Anoche, en Villa María

Narváez, en lucida actuación

Concretó la undécima defensa exitosa de su título supermosca de la OMB.

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Narváez ganó con la autoridad de un campeón, en un combate que debió definirse con fallo unánime. Foto: Gentileza La Nación

 

Redacción de El Litoral

DyN

El chubutense Omar Narváez retuvo anoche por undécima vez el título supermosca de la Organización Mundial de Boxeo, al batir con claridad en un fallo insólitamente mayoritario al cabo de doce rounds al fervoroso y persistente retador mexicano Felipe Orucuta.

Se trató del desquite del exigente combate que había ganado “El Huracán” hace un año, también por puntos en el Luna Park, pero esta vez fue en el Anfiteatro de la ciudad de Villa María; escenario cordobés en el que el rendimiento del histórico campeón mereció el mayor de los elogios y con pasajes rutilantes, más allá del absurdo del jurado estadounidese Pat Russell que sumó una paridad en 114 en su tarjeta.

En las otras dos tarjetas, las que correspondieron a los también norteamericanos Dennis Nelson y Robert Hecko, al menos se reconoció la victoria de Narváez (51,950 kilos) por 116-112 y, aunque la diferencia mereció ser más elocuente, por lo menos sirvieron para evitar un fallo que hubiera carecido de toda razonabilidad.

El oriundo de Trelew, a los 39 años, puso sobre el cuadrilátero una demostración de inteligencia, de capitalización de cada día de experiencia que, son el sustento de una preparación física encomiable, que hasta pareció propia de un rejuvenecimiento, le permitió exhibir su talento para dominar la situación, anular el vendaval ataque que le lanzó el azteca y contrarrestarlo con concentración, desplazamientos y, fundamentalmente, réplicas tan exactas como frecuentes.

A tal punto llegó a dominar la pelea el patagónico que los últimos dos capítulos fueron como para el aplauso cerrado, todo a pesar de que el desafiante, de 28 años, fue inclaudicable y de ninguna manera economizó esfuerzos en procura de concretar su sueño de rey supermosca.

Narváez prevaleció porque supo evitar que lo atacaran y golpeó a un oponente (52,050) que dio la talla por personalidad y ambición, no sólo por su condición de primero entre los aspirantes a la corona.

En definitiva, el monarca, quien anunció que piensa seguir en actividad por lo menos una temporada más, pasó a tener un récord compuesto por 43 victorias, 23 de ellas expeditivas, un revés y dos empates.

En cuanto al mexicano, su palmarés quedó compuesto por 29 triunfos, 24 de ellos en forma contundente, y tres derrotas, dos de las cuales las sufrió ante Narváez.

Festejó “El Gauchito”

  • El rionegrino Sebastián Heiland avanzó anoche en procura de otra chance mundialista en la categoría mediano, al imponerse por nocaut técnico en el quinto round al tigrense Mateo Verón.

En el semifondo de la velada que se desarrolló en el Anfiteatro Municipal de Villa María, Heiland (72 kilos), quien está ubicado sexto en el Ranking del Consejo Mundial de Boxeo, tiró a Verón (72,500) en dos ocasiones, una en el tercer capítulo y la otra en el quinto, y cuando fue a buscar la definición desde el rincón del tigrense arrojaron la toalla, con un criterio absolutamente lógico y responsable.

“El Gauchito” de Piguë tomó la iniciativa desde el comienzo y en el golpe que provocó la primera de las caídas el impacto de zurda tuvo como destino el plexo y en la segunda, el acierto dio en la mandíbula.

Así, a los 27 años, el residente en González Catán pasó a disponer de un récord compuesto por 24 victorias, 12 de ellas por nocaut, cuatro reveses y dos empates.

Por su parte, Verón, a los 25, quedó con un palmarés conformado por 19 triunfos, tres de ellos precipitados, 14 derrotas y dos igualdades.