Por el crimen de la estudiante universitaria

Someten a prueba de ADN al hijo del gobernador tucumano

Télam

Gabriel Alperovich, hijo del gobernador de Tucumán José Alperovich, se sometió el viernes a un estudio genético en el marco de la investigación por el crimen de la estudiante Paulina Lebbos y aseguró sentirse “tranquilo” pero con ansiedad “para limpiar mi nombre”.

“Quiero aclarar que no estoy ni imputado, ni acusado en esta causa, sólo mencionado”, explicó el hijo del gobernador tucumano, a quien se lo vinculó con la muerte de la joven tucumana, hecho ocurrido en 2006.

Alperovich (35) señaló que “desde el primer día” se presentó para ponerse “a disposición de la Justicia”, aseveró que no conocía a Paulina Lebbos (23) antes del crimen y aclaró que supo quién era “sólo después por las fotos y los afiches cuando era buscada”.

El hijo del mandatario concurrió ayer por la mañana a las oficinas del Cuerpo Médico Forense, en avenida Independencia y La Rioja, para la extracción de muestras de sangre que luego serán cotejadas con el ADN de los pelos hallados en el cuerpo de Paulina Lebbos.

“Bronca y ansiedad”

“Desde que me nombraron en esta causa sentí mucha bronca y ahora tengo mucha ansiedad por limpiar mi nombre”, aseguró. Consideró que este tema “lo usaron de mala manera” y afirmó que no tiene dudas de que “es un armado político para perjudicar” a su padre.

Explicó que vio “las pruebas que presentaron, unos videos mal armados hablando de un tipo de fiestas” a las que dijo que no concurrió “nunca, en una casa que quedó demostrado que no existía y las pericias de luminol dieron negativo”.

“Fue un momento muy duro para mi familia y yo me pregunto: ¿hasta dónde puede llegar la política por querer ensuciar el nombre de mi padre?”, indicó en diálogo con la prensa local.

Luego aseguró: “me gustaría que investigue la Justicia ya que por lo único que pongo las manos en el fuego es por mi padre”.

Antes de despedirse indicó que “hay una famosa foto del fiscal (Alejandro) Noguera” que le “gustaría que le pregunten al señor (Alberto) Lebbos -padre de la víctima- quién estaba detrás de esa foto y si él no participó de esa reunión”, finalizó.

La desaparición

Paulina, estudiante de la carrera de Comunicación Social de la Universidad Nacional de Tucumán, desapareció el 26 de febrero de 2006, luego de haber salido de bailar en la discoteca Gitana de la zona del Abasto, en la capital tucumana.

La joven tomó un remís con su amiga Virginia Mercado, quien se bajó en La Rioja al 400, y siguió viaje, supuestamente hasta la casa de su novio, César Soto.

El cadáver de la joven fue hallado el 11 de marzo a la vera de la Ruta 341, en la localidad de Tapia, situada 30 kilómetros al norte de San Miguel de Tucumán.

La hipótesis judicial del crimen apunta a que hubo una fiesta en una casa de El Cadillal (Tapia), y que la muerte de Paulina habría sido responsabilidad de Alperovich y de un hijo del secretario privado del gobernador, Alberto Kaleñuk.

Diego López Avila, el tercer fiscal de la causa que se hizo cargo en diciembre último por pedido de Alberto Lebbos, ordenó que se tomaran muestras de sangre a todas las personas mencionadas en las distintas versiones del homicidio.

 

El dato

Dos detenidos.

Actualmente hay dos personas detenidas por el caso, Roberto Luis Gómez y Antonio Maximiliano Gallardo, quienes quedaron comprometidos a raíz de llamadas al teléfono de la víctima efectuados el día de su desaparición. Además, tres ex policías de la villa veraniega Raco, Enrique Antonio García, Manuel Exequiel Yapura y Roberto Oscar Lencina fueron condenados por encubrimiento del asesinato, tras un juicio oral realizado al personal policial que actuó en la investigación. La Cámara Penal solicitó además que se investigue al ex secretario de Seguridad Eduardo Di Lella y al ex jefe de Policía, Hugo Sánchez.