Hicieron historia

Francia se subió al podio

Le ganó a Lituania y se quedó con la tercera posición del Mundial. Nicolás Batum fue el goleador del partido, con 27 puntos; mientras que Jonas Valanciunas lo fue en los lituanos, con 25.

Redacción de El Litoral

DPA/EFE

Desafiando a todas sus bajas (desde Tony Parker hasta Nando De Colo; más Joakin Noah, Ian Mahinmi, Ronny Turiaf, Kevin Seraphin y Alexis Ajinca) Francia logró su primera medalla en el historial de los Mundiales de Básquetbol, ya que ayer batió a Lituania por 95 a 93 en Madrid y se llevó el tercer puesto final.

Los franceses, con menos de 24 horas de descanso, revirtieron la imagen dejada frente a Serbia en un encuentro que se caracterizó por una extrema paridad.

Francia aprovechó en el inicio a sacar cinco de ventaja gracias a los bajos porcentajes de su rival (1/11) y a los 2:30 que demoraron los bálticos en poder abrir el tanteador (5-0). No obstante, Lituania efectuó ajustes y con algún leve predominio francés ambos se alternaron la primacía con diferencias exiguas para concluir la primera mitad distanciados por uno (43-42).

El trámite empezó a romperse en el complemento. Lituania tras mucho batallar encontró los triples que buscó durante veinte minutos, marcó 5/7 en el tercer cuarto y capitalizó algunas conversiones fáciles debajo de la canasta (6/8 dobles). Eso le posibilitó escaparse por ocho (54-62, máxima) y comenzar el último cuarto con un margen que pareció ser clave (64-71).

Pero Francia pareció más fuerte mentalmente que Lituania, sacó fuerzas de donde no tenía y encabezado por Batum y Diaw retornó a la lucha. A menos de 4 minutos del último cuarto volvió a emparejar (75-75) y todo se hizo un final de bandera verde. Con un minuto y medio en el reloj, los franceses se situaron al frente por dos (82-80) y con 30 s ganaban por seis (86-80, máxima). Parecía partido sentenciado. Entonces Lituania se decidió a jugar a los cortes y el partido se hizo largo. Con desventaja de un doble a falta de 6 s Jasaitis tiró un segundo libre a fallar en procura del rebote ofensivo y lo propio se repitió cinco segundos más tarde con Maciulis, aunque no pudo ser y Francia merecidamente festejó una conquista histórica.