartido para el Mejoramiento. La idea no sólo apunta a realizar obras de mantenimiento e infraestructura, sino que se busca avanzar en la conformación de consorcios. De esta manera, se intenta que los vecinos logren organizarse y alcanzar un mayor grado de convivencia.

En definitiva, sin este acuerdo integral entre la gente para mejorar la calidad de vida de un barrio, de poco sirven los esfuerzos individuales o las iniciativas de los gobiernos.

Los vecinos mantienen reuniones frecuentes con autoridades de la Municipalidad y del gobierno provincial.