Proyecciones de la campaña sojera

La devaluación del poroto

Analizando el resultado esperado de soja para la campaña 14/15 en términos de producto e insumo, considerando el destino que el productor le asigna al mismo, se observan pérdidas de competitividad del grano con respecto al ciclo anterior.

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Resiembra. En 13/14 el margen de una hectárea de soja permitía resembrar el 83% de una hectárea, mientras que con el resultado esperado en 14/15 sólo sembraría 39%. La reducción es del 53%.

Foto: Archivo

 

Campolitoral/CREA

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En un reciente informe el Movimiento CREA cotejó los márgenes de la soja en la campaña pasada con los proyectados para la que se está iniciando y el poder de inversión de cada cosecha, concluyendo que en la presente la capacidad adquisitiva del poroto -competitividad- retrocedió hasta un 60%, según el bien o servicio que se quiera adquirir.

Los técnicos de la entidad calcularon el resultado generado por una hectárea de la oleaginosa en la campaña 13/14 y el esperado para el ciclo 14/15 en términos de insumos y productos en función del destino que el productor planifica asignarle al resultado económico.

Para esto se consideró el rinde promedio para la zona oeste de Buenos Aires, el precio promedio del mes de julio 2013 y 2014 para la posición a cosecha, los valores reales y esperados de gastos de comercialización, costos directos, gastos de cosecha e indirectos. El valor de arrendamiento incluido es de 11 qq/ha para el ciclo anterior y 9 qq/ha para la presente campaña.

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Menos inversión

Según los datos relevados en el mes de julio por el Sistema de Encuestas Agropecuarias (SEA CREA), para el 35% de las empresas que tuvieron utilidades en la campaña 13/14 el principal destino del resultado será el crecimiento en la propia actividad. Por esto, se analizó el resultado en valor de productos en los que el productor puede invertir a fin de crecer en la actividad.

Es posible observar que la producción de una hectárea de soja ha perdido capacidad de inversión en la presente campaña con respecto a la anterior. En caso que el productor planifique crecer en superficie para destinar el mismo grano producido, el resultado generado en la 13/14 permitía resembrar el 83% de una hectárea, mientras que con el margen esperado de la 14/15 la proyección es de 39%. Es decir, la capacidad de producción del resultado se ha reducido un 53%.

Si el destino del crecimiento es la actividad de invernada, mediante la compra de terneros de 190 kg, el margen de la producción sojera 13/14 permitía adquirir 1,3 terneros de dicho peso; mientras que la proyección del año siguiente permite adquirir 80 kg de ternero de invernada valuado en julio del año en curso. De este modo, la variación interanual del resultado expresado en ternero de 190 kg, resulta de -60%.

En el caso de cría, tanto para ganadería de carne como de leche, se evaluó la capacidad de inversión de una hectárea de soja en reproductoras. Este indicador decreció un 61%, al poder adquirir 0,3 vaquillona preñada con el resultado esperado 14/15 vs 0,7 del animal que permitía pagar el margen del ciclo anterior.

Asimismo, se evaluó la relación con el maíz como insumo y complemento del crecimiento de las actividades ganaderas. El resultado logrado en el ciclo precedente permitía adquirir 3,2 t de cereal valuadas en julio 2013. Aún con el nuevo panorama de precios de los commodities, la relación ha descendido a la mitad, pudiendo adquirir 1,6 t de maíz valuadas en julio 2014.

Rentabilidad golpeada

Con respecto a la compra de insumos, el resultado de julio del SEA CREA indicó que el 48% de las empresas estimaba financiar más del 40% de los costos de implantación durante la campaña 14/15. En tanto sólo el 9% de los casos no prevé financiar costos de implantación agrícolas. En este marco, con igual metodología se analizó la capacidad de pago de una hectárea de la oleaginosa para los principales insumos agrícolas, considerando el resultado generado en la 13/14 y el proyectado del ciclo 14/15.

Del mismo modo que en las relaciones con los productos, el margen agrícola generado pierde capacidad de compra de insumos de manera interanual. Mientras un año atrás este valor permitía pagar el 90% del sueldo mensual del empleado rural, la ganancia proyectada permite afrontar el 40% del costo.

Igual comportamiento se presenta con los fertilizantes fosforados y nitrogenados, disminuyendo la relación 58% y 59% respectivamente; y la contratación de flete por 300 km que varió de 14 viajes a 6,1.

El resultado generado en la campaña pasada permitía al productor stockearse de 106 litros de 2,4D o 138 litros de glifosato. Con las proyecciones del ciclo productivo en curso, estas cantidades decrecieron en torno al 60%, pasando a 42 litros y 56 litros respectivamente.

Con respecto al combustible, al conjugar la trayectoria alcista del precio de este insumo clave en la actividad con la disminución en el margen sojero, la capacidad de stock ha variado de cerca de 400 litros de gasoil a 168 litros.

En suma, con el análisis realizado y los parámetros considerados en el mismo, es posible dimensionar la pérdida de competitividad de los granos, delimitada en la oleaginosa en este trabajo. Esto también se ve reflejado en una menor rentabilidad con respecto a la campaña anterior.

Ganancias y descapitalización

Además de la pérdida de competitividad que se evidencia en los granos en general y en la soja en particular, esta situación también tiene sus efectos en la determinación de la base imponible del impuesto a las ganancias.

El efecto de la devaluación genera altas rentas en pesos; pero no ocurre lo mismo en dólares tornándose negativo el resultado después del impuesto. Al analizar el resultado esperado para la campaña en curso, el aumento en los costos directos, las nuevas condiciones de mercado y una tasa de devaluación esperada de 29% (Rofex), se traducen en una rentabilidad en pesos antes de Ganancias 50% menor con respecto a la campaña anterior. En consecuencia, este nivel de renta pero en dólares resulta mucho menor y se acrecienta el resultado negativo después del impuesto. Asimismo, genera una menor diferencia entre la rentabilidad en pesos antes y después de Ganancias (35 puntos en 13/14 vs 15 puntos en 14/15).

En cuanto a la determinación del Impuesto a las Ganancias en este marco, las mayores rentas producidas por el incremento de los precios de los productos no implican realmente el logro de una mayor rentabilidad ni una mejora en la capacidad contributiva del productor, ya que dicho incremento es producto de una depreciación de la moneda y que también afectará en el costo de los insumos y servicios contratados. Por esto, un impuesto determinado sobre la base de resultados no ajustados resulta mayor al que se calcularía sobre resultados reales, originando la descapitalización de las empresas.

Para la compra de terneros de 190 kg, el margen de la producción sojera 13/14 permitía adquirir 1,3 animales de dicho peso; mientras que la proyección del año siguiente permite adquirir 80 kg de hacienda de invernada.