El corazón de la mujer en 2014

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Las mujeres viven obsesionadas por el cáncer de mama. Sin embargo, la principal causa de muerte es su corazón, según el especialista, un mal de estos tiempos que requiere especialísima atención.

TEXTOS. DR. MIGUEL BRAVO (*)

Durante el siglo XX, especialmente en sus décadas finales, la mujer comenzó a tener un rol importante en determinados aspectos sociales; en política, alcanzando cargos relevantes; en empresas, con enormes responsabilidades; en diversas manifestaciones artísticas y culturales, sin olvidar su papel de esposa, madre y ama de casa.

En un “abrirse a la sociedad” y salir de la esfera del hogar adquirió hábitos inherentes al hombre, tales como consumo de alcohol, drogas y tabaco. Todas estas transformaciones repercutieron sobre su organismo, generándole una tensión psico-física nociva sobre órganos importantes, especialmente sobre el corazón.

Las hormonas femeninas presentes durante la edad fértil son un factor protector del aparato cardiovascular, pero esta protección preventiva se pierde cuando deja de menstruar (menopausia). El corazón de la mujer, según la opinión de afamados especialistas, sería más vulnerable que el del varón. Esta característica ha dado lugar a numerosas hipótesis sin llegar a conclusiones valederas. Algunos cardiólogos sugieren que el menor tamaño de las arterias coronarias (conductos por donde circula la sangre que nutre al corazón) cumple un rol decisivo.

DESPUÉS DE LOS 40

Las mujeres viven obsesionadas por el cáncer de mama y van religiosamente al ginecólogo. Sin embargo, la principal causa de muerte es su corazón. De hecho, hoy en día las mujeres mueren más que los hombres por problemas cardiovasculares. Lo acaban de decir en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología, pero la sentencia también es válida para la Argentina. Aquí ocurre lo mismo. Las mujeres descuidan su corazón. Por eso, el consejo de hoy es: después de los 40 hay que visitar al cardiólogo una vez al año.

La Fundación Cardiológica Argentina proporciona las últimas cifras de mortalidad en el país por causas cardiovasculares: 96.000 al año (49.000 mujeres, 47.000 hombres). Una de cada dos mujeres muere a causa de una afección-problema cardiovascular (infarto, muerte súbita), mientras que una de cada 27, muere por cáncer de mama. Cabe aclarar que el tumor maligno con más altos índices de mortalidad es el de pulmón.

Conclusión: el corazón provoca más muertes que todos los cánceres juntos (una muerte cada 11 minutos).

LA MENOPAUSIA

La medicación anticonceptiva en combinación con el consumo de tabaco son factores precipitantes de sufrir episodios cerebrales (accidentes cerebrovasculares).

La protección del corazón femenino debe tenerse siempre en cuenta en todas las edades de la vida, pero es relevante hacer hincapié durante la menopausia, como fue explicado anteriormente.

La tendencia actual es que ahora “se mira más a la mujer”. Lo que se traduce en que se dejó de subestimar sus problemas con el corazón. Un estudio reciente muestra que a las mujeres, en general, se les indica menos tratamientos, menos farmacología, menos controles que a los varones, todo basado en la falsa creencia de que la mujer se enferma menos.

Además, la mujer llega más tarde a la consulta, con la enfermedad más avanzada. Y una de las razones es que sus síntomas son mucho menos claros que los del hombre. Ellas no tienen dolor en el pecho o en el brazo sino que se sienten más cansadas o con ganas de hacer menos cosas; entonces minimizan sus síntomas, o los confunde, y así es más difícil el diagnóstico. Este combo hace que finalmente la mortalidad en las mujeres sea mayor.

“NUEVE MANDAMIENTOS”

Las pautas de prevención de patología cardiovascular, de alcance universal, llamadas “los nueve mandamientos”, son las que se detallan a continuación:

1) Adiós al cigarrillo: dejar de fumar es clave. El cigarrillo le hace mucho peor a la mujer que al varón. Programas educacionales junto a las distintas terapias antitabaco existentes en la actualidad, son altamente beneficiosas para aquellas mujeres que adquirieron el hábito. Es importante destacar la importancia de los medios de comunicación, alertando acerca de las nefastas consecuencias del tabaquismo, tristemente denominado “suicidio lento”.

2) Bajar el colesterol: la presencia de alimentos con abundante grasa, de cocción acelerada (comida chatarra) es totalmente nocivo para el corazón. Se recomienda consumir pescado, especialmente los de mar, como la caballa, el atún, la merluza y el salmón. En cuanto a los de río, son más grasosos. Los cortes de carne vacuna deben ser magros, como el peceto, el cuadril y el lomo. En el pollo, elegir la pechuga

3) Consumir más vegetales: las dietas actuales, en numerosos casos, son verdaderas generadoras de enfermedades. Una dieta rica en frutas y verduras favorece el aporte de fibras al organismo humano, elemento clave para luchar contra las enfermedades coronarias y distintas variedades de cánceres.

4) Controlar el peso: en la actualidad se debe tener en cuenta especialmente la medida de la circunferencia abdominal, que se mide a la altura del ombligo. En las mujeres, el valor “saludable” es hasta 88 centímetros (102 en los hombres). La grasa del abdomen es muy peligrosa, ya que libera sustancias que pueden obstruir las arterias del corazón, con el consiguiente riesgo de producir un infarto.

5) Abandonar la vida sedentaria: es de vital importancia que la mujer realice actividad física, que puede comenzar a cualquier edad. Calificados científicos destacan las virtudes de la actividad física, a modo de protección frente a las probabilidades concretas de obstrucción de las arterias del corazón. Se debe realizar media hora de caminata por día. Esta puede separarse en tres “mini rutinas” de 10 minutos cada una. También la natación y el paseo en bicicleta son recomendables.

6) Beber moderadamente alcohol: a pesar de la información obtenida a través de la cual se consigna que uno o dos vasos de vino tinto por día, preferentemente Cabernet Sauvignon o Malbec, resguardarían a las arterias del corazón, no es aconsejable remarcar dichos beneficios, ya que existen otros medios muy importantes que protegen al corazón. Ejemplo: la actividad física. Además, si se ingiere más de lo recomendado, el efecto sería contrario al buscado. Cabe aclarar que el alcohol está contraindicado en diabéticas, hipertensas, obesas y alcohólicas.

7) Mantener la presión arterial dentro de parámetros normales: el incremento de la presión arterial aumenta considerablemente el riesgo cardiovascular. Se considera la presencia de cierta predisposición hereditaria, siendo el estrés, el tabaco, la diabetes y el sobrepeso disparadores de la misma. Los valores normales son 130/80 mmhg . Hasta 140 mmhg de máxima se considera prehipertensión. Con más de 140 mmhg estamos en presencia de hipertensión arterial. La menopausia juega también un rol importante sobre la tensión arterial, etapa en la cual las posibilidades de contraer un aumento de la misma se acrecientan considerablemente.

8) Reducir el nivel de estrés: la participación de la mujer en esferas diferentes, en algunos casos con gran protagonismo, resulta un excelente disparador de patologías cardíacas. Se sugiere controlar las consecuencias muchas veces nefastas de estos procesos, a través de modificar el estilo de vida y atemperar la conducta emocional.

9) Controlar la diabetes: enfermedad metabólica de los hidratos de carbono, popularmente emparentada con los azúcares, que produce alteraciones en el corazón, además de afectar la vista, los riñones y los miembros inferiores. La diabetes, que afecta las arterias produciendo progresivas obstrucciones, es más dañina en la mujer. Para este tipo de patología hay medicación adecuada, además de evitar el exceso de peso corporal, junto a la realización de actividad física.

De lo que no hay dudas es que tanto las mujeres como sus médicos de cabecera deberán darle mayor importancia a las enfermedades cardiovasculares, incorporando hábitos de vida más saludables a través de las diferentes pautas de prevención anteriormente enumeradas, con la expresa finalidad de evitar una porcentaje importante de fallecimientos en forma inesperada, repentina, o bien detener el avance de padecimientos cardiovasculares ya instalados.

(*) Sociedad Argentina de Cardiología.

VIVIR MÁS Y MEJOR

El próximo lunes, 29 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Corazón y, como todos los años, la Fundación Cardiológica Argentina (FCA), miembro de la World Heart Federation y brazo a la comunidad de la Sociedad Argentina de Cardiología, adhiere a esta celebración difundiendo y promoviendo la toma de conciencia acerca de las enfermedades cardíacas y los accidentes cerebrovasculares, principales causantes de muerte en el mundo.

Este año, el tema propuesto por la World Heart Federation es la creación de entornos saludables para el corazón, de manera que los lugares en donde vivimos, trabajamos y jugamos no aumenten el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares sino que favorezcan y faciliten la adquisición de hábitos y estilos de vida saludables.

“Por lo general, responsabilizamos a las personas ante la presencia de alguna enfermedad cardiovascular porque no cuida su salud, fuma, come de manera inadecuada y lleva una vida sedentaria. Pero, muchas veces, perdemos de vista que los ambientes que nos rodean pueden tener gran responsabilidad de esta realidad y obstaculizan nuestra capacidad para tomar decisiones correctas a favor de la salud del corazón, especialmente en ambientes cada vez más urbanos. Por eso, resulta fundamental promover espacios que favorezcan la posibilidad de elegir los mejores ambientes para desarrollar nuestra vida”, afirmó el Dr. Néstor Pérez Baliño, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina.

Numerosos ejemplos demuestran que no todos tenemos la posibilidad de elegir en qué ambientes desarrollar nuestras actividades cotidianas. Como adultos y niños nos encontramos rodeados de entornos desfavorables, como la falta de acceso a los espacios verdes; escasas propuestas saludables en las escuelas; muestra abrumadora de consumo de cigarrillo, alcohol y comida rica en grasas y sodio; exposición al humo de cigarrillo ajeno en los parques, los autos y en los lugares de trabajo.

ENTORNOS SALUDABLES

Por eso, la Fundación Cardiológica Argentina dejó algunas recomendaciones para que la comunidad pueda tomar medidas adecuadas en sus respectivos ambientes contribuyendo a la construcción de entornos más saludables para nuestra salud y la de nuestro corazón:

• Procuremos tener a nuestro alcance una variada opción de alimentos. Limitemos el consumo de comida envasada (rica en azúcar, grasa y sodio) e incorporemos frutas y verduras frescas.

• Preparemos en casa las viandas escolares y evitemos que los chicos compren en el quiosco del colegio productos que no siempre son nutritivos.

• Dejá de fumar. Abandonar el hábito tabáquico no sólo mejorará tu salud sino también la de tus hijos. Convertite en un modelo positivo para los más chicos. Y, si fumás, evitá hacerlo en tu casa.

• Llevemos una vida activa. Limitemos el uso de la tele en casa y organicemos más actividades al aire libre: caminatas, andar en bici o simplemente jugar en el jardín o la plaza.

• Conozcamos el riesgo que tenemos de padecer enfermedad cardiovascular. Visitemos al médico para que, como rutina, pueda medir nuestra presión arterial, niveles de colesterol y glucosa, peso y masa corporal. Siempre es bueno conocer este riesgo para armar junto al profesional un plan específico que nos permita mejorar la salud del corazón.

• Participemos en nuestra comunidad para realizar cambios en el área en donde vivimos, como por ejemplo: aumento de la calidad y frecuencia de la educación física en las escuelas y guarderías; creación y mantenimiento de barrios seguros para la actividad física; control en escuelas, lugares de trabajo, hospitales y clínicas para que las propuestas de alimentos sanos, nutritivos y variados sean accesibles.

• Seamos un buen ejemplo a seguir para que nuestros chicos puedan tener un mundo con mejores corazones.

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es de vital importancia que la mujer realice actividad física, que puede comenzar a cualquier edad.