Centenario de su nacimiento

Laura de Iriondo de Taboada

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El 24 de agosto de 1914 nació Laura de Iriondo Echegaray en el seno de una tradicional familia santafesina. Hija de José Néstor de Iriondo Iturraspe y de Lucía Echegaray Labayen, matrimonio de sólidos principios cristianos. Con su singular belleza e innata distinción, brilló en todos los círculos que frecuentó. Desde muy joven su sensibilidad la orientó hacia la ayuda al prójimo, colaborando con su madre en la Sociedad de Beneficencia encargada de la administración del Hospital de Caridad, hoy Hospital Provincial José María Cullen, tarea a la que se dedicó durante toda su vida, y por la cual fue nombrada socia honoraria.

En 1937 contrae enlace con el Dr. Walker E. A. Taboada, formando un matrimonio inseparable y una numerosa familia con ocho hijos. Esposa, hija y madre cariñosa, dotada de un trato exquisito, forma un hogar pleno de cariño y alegría, inculcando a sus hijos la fe en Dios, el amor y el respeto por los demás, la unión y la tolerancia.

Se dedicó con su esposo a la actividad agropecuaria en la estancia La Laura en Cululú, en el campo heredado de sus mayores. La amplia casa fue testigo de inolvidables temporadas de verano, acompañados por los amigos de sus hijos y matrimonios amigos. Frecuentó con su marido los círculos sociales tradicionales de Santa Fe.

Afrontó con fortaleza las adversidades de su vida. Incondicional compañera de su marido, lo atendió incansablemente hasta sus últimos momentos, enseñando a los suyos, con ejemplo y amor, a soportar los tiempos difíciles.

Ferviente devota de Nuestra Señora del Carmen, formó parte de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús de la Iglesia de Santo Domingo, de la Congregación de Nuestra Señora de los Milagros; de la Cofradía del Cordón de San Francisco del Convento de San Francisco y del Apostolado de la Oración del Sagrado Corazón de Jesús, entre otros.

Participó de la actividad empresaria santafesina. Fue socia fundadora de Ondafe S.A. LT9 Radio Brigadier López. Como vicepresidenta de su Directorio impulsó con firmeza las innovaciones tecnológicas. Colaboró con inteligencia, sensatez, generosidad y sentido común en la dirección de la emisora.

Procuró la unión familiar, y disfrutó con enorme alegría el amor de sus 21 nietos y bisnietos. Tuvo la virtud de adaptarse a las diferencias de los demás, respetándolas, sin juzgar, sólo amar. Una reina con tacto y sutileza, siempre viendo lo lindo, lo positivo. Rescatando lo bueno con fuerza, entusiasmo, mucho amor, respeto, contención y sabiduría. Es recordada con cariño y amor por sus hijos, nietos y familiares que la guardan en su corazón como a una persona extremadamente buena y amorosa.

Falleció en 1998, rodeada de todos los suyos que se proponen hoy, a cien años de su nacimiento, seguir su ejemplo como mejor tributo a su memoria.