En Argentina, cada 4 minutos alguien sufre un ataque cerebral

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El próximo 29 de octubre es el Día Mundial del ACV (accidente cerebrovascular o ataque cerebral), la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en adultos. Por eso, saber identificar sus síntomas y buscar atención médica inmediata es clave para reducir los daños que éste pueda ocasionar.

 

textos. revista nosotros. FUENTES. MINISTERIO DE SALUD DE LA NACIÓN Y SOCIEDAD NEUROLÓGICA ARGENTINA.

Conocer más sobre el ataque cerebral, saber identificar sus síntomas y actuar con rapidez es nuestra mejor forma de protegernos de esta afección que provoca graves lesiones cerebrales, puede causar la muerte o secuelas físicas y mentales irreversibles. Como el daño puede ser menor si se consulta de inmediato es importante hacerlo aunque los síntomas hayan desaparecido.

El ataque cerebral -explican los especialistas- es una afección causada por la súbita pérdida de flujo sanguíneo cerebral (ataque cerebrovascular isquémico, también conocido como infarto cerebral) o por el sangrado (ataque cerebrovascular hemorrágico) dentro de la cabeza. Cualquiera de las dos situaciones puede provocar que las neuronas se debiliten o mueran, ya que sin oxígeno las células nerviosas no pueden funcionar. Las partes del cuerpo controladas por las regiones del cerebro afectadas, consecuentemente, también dejan de funcionar.

Es una causa muy frecuente de muerte y la primera causa de invalidez en los adultos y adultos mayores. Generalmente viene acompañado de arterioesclerosis e hipertensión arterial. Por este motivo, ante la ocurrencia de los siguientes síntomas (de comienzo brusco) es muy importante recurrir al médico, quien sabrá diagnosticar qué tipo de ataque cerebral está en curso: vértigos, dificultad para hablar, piernas o brazos entumecidos o adormecidos, entumecimiento o adormecimiento de la cara, dolor de cabeza intenso y no habitual, dificultad para caminar, pérdida súbita de la visión de un ojo, o visión borrosa o limitada, mareos, dificultad para manejar los brazos o coordinar los movimientos, confusión general.

CÓMO PREVENIR

Los efectos de un ataque cerebral son a menudo permanentes, ya que las células cerebrales muertas no se pueden reemplazar. Sin embargo, esta afección puede prevenirse, ya que -afortunadamente- por medio del reconocimiento temprano de los signos de un ataque cerebral y la búsqueda inmediata de atención médica se pueden reducir considerablemente las posibilidades de muerte y discapacidad.

Para prevenirlo es importante tener en cuenta: controlar adecuadamente la hipertensión arterial; no fumar; tratar adecuadamente los trastornos del colesterol con dieta y medicamentos, si fuera necesario; tratar la diabetes o el síndrome metabólico (resistencia a la insulina); controlar el déficit de magnesio. Tener un diagnóstico precoz de las obstrucciones arterioescleróticas de las arterias carótidas y su corrección (se realiza por medio de un examen médico y una ecografía de las arterias carótidas) y prevenir con medicación las trombosis y embolias cerebrales.

CONSECUENCIAS Y REHABILITACIÓN

Nuestro cerebro lo controla todo: cómo nos movemos o sentimos, cómo pensamos y cómo nos comportamos. Las lesiones al cerebro debidas a un ataque cerebral pueden afectar cualquiera de esas habilidades.

Estas son algunas consecuencias posibles: hemiparesia o hemiplejia (debilidad o parálisis de un lado del cuerpo, respectivamente); afasia (dificultades con el habla y el lenguaje) o disfagia (dificultad al tragar); disminución del campo visual y problemas de percepción visual; pérdida de control de las emociones y cambios de humor; negación de los cambios causados por la lesión al cerebro. Pero también existen efectos emocionales, como depresión y frustración, apatía y falta de motivación, cansancio, llanto involuntario, trastornos cognitivos (problemas de memoria, juicio, solución de problemas) o cambios en la conducta.

Por último, cabe agregar que es posible rehabilitarse luego de sufrir un ataque cerebral. Un buen tratamiento, junto con paciencia y esfuerzo, permiten que la persona que sufrió un ataque cerebral pueda recuperarse positivamente. En la mayoría de los casos, los pacientes efectivamente mejoran. No obstante, la velocidad y calidad de las mejoras dependen de la extensión de la lesión cerebral y del éxito del tratamiento y la rehabilitación.

Fuentes. Dr. Luciano Sposato, neurólogo, y prensa Boehringer Ingelheim.

“Es fundamental actuar tempranamente sobre los factores de riesgo controlables para evitar el riesgo de que ocurra un ACV. En aquellos con factores de riesgo establecidos y no modificables, un seguimiento de cerca permitirá tratar aquellos factores que sí se pueden modificar para minimizar este riesgo y educar al paciente para que reconozca rápidamente los síntomas de un ACV y no se pierda tiempo en el tratamiento del mismo”.

¿Qué es la fibrilación auricular (FA)?: es el trastorno más frecuente del ritmo cardíaco, que provoca irregularidad de los latidos del corazón. Durante la FA, las aurículas (cavidades superiores) del corazón no bombean toda la sangre dentro de los ventrículos (cavidades inferiores) causando su acumulación. Cuando esto sucede, puede dar lugar a la formación de un coágulo en la sangre. Si una parte del coágulo se desprende y viaja hasta el cerebro (embolizar) puede causar un accidente cerebrovascular.

¿Es común?: la prevalencia estimada de FA es de alrededor del 1% de la población total, y se incrementa a más del 10% en personas mayores de 80 años. Se estima que el 25% de las personas de 40 años tendrán FA. El número total de hombres y mujeres con FA es casi igual, pero aproximadamente el 60% de los mayores de 75 años son mujeres.

¿Quiénes están expuestos a sufrirla?: el riesgo de contraerla aumenta con la edad, duplicándose aproximadamente con cada década. Otros factores de riesgo son: hipertensión arterial, diabetes, enfermedad cardíaca estructural, valvulopatías, diabetes, enfermedad de la tiroides, alcoholismo y uso indebido de sustancias.

¿Cuáles son los síntomas?: muchos pacientes con FA pueden no tener síntomas y no son conscientes de su afección. Los síntomas que pueden experimentar son: palpitaciones, fatiga/debilidad, mareos/desmayos, dificultad para respirar, angina (dolor en el pecho).

¿Cuáles son las complicaciones asociadas con la FA?: el accidente cerebrovascular (ACV) es una complicación importante de la FA, que se produce porque una parte de un coágulo abandona la aurícula, pasa a la circulación y bloquea un vaso sanguíneo que suministra sangre al cerebro, con oxígeno y nutrientes. La FA también aumenta el riesgo de insuficiencia cardíaca y muerte, y se relaciona con una menor calidad de vida sumado a la complejidad del tratamiento anticoagulante.

¿Cuál es el impacto de la FA sobre el ACV?: las personas con FA tienen un riesgo mayor de desarrollar coágulos en la sangre, lo que aumenta el riesgo de ACV hasta 7 veces. Los ACV relacionados con FA tienden a ser más graves que los relacionados con otras afecciones. Los pacientes con antecedente de ACV o accidente isquémico transitorio tienen un alto riesgo de recurrencia.

¿Cuál es la carga económica de la FA y el ACV?: el ACV implica una considerable carga financiera sobre los pacientes y cuidadores debido al lucro cesante y a la necesidad de cuidados a largo plazo.

Fibrilación auricular y ACV

+info

Ministerio de Salud de la Nación:

http://www.msal.gov.ar/index.php/component/content/article/48/119-accidente-cerebro-

vascul ar-acv

Sociedad Neurológica Argentina:

www.ataquecerebral.org.ar.