SALUD

Carbunco: analizan definir la vacunación obligatoria del rodeo

Ante la muerte de una persona por carbunco (ántrax), la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) resolvería esta tarde la necesidad de vacunar a todo el ganado santafesino para evitar riesgos. También es clave “cortar” el circuito clandestino de comercialización de carne.

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Cuidado. Cuando un animal fallece en el campo súbitamente -con un cuadro agudo-, los productores deben llamar a un veterinario para que determine la causa de muerte y qué debe hacerse con el cadáver. Foto: Archivo El Litoral

 

De la Redacción de El Litoral

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La muerte de un hombre que vivía en San Jerónimo del Sauce (45 kilómetros al oeste de Santa Fe) por carbunco (ántrax) puso en alerta al Ministerio de la Producción, al Ministerio de Salud y a la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal). La patología se contagia a los humanos, en general, a través del contacto con animales enfermos o sus cadáveres.

Esta tarde, la Comisión Provincial de Sanidad Animal (Coprosa) se reunirá para analizar los casos de carbunco en algunos establecimientos ubicados en la zona que va desde Gálvez a San Carlos y San Jerónimo Norte. “Como prioridad, se tratará el brote de carbunco y la obligatoriedad en la vacunación contra dicha enfermedad en la provincia”, adelantó el gobierno santafesino, en un comunicado . “La persona que falleció era un adulto joven que vivía en San Jerónimo del Sauce. Se realizaron acciones de bloqueo en toda esa zona y no se detectaron nuevos casos. La enfermedad no se contagia de persona a persona, lo que facilita el control”, explicó el Dr. Julio Befani, coordinador de Epidemiología del Ministerio de Salud de Santa Fe, en diálogo con El Litoral.

Para evitar riesgos, lo más importante es evitar el contacto con vacas o novillos que murieron de repente en el potrero. “Cuando un animal fallece de un cuadro agudo en el campo, muy rápidamente, se debe llamar a un profesional veterinario para que determine la causa y qué debe hacerse con el cadáver”, explicó a El Litoral la veterinaria Ana Canal, quien hasta el 2009 fue la jefa de Sanidad Animal del Ministerio de la Producción de Santa Fe.

Cuando se confirma un caso de carbunco -“que un veterinario diagnostica con relativa facilidad”, aclara Canal-, lo que hay que hacer es quemar el cadáver o enterrarlo a buena profundidad. En la manipulación de los restos del animal hay que mantener estrictas normas de bioseguridad (como el uso de guantes, barbijos, etc.).

La mejor herramienta para prevenir la enfermedad, que puede provocar -además de los riesgos sobre la salud- graves pérdidas económicas, es la inmunización del rodeo. Hay una vacuna disponible y sale menos de 2 pesos por animal.

En los potreros en los que se detectó la enfermedad, los productores vacunan a su ganado con hasta tres dosis por año (con una o dos dosis suele ser suficiente, dicen los veterinarios), porque la bacteria que produce la patología (bacilus anthracis) puede sobrevivir por más de 50 años en los suelos que recibieron secreciones y excrementos de los animales enfermos.

Circuitos clandestinos

La semana pasada, la Assal reconoció que se recibieron alertas “sobre prácticas llevadas a cabo por personas que se dedican a la compra de animales enfermos, moribundos y muertos por distintas enfermedades (muchas de ellas transmisibles al hombre) para su posterior comercialización”, siendo las formas más comunes de expendio la carne picada, chorizos y milanesas.

Estos circuitos clandestinos, que “meten” la carne de animales que murieron en el campo -muchas veces por causas desconocidas- en la cadena de comercialización de la carne vacuna, son un verdadero riesgo para la población frente a enfermedades graves como el carbunco.

“Por eso, en los años 2013/2014, se comenzó un trabajo junto al Ministerio Público de la Acusación, el que ha librado diferentes órdenes de allanamiento para la realización de procedimientos en las localidades de Sastre, Gálvez, San Carlos Centro y San Jerónimo Norte, donde se han encontrado elementos relacionados al tema, los cuales se han puesto a disposición de la Justicia para su evaluación”, concluyó la Assal.

La historia de los “campos malditos”

  • La enfermedad del carbunco es una vieja conocida de los ganaderos y los tamberos. En la época colonial, a los potreros en los que se morían los animales les decían “los campos malditos”.

En un estudio sobre la enfermedad, el veterinario Alejandro Abdala (del Inta - Rafaela) recuerda que en los veranos de 2001 y 2002 se produjeron brotes en los departamentos Las Colonias y Castellanos. En realidad, hay campos de la provincia en los que la bacteria está presente y por eso es fundamental vacunar a los animales.

Los productores y los trabajadores rurales son los más expuestos a contraer la enfermedad.

Arma biológica

  • El carbunco o ántrax también se hizo conocido luego de los atentados terroristas contra las Torres Gemelas en Estados Unidos (11/09/2001). Una serie de cartas que contenían esporas de carbunco fueron enviadas a oficinas de medios de comunicación en EE.UU. y a dos senadores demócratas. En total fueron infectadas 22 personas, de las cuales cinco fallecieron.

6,5

millones

  • de cabezas ganaderas hay en la provincia de Santa Fe, según las estimaciones del Ministerio de la Producción.