Al lado del hospital Iturraspe

Se inauguró el paseo Ana María Acevedo

Con el nombre del espacio se conmemora un caso emblemático, que marcó un punto de quiebre en el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres en el sistema de salud de Santa Fe.

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Del acto participó Norma Cuevas y Aroldo Acevedo, padres de Ana María, junto al intendente y otras autoridades. También habló Paula Condrac, de la Multisectorial de Mujeres. Foto: Flavio Raina

 

De la Redacción de El Litoral

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En el acto de inauguración del paseo que lleva el nombre de su hija Ana María Acevedo, Norma Cuevas se acercó al micrófono y habló apenas unos segundos. Agradeció a todos los que la ayudaron y pidió que no se olviden del caso. Después se abrazó con Paula Condrac, de la Multisectorial de Mujeres, porque no podía dejar de llorar. Tenía puesta una remera blanca, con un texto que decía: “Ana, una extracción te llevó al cielo”.

El caso de su hija, que murió en el hospital Iturraspe en 2007 porque no se le realizó un aborto no punible —a pesar de que padecía cáncer—, fue un punto de quiebre en el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres en el sistema de salud santafesino. Un rato de antes del acto, Cuevas reclamó que avance la causa judicial (hay 6 médicos procesados pero todavía no se dictó sentencia). A su lado estaba su marido, Aroldo Acevedo y dos de los tres hijos de Ana María.

En el acto, el concejal Leandro González (Frente Progresista) le entregó a Cuevas una copia de la ordenanza que estableció el nombre de Ana María Acevedo al paseo (fue el autor del proyecto). Y Norma, en un fuerte gesto simbólico, le regaló una escultura de su autoría a un representante del hospital Iturraspe.

El caso

En mayo de 2006, a Ana María le extrajeron una muela en el Samco de Vera, pero siguió con dolores y molestias. Recién en octubre, luego de realizar muchas consultas, le confirmaron que padecía un tumor maxilar. En noviembre, la operaron en el hospital Cullen.

Luego de la intervención, fue derivada al hospital Iturraspe porque necesitaba rayos y quimioterapia, pero como estaba embarazada y los rayos están contraindicados para el desarrollo del feto, en el servicio de Oncología se le explicó que se realizaría un ateneo para analizar su caso.

Ana María fue derivada al área de Ginecología pero a los pocos días se retiró, según los registros del servicio “con alta voluntaria”. Su madre aseguró que le pidieron que firme un papel y que retorne en marzo. Pero en febrero, con la cara deformada y dolores intensos, volvió al hospital. La familia pidió que se le realice un aborto no punible, por el agravamiento de su estado de salud.

El Comité de Bioética del hospital decidió continuar con el embarazo hasta la semana 24, con cuidados paliativos pero sin realizar rayos o quimioterapia, para inducir el parto en esa fecha. El 27 de abril nació la beba (con 22 semanas de gestación), pero falleció a las pocas horas. Para Ana María ya era tarde: a pesar de que se inició el tratamiento contra el cáncer murió el 17 de mayo de 2007.