El equipo —y el técnico— estaban obligados a ganar. Lo hizo y con un buen partido...

Unión jugó como para que nadie dude

El 2-0 pudo ser mayor de no ser por la gran actuación del arquero rival. Muy mejorado en defensa, con buenos rendimientos individuales y mucha intensidad para atacar. El equipo se fue aplaudido por los hinchas, que se bancaron una tarde con mucha lluvia y tormenta eléctrica.

Enrique Cruz (h)

El problema de Madelón, ahora, será el de encontrar explicación y solución a estos desequilibrios que tiene su equipo, capaces de hacerlo jugar muy bien de local y muy mal de visitante. En la lluviosa tarde del 15 de Abril, Unión jugó realmente bien y la victoria ante Independiente Rivadavia debió darse por una mayor y más rápida diferencia. Muy mejorado en defensa, intenso y preciso en el medio —con un trabajo a destajo de los dos volantes centrales, preponderantes en la mejoría general— más la cuota habitual de goles que identifica a este equipo.

Unión es el equipo más goleador del torneo y tiene un promedio de dos por partido. No es producto de la casualidad sino de la causalidad. Tiene dos buenos delanteros, pero llegan todos y la vocación ofensiva está fuera de cualquier discusión. Sigue siendo lo mejor que tiene el equipo. Se sueltan siempre los volantes laterales y apuntalan los marcadores de punta. Brítez se fue varias veces al ataque y Zurbriggen, aún con el problema del perfil cambiado —que no obstruyó su capacidad defensiva—, ocupó bien el espacio detrás de Malcorra para que éste no pare nunca de atacar, algo que hace mucho y bien.

Hay dos cosas que siempre se le escucha decir al técnico: una es la necesidad de ejercer una “presión alta” y la otra es no resignar nunca el protagonismo y la búsqueda de la victoria. La “presión alta” está directamente ligado al lugar en el que Madelón pretende que se apriete al rival. Esto quiere decir que la intención es apurar en la misma salida. Y Unión lo hizo en muchas ocasiones, generándole problemas a un rival que tuvo serios inconvenientes para tener un juego prolijo en el arranque de la maniobra. Recuperaron muchísimo los dos volantes centrales, que no bajaron el nivel de intensidad ni siquiera ante el imponderable de recibir sendas tarjetas amarillas. Y todo continuó en la gran movilidad que tuvieron los delanteros, sobre todo Triverio, a quien Ayala le tapó dos remates que llevaban destino de red (además de otro a Guerra en un mano a mano en el que se jugó la vida).

A todo esto, Independiente Rivadavia mostró las ganas de Cardozo para recibir y encarar —anulado luego por Martínez— y algo del grandote González Vega, que terminó jugando lejos del área y absorbido por el buen rendimiento de la dupla Barisone-Sánchez. Incluso, Unión superó también el cimbronazo de dos salidas prematuras como las de Fabro y Nereo, esta última con el consiguiente ingreso de un Matías Castro que venía cuestionado por la gente luego de su floja actuación ante Atlético Tucumán. Se sobrepuso Castro y también la defensa, que siguió jugando con la misma seguridad.

Al desequilibrio que marcan los números (muchos goles a favor y muchos en contra), se agrega ahora este enorme desnivel que existe entre el Unión que fagocita a los rivales de local y el que tiene tantas dudas cuando sale del 15 de Abril. La transición ataque-defensa y defensa-ataque de ayer fue excelente, no exenta de esa precisión tan importante cuando se quiere ser vertical y agresivo a la hora de buscar el arco rival, con mucha rapidez y concentración por parte de todos para pasar la línea de la pelota y mirar siempre de frente a los rivales. Claro que, a favor de algunas explicaciones, una cosa es jugar en el espléndido campo de juego de Unión y otra cosa es hacerlo en el “campito” que le propusieron All Boys y Sportivo Belgrano.

Unión hizo dos goles, pero generó situaciones suficientes como para convertir un par más. Esto es lo mejor que tiene este equipo, lo que le da mucha vida. Suma gente al ataque, tiene variantes, abre la cancha, cuenta con un jugador de una notable calidad técnica para la categoría (Guerra) y un delantero picante como Triverio. El 2-0 debió ser mayor en la diferencia y no haberse demorado tanto. Hubo un gran responsable, que fue Josué Ayala, el arquero de Independiente Rivadavia, figura además del partido.

Es cierto que Unión tiene la obligación de ascender y que algunos resultados llevan a muchos a ingresar en el terreno de la duda, sobre todo respecto del técnico. Al Madelón-jugador, en Unión, nadie jamás lo discutirá. Al Madelón-técnico sí. Ayer, el equipo jugó como para que nadie dude. Ahora hay que tratar de encontrar dos cosas: regularidad y continuidad. De juego y de resultados. Es el gran objetivo del técnico y de los jugadores.

La pelota ya está adentro del arco, Fabro empieza a gritarlo y Triverio también lo palpita. Un defensor rival intenta un reclamo. Fue el primero tatengue, apenas iniciado el partido. foto: Luis Cetraro

Lo importante

Excelente.

• El campo de juego de Unión se mostró en un estado excelente, “bancándose” la fuerte lluvia que había caido durante el día y durante el encuentro. No obstante, por momentos se tornó resbaladizo y comprometedor, sobre todo para los arqueros y defensores.

Un hincha de Unión está en el piso, golpeado por un grupo de simpatizantes. Fue lamentable lo ocurrido en el entretiempo. Hay 11 detenidos. También se descubrió que hubo reventa antes del partido. FOTO: Remigio Bouquet

Bajo la lupa

NEREO FERNÁNDEZ (5).- Le metieron un bombazo en el ángulo y tuvo una salida lejos del arco que pifió, se recuperó pero parece que ahí se sintió. Había llegado con lo justo.

BRÍTEZ (6).- Buen partido, sobre todo en el segundo tiempo. Se proyectó bastante al ataque.

SÁNCHEZ (6).- Le ganó casi siempre en el duelo al grandote González Vega. Mejorado.

BARISONE (6).- Bien en general, aunque con un segundo tiempo en el que estuvo tan enchufado que hasta se dio el gusto de comandar un ataque.

ZURBRIGGEN (6).- Cumple siempre, de “4” o de “3” como esta vez. Hoy es el mejor marcador de punta que tiene el equipo.

FABRO (6).- Marcó el gol acompañando a Triverio y había arrancado bien, pero sintió una molestia muscular y se fue prematuramente. Es gran duda para el jueves, casi descartado.

MARTÍNEZ (7).- Uno de los puntos altos en el rendimiento tatengue. Por pasajes, se “comió” la cancha.

MONTERO (7).- Otro que cambió la mala cara que había mostrado en Floresta. Intenso, metido, colaborando en la marca y mostrándose en ataque.

MALCORRA (6).- Importante en el primer tiempo, aprovechando las espaldas de García. Participó en la jugada del primer gol. Se fue “pinchando” en el segundo tiempo.

TRIVERIO (7).- La muy buena actuación de Josué Ayala lo privó de ser la figura del partido. Hizo casi todo bien, pero las dos que tuvo terminaron en sendas tapadas del arquero mendocino.

GUERRA (6).- Magnífica pelota a Triverio en la previa del gol de Fabro. Mucha calidad mientras le dieron las piernas. Se fue sentido y es duda para el jueves.

CABALLERO (6).- Volvió bien, con un gran despliegue y adaptándose enseguida al equipo.

CASTRO (6).- Respondió muy bien y cambió silbidos y murmullos por aplausos.

RIVAS.- Jugó poco pero mostró algo de lo que es capaz de dar.