OFRECERÁ PRODUCTOS FRESCOS Y SERVICIOS

Cuenta regresiva para la reapertura del Mercado Norte

El lunes a las 19.30 será la gran reapertura: tendrá 26 locales comerciales, patio de comidas, espacio de arte y dársenas de estacionamiento.

Florencia Arri

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Esta mañana los vecinos de barrio Constituyentes espiaban por entre las rejas de Santiago del Estero y Urquiza para alimentar la ansiedad que sembró el cartel que anuncia: “Vuelve el Mercado”. Sólo pudieron ver el movimiento de electricistas, carpinteros y yeseros que trabajan con la sinergia propia de bambalinas, del trabajo a contrarreloj previo a una gran puesta en escena: el lunes, a las 19.30, el Mercado Norte reabrirá sus puertas con vida.

Será un mercardo de productos frescos, como supo ser hasta hace varias décadas: tendrá 26 locales comerciales. En detalle, al supermercado que funciona desde hace algunas semanas en el ala sur se le sumarán 17 puestos en la nave central -con un patio de comidas, un espacio de arte, cajero automático y caja de Santa Fe Servicios-, y 9 locales externos que dan a calle Santiago del Estero y a Urquiza y que son renovados. En su contorno norte y oeste, se anexaron al edificio 18 dársenas de estacionamiento.

José María Chemes estuvo al frente de las obras para la recuperación del lugar, primero como secretario de la Producción municipal de la gestión de Mario Barletta, y luego como responsable del Ente Autárquico Mercado Norte. Este funcionario, miembro de una familia de importante trayectoria comercial de la ciudad, contó que el proyecto de reactivación del Mercado se remonta a 2006 y hoy finaliza un ciclo. “Ahora es el momento de la verdad, el momento comercial: ver cómo la gente vuelve a llenar de vida el edificio”, expresó.

Puertas adentro, se venderán frutas, verduras, carnes de pollo, vaca, pescado y cerdo, comidas naturales, entre otros productos. Los puestos están en manos de comerciantes tradicionales de cada rubro, que fueron seleccionados por el municipio como “especialistas comprobados” de la ciudad, según explicó Chemes: Jenifer Fiorini a cargo de la florería, los Mauri con su puesto de pescados, Don Negrete carnicería y chacinados, y hasta Gabriela Labath trasladará allí la histórica farmacia de barrio Constituyentes. Todo indica que Doménico Amica, un porteño de raíces italianas radicado en Santa Fe años atrás, será el personaje: el verdadero frutero romano.

También habrá cuatro locales que estarán destinados a emprendimientos que se enmarcan en el Programa Producto de Mi Tierra (micro, pequeñas y medianas industrias agroalimentarias) y la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Lácteas (Apimil), que tendrá dos puestos para la comercialización de lácteos bajo el nombre Almacén de Quesos. “Esto es emocionante” dijo Teresita Manduca, agenda en mano. Es contadora y tendrá a su cargo el maxiquiosco con cobro de impuestos y cajero del mercado. “No tengo ni tiempo de ponerme nerviosa, de a poco lo estamos armando”, contó.

Puertas afuera, Anselmo y Gladis Forni preguntaron: “¿Podemos pasar a comprar?” a quien baldeaba la vereda de uno de los cuatro portones de acceso. Son de Cayastá y hasta allí llegó el rumor “de que abre el Mercadito Norte, donde compré de todo durante toda mi vida”. Prometieron volver el fin de semana próximo, ansiosos por una adrenalina alimentada con ruido a sierras, aserrín, el blanco polvo del yeso y perfume a pintura fresca.

Los trabajos

• El edificio fue diseñado en la década del ‘20 por la Municipalidad de Santa Fe. Nueve décadas después, el municipio preservó el valor patrimonial y recuperó la esencia que lo caracterizó. A la restauración del edificio y la reactivación de los locales exteriores, en los últimos años se continuó trabajando en el interior: se extrajo el viejo cielorraso adherido a la bovedilla y los revestimientos cerámicos de los muros interiores; se limpió la calle interior, se retechó la nave central, se saneó el subsuelo y se reparó la fachada de la azotea.

2007 fue el año en que cerró sus puertas en forma definitiva si bien los últimos puestos internos, que se resistían a dejar un espacio, debieron abandonar el lugar en 2003. Luego se instalaron algunas dependencias municipales y hasta la nave central llegó a utilizarse como un depósito de motos retenidas.

$16 millones es el monto total de la inversión que implicó la renovación del Mercado Norte. De ellos, 963 mil euros fueron aportados a través de un subsidio por la Unión Europea y 6 millones de pesos, a valor histórico, aportaron comerciantes de la ciudad.

Financiamiento

• En 2009, la Municipalidad generó el proyecto denominado “El comercio minorista de proximidad como factor de desarrollo”, que fue seleccionado entre 250 presentados por otros gobiernos de todo el mundo: obtuvo una subvención de 963 mil euros, otorgados por la Comisión Europea (EuropeAid), para acondicionar el Mercado Norte, que en esos momentos se utilizaba como depósito de vehículos y estaba en pésimas condiciones edilicias. Los trabajos de recuperación se iniciaron en ese mismo año.