el rincón de la lij (*)

“Misterio del pollo mutante”

María Luisa Miretti

A propósito de Misterio del pollo mutante (Cuentos de mesa, cocina y baño), de Magdalena Helguera. Ilustraciones de Alex Duka (Uranito Editores, 2014).

Libro interesante que alterna el humor con las costumbres cotidianas, que de tan domésticas resultan habituales. Seis relatos con un glosario final en el que se aclaran ciertas expresiones relacionadas con el contexto.

Tanto Helguera (Uruguay) investigadora en LIJ, como Dukal (ilustrador de la Patagonia argentina) logran un buen complemento.

En Misterio..., al protagonista, a quien durante toda su vida lo cargaron con conejos (en el peluche para dormir, en el triciclo, en la bañera, en los disfraces, en la mochila) ahora se lo exigían para comer, como cuando comieron grillos fritos, o guayabas, o locro con la receta de Internet, lo descomunal sucedió cuando le aseguraron que harían un guiso de pollo. Como temía que le dieran conejo pensó que si encontraba un pedazo de oreja se los haría tragar. Los juegos de palabras y las imágenes colaboran en las distintas encrucijadas por las que atraviesa el niño.

En Mi hermanita ... la historia gira en torno al pasaje de la mamadera a la taza y los sucesivos desastres que hace con la cocoa y los diferentes utensilios. El acontecimiento generó un revuelo tan grande que intervino hasta la abuela, le compraron un carrito, un vaso, no sabían qué hacer por lo que pidieron auxilio a los lectores.

En Operación almuerzo la hermana de 12 se haría cargo del menú y él de ayudante pues la madre tenía turno del dentista, con todo lo que significa. En El fantasma del tomate reímos por las ocurrencias del tío Jorge quien asegura que la panza del hombre es causada por el estrés, de allí relata las delicias que hace con el ketchup y el choripán. Triste historia de la croqueta cuenta su triste pasado de ser la última papa y las transformaciones posibles. Pelelas, nunca más y la historia más desopilante en torno al uso de las bacinillas y los pañales, en fuerte contraste con los anteriores.

Son relatos breves, sugeridos a partir de los 7 años, de amena lectura para todas las edades.

“Cuéntame...”

“Cuéntame, América. Leyendas de nuestros hermanos” , de Sol Silvestre, con ilustraciones de Ricardo Rossi. (Uranito Editores. 2014). Si bien muchas de estas leyendas son conocidas, la versión de Silvestre actualiza costumbres ancestrales que circulaban por tierra americana, enfatizando el amor y la ternura, o nuestras conocidas rutinas, a través de la leyenda de la yerba mate, pero también ciertas cuestiones maravillosas vivenciadas por los mapuches, como el caso de “La prisionera del lago”, en medio de un contexto de exclamaciones que nos transportan a mundos imaginarios del pasado. De igual modo con la cultura toba, ya sea con la “Leyenda del algodón y la lucha entre el bien y el mal”, o en la leyenda del palo santo. Lo más novedoso quizás gira en torno a las leyendas aymaras, como la del tatú carreta, o la leyenda de los sapos encantados.

Historias legendarias que circulan por los pueblos garantizando la cultura y cimentando la literatura. Tanto Silvestre como Rossi han logrado una buena complementación entre la historia y la ilustración de los textos. Edad sugerida 10 años, admitida para todas las edades.

(*) literatura infanto juvenil