Ocho años después

Procesan a dos detenidos por el crimen de Devargo

Lorenzo Torres y Víctor Payes fueron atrapados por las TOE este año, acusados por el robo a una casa de familia del barrio María Selva, ocurrido el 25 de agosto de 2006.

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Juliano Salierno

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El juez de Instrucción Tercera, Luis Octavio Silva, procesó a Lorenzo José Torres (29) y Víctor Ariel Payes (39) al considerarlos probables coautores por el delito de homicidio en ocasión de robo, por un hecho ocurrido el 25 de agosto de 2006, en una casa de familia del barrio Villa María Selva.

Cuando parecía un caso sin solución y prácticamente olvidado, gracias a tareas de inteligencia realizadas por la Secretaría de Delitos Complejos, la Justicia obtuvo el dato del paradero del prófugo Torres, que se encontraba en la ciudad de San Lorenzo, jurisdicción en la que su padre se desempeña como jefe de Zona en la Unidad Regional XVII.

Con una orden de allanamiento extendida por el juez del turno Darío Sánchez, personal de la Tropa de Operaciones Especiales logró la captura el 11 de julio, cuando el apodado “Lore” manejaba un Renault Clio Mio en el que fue hallada un arma de fuego calibre 38mm. En vano Torres intentó escapar arrojándose a las aguas del arroyo San Lorenzo, ya que fue alcanzado por efectivos de las TOE.

Tiempo después, en el amanecer del 4 de septiembre y en medio de una jornada de lluvia, la fuerza de elite arribó a un domicilio de calle Freyre al 7500 donde pernoctaba el otro prófugo, Víctor Ariel Payes, conocido por su apodo de “Campeche”. El buscado intentó escapar por los fondos de la vivienda, en calzoncillos y descalzo, pero terminó tras las rejas.

Trágico final

El hecho ocurrido hace ya ocho años, tuvo un trágico desenlace con el fallecimiento del dueño de casa, Carlos Devargo, que dejó de existir en el hospital Cullen el 18 de septiembre de 2006, tras 24 días de agonía. El 25 de agosto de ese mismo año, el hombre de 58 años recibió a los dos muchachos -entonces de entre 20 y 30 años- que se habían presentado bajo la excusa de que buscaban trabajo.

Con ese pretexto lograron que el dueño de casa abriera la puerta del frente de su casa de Marcial Candioti al 6500 y que no pudiera evitar la violenta entrada. Los maleantes redujeron a Devargo a fuerza de golpes y lo separaron de su esposa Blanca, que a la postre pudo identificar a uno de los asesinos en rueda de personas.

En su incursión sustrajeron dinero y algunos objetos como un reproductor de DVD y tarjetas de crédito entre otros. A los pocos días de la muerte de Devargo -el 22 de septiembre- la policía allanó la casa de Torres de la calle Rodríguez Peña al 700. Allí se secuestra un CD rotulado “Románticos Inolvidables Vol.2”, que la hija de Devargo reconoció como propio.

Una whiskería

También se allanó una whiskería llamada La Calaza, ubicada en Santo Tomé, que sería de la madre de Torres. Allí fue apresado Julián Ernesto Saldaña, apodado “Zapatilla”, al que se le secuestra un revólver calibre 32 largo. “Zapatilla” fue indagado por el crimen, pero se declaró inocente, en cambio comprometió a Torres y Payes. Luego la Justicia lo sobreseyó el 28 de noviembre de 2013.

El mismo hombre que comprometió a Torres y apuntó a un tal “Campeche” participó de un careo con el primero, donde ya libre de culpa y cargo se desdijo y negó haberlo incriminado. Sin embargo, en su indagatoria “aporta una serie de precisiones sobre circunstancias ciertas del asalto, que al no ser él el autor, sólo se explican por la minuciosa revelación confesa que le hizo Torres”, destacó el juez Silva en su resolución.

Prófugo

Al margen del material probatorio, quedó claro para la Justicia que Torres, aunque negó responsabilidad, abandonó la ciudad inmediatamente de ocurrido el crimen, al punto de que familiares suyos fueron interceptados llevándole ropa y dinero. En cuanto a Payes, si bien se abstuvo de declarar, fue reconocido por la víctima en rueda de personas.

En cuanto a la situación procesal, el fiscal Nº 4, Juan Pablo López Rosas, solicitó la prisión preventiva para la dupla. Los abogados defensores Mauricio Frois -por Torres- y Romeo y Ramiro Díaz Duarte -por Payes- solicitaron la sustitución de prisión, medida que fue denegada por el magistrado que finalmente los procesó como coautores probables del delito de “robo agravado por homicidio y por el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo no puede tenerse por acreditada”.