Incertidumbre agrícola

Del monocultivo al “cero cultivo”

Los pésimos números de la agricultura en la presente campaña empiezan a mostrar un efecto impensado poco tiempo atrás: la soja no será negocio, los chacareros devuelven los campos alquilados y quedarán lotes sin sembrar. También retornan la ganadería pastoril, por la escasez de reservas, y el trueque.

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Vacante. Quienes venían pagando arrendamiento de 12 quintales o más ya devolvieron los campos.

Foto: archivo.

 

Juan Manuel Fernández

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En la campaña gruesa que se inicia, los productores de soja “están yendo no hacia monocultivo sino hacia cero cultivo, porque la gente está devolviendo los campos y hay lotes sin cultivar”.

En estos términos la asesora técnica de AFA Humboldt Edith Weder planteó que “es un año de muchísima incertidumbre” para la agricultura, producto de la suba de los costos productivos, los precios deprimidos y la inestabilidad cambiaria. “Lo que terminamos haciendo es una timba, apostando a que en cosecha haya una devaluación o algo con que los números puedan cerrar”.

La ingeniera afirmó que la soja “se presenta con muchas dudas” y destacó la gran incertidumbre que se impone sobre la campaña gruesa. “A esta altura los productores (en años anteriores) ya tenían muy bien definido qué iban a hacer”. Sin embargo, los barbechos “están a medio hacer” porque no deciden qué sembrarán y, por lo tanto, se observan malezas con resistencia que aún no fueron atacadas con herbicidas selectivos “porque no saben si van a ir a gramínea o a soja”.

Ocurre que hay lotes en los que por rotación deberían sembrarse gramíneas, “pero los números no dan”; o el campo es alquilado “y no sabe si devolverlo o seguir arrendándolo”.

Weder explicó que en esta campaña el rendimiento de indiferencia en campo propio para soja oscila entre 26 y 28 quintales, pero si se suma el alquiler hay que agregarle 10 o 12 quintales más. En función de esto, mencionó que el año pasado para esta época los productores habían reservado “el 60 o 70% de la semilla y hoy si tengo el 20% tengo que estar contenta; es muy duro: el productor no sabe qué va a hacer”.

En semejante contexto sentenció: “lo que terminamos haciendo es una timba, apostando a que en cosecha haya una devaluación o algo con que los números puedan cerrar; (los productores) lamentablemente están yendo no hacia monocultivo sino hacia cero cultivo, porque la gente está devolviendo los campos y hay lotes sin cultivar”. A su vez afirmó que quienes venían pagando el arrendamiento de 12 quintales o más “ya los devolvieron”, porque los dueños “no quisieron bajarlo” y otros hasta quisieron aumentarlo.

La asesora también sostuvo que “algunos pueden llegar a entrar en pastura para volver a la cría bovina pastoril por la falta de reservas” o para diversificar el riesgo. Y reiteró: “es un año de muchísima incertidumbre”. Incluso alertó: “lo triste es que nos encontramos con que los productores vuelven a la época del trueque”, y detalló que bajo ese sistema se intercambian servicios, como siembra, pulverización o cosecha, e insumos como las semillas. “Es lo que nos empezamos a encontrar y a sorprender”.

 
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“Lo que terminamos haciendo es una timba, apostando a que en cosecha haya una devaluación o algo con que los números puedan cerrar; la gente está devolviendo los campos y hay lotes sin cultivar”

Edith Weder

Asesora técnica de AFA Humboldt

El dato

Derivas peligrosas

“En maíz me están preocupando más las derivas por herbicidas mal aplicados o poco conscientes que las enfermedades” declaró Margarita Sillon, quien viene recibiendo gran cantidad de consultas por mancha blanca y al analizarlas comprueba que se trata de daño por agroquímicos. “Vuelvo a pedir por favor a los técnicos, los agrónomos y los egresados de la facultad que trabajan en la región que sean más conscientes de lo que están aplicando, porque hoy el 100% de las consultas que tengo por mancha blanca en maíz en realidad son derivas”. Incluso mencionó la pérdida de lotes completos de legumbres en los últimos días “por herbicidas más aplicados o con viento”.

Sólo los ganaderos siembran gramíneas

“Los únicos que están haciendo maíz y sorgo son quienes tienen ganadería, tambo o cría, y sólo para reserva de alimento; no hay rotación de gramíneas de verano”, afirmó Edith Weder.

Según sus cálculos, el maíz de primera “bajó por lo menos un 30% respecto del año pasado” y no hay indicios de que sea reemplazado con sorgo, “que solía ser la alternativa más económica”. En realidad, dijo que los productores “están pensando en hacer verdeos”. Con este dato, consideró “muy preocupante” el suministro de alimento animal para el próximo año, agravado por la caída del área maicera a raíz de la inundaciones en Buenos Aires.

Atención a las enfermedades del suelo y el curasemilla

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A raíz de las características climáticas del invierno -sobre todo de las lluvias abundantes y los anegamientos o inundaciones- la fitopatóloga Margarita Sillon consideró que en esta campaña de soja “puede haber algunos problemas con patógenos de suelo donde hayan estado anegados, con problemas en la implantación”. En tal sentido enumeró pythium, phytophthora o fusarium “que son patógenos que colonizan la raíz y pueden hacer perder stand de plantas al comienzo del cultivo”. Más adelante, estimó que puede haber un avance de Enfermedades de Fin de Ciclo (EFC) en sojas de segunda desde “mitad de febrero a marzo”.

Por tal motivo recomendó tener en cuenta el antecedente del lote y la calidad de la semilla. Los suelos anegados, explicó, predisponen la aparición del complejo oomycetes “que tienen la característica de no ser controlados por el carbendazim más thiram “que es el curasemilla más utilizado”. Por lo tanto, recomendó: “quienes tengan dudas sobre la semilla y hayan tenido agua o anegamiento sean cuidadosos, porque si están estos patógenos pueden sufrir pérdida de plantas”.