CANTÓ CON PAPPO Y LA RENGA; PIDE MONEDAS EN UN SEMÁFORO

La historia del Chaca, de blusero en Buenos Aires a linyera en Santa Fe

  • Tiene 45 años y deambula por las calles de la ciudad. Cantó con Memphis La Blusera, Catupecu, es compositor de blues y fue vocalista de Los Pepas. Pero vive en la calle en Santa F,e y pide monedas en el semáforo de Galicia y General Paz. En Buenos Aires lo daban por muerto hasta que apareció en Youtube.
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Descubrimiento. Una tarde el “Chaca” comenzó a tararear con afinación el blues “El papa fuma marihuana”. Y sorprendió: “¿Te gusta La Renga?”, preguntó alguien. “Este tema es mío”, le respondió.

Fotos: mauricio garín

 

Investigación y entrevistas: Mariano Bravi

Redacción: Nicolás Loyarte

Las calles de Santa Fe cobijan la misteriosa historia de vida de un hombre lleno de rock & roll y blues, del cual el público en Buenos Aires canta sus temas en recitales de Los Pepas y La Renga, entre otras bandas, pero que sobrevive pidiendo monedas en el semáforo de General Paz y Galicia, en el acceso al barrio Residencial Guadalupe Este.

Lo llaman “Chaca” (hincha de Chacarita Juniors) y tras ese manto esconde su verdadera identidad que no quiso revelar. Llegó hace algunos abriles a nuestra ciudad desde Villa Devoto, en Buenos Aires, y se aquerenció en su humilde vida, pidiendo monedas en el semáforo para subsistir, siempre con corrección, respeto y buena onda. Son quizá estas virtudes las que llamaron la atención de los conductores que de a poco se fueron animando a entablar conversación cotidiana con el “Chaca” y lo ayudan con lo que les sobra.

El inusual lenguaje que usa el “Chaca”, con palabras poco comunes en boca de un linyera, y las correctas formas de entablar relaciones con los vecinos de la zona despertaron el cariño de los comerciantes de la avenida Galicia que lo hicieron parte del paisaje urbano, allí, en los asientos de los canteros centrales del bulevar, bajo la sombra de los árboles. Fue en estas circunstancias cuando una tarde el “Chaca” comenzó a tararear con afinación el blues “El papa fuma marihuana” que sorprendió a sus escuchas. “¿Te gusta La Renga?”, le dijo uno que conocía el tema música. “Este tema es mío”, respondió “Chaca”.

La confirmación

La respuesta del linyera hubiese muerto allí de no ser por el interés que despertó en su interlocutor, que al continuar la conversación se dejó convencer de la sentencia. Más tarde buscó el tema en Internet y encontró al “Chaca” cantándolo. Así fue que otra tarde uno de los comerciantes amigos del bulevar grabó con su celular al “Chaca” cantando el tema y lo subió a la red social en Internet Youtube.

En Buenos Aires, una sobrina del “Chaca” encontró el video de casualidad en Youtube y reconoció a su tío, a quien la familia y sus amigos habían dado por muerto un tiempo atrás, cuando había desaparecido de la Capital. La sobrina le avisó a sus amigos y a los músicos de Los Pepas. Escribió un par de comentarios debajo del video y se armó un foro en el que otros fanáticos confirmaron que se trataba del viejo cantante de Los Pepas: “Chaca”. Además, aportaron otros videos en los que se lo escucha al “Chaca” cantando su tema “El papa fuma marihuana”.

Rápidamente el dato llegó a los músicos de Los Pepas y de La Renga que iniciaron un operativo para tratar de dar con el “Chaca”. Lo único que tenían era el video, pero no sabían en qué ciudad había sido grabado. Entonces, al mirarlo una y otra vez detectaron la patente de un auto y la marca de una cadena de pinturerías que está en casi todo el país. El manager de La Renga se contactó con esa marca de pinturerías y les solicitó una nómina de sucursales, al tiempo que les mostró el video para que les ayuden a determinar de qué sucursal se trataba.

Así fue como un empleado de la firma de pinturas que reconoció la geografía urbana dijo: “Debe ser Santa Fe”. Llamaron a la sucursal local y desde aquí les confirmaron la presunción.

Reencuentro

Lo que siguió en esta historia fue la visita de los músicos de Los Pepas y de La Renga de incógnito a Santa Fe. Viajaron para reencontrarse con su amigo al que daban por muerto. El reencuentro fue sorpresivo y emocionante. Luego partieron todos juntos a Buenos Aires e internaron al “Chaca” para buscar reinsertarlo socialmente. Pero el “Chaca” se fugó, desapareció una vez más, hasta que se lo volvió a ver con su mano extendida y su sonrisa pidiendo una moneda en el semáforo de la esquina de Galicia y General Paz, en nuestra ciudad. Esta situación se repitió. Vuelta a buscarlo, viaje a Buenos Aires e internación. Nueva fuga, desaparición y mano extendida con una sonrisa en el semáforo de Santa Fe. El “Chaca” había decidido su lugar en el mundo, al menos por ahora.

Poco se sabe de otros detalles sobre la vida del “Chaca”. Cuenta que tiene 45 años pero no quiere revelar su identidad. Cuenta que su hermano “El Vikingo” toca la armónica en Los Pepas -entre otras bandas-, la agrupación de la que participó el “Chaca”. Cuenta el “Chaca” que tuvo pareja en Santa Fe y tiene cinco hijos aquí. Cuenta que canta seguido y que armó una nueva banda de blues a la que le puso “La Crotera”. Cuenta y cuentan, mientras él sigue tarareando en el semáforo que “el papa fuma marihuana”, con una sonrisa dibujada en la boca: “Una monedita... con todo respeto, si tiene”.

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