Disputa de bandas en Rosario

“No somos delincuentes ni narcos”

La madre del “Pollo” Bassi y esposa del hombre de 61 años asesinado este miércoles en Villa Gobernador Gálvez denunció que “esto es un plan sistemático para hacer desaparecer a mi familia”.

Télam

La esposa del asesinado Luis Ángel Bassi y madre de un presunto narco detenido en Rosario por el homicidio del jefe de otra banda, afirmó que su familia está formada por “gente de trabajo” y no por “delincuentes ni narcos”. Victoria Orellana apuntó a la vez al gobierno de Santa Fe por no brindarle protección a su familia, luego de que entre diciembre de 2013 y febrero pasado fueran asesinados también dos de sus hijos, Leonardo (36) y Maximiliano (34).

La mujer, cuyo esposo fue asesinado el miércoles de siete balazos mientras tomaba mate en la vereda de su casa, admitió que su hijo Luis Orlando “Pollo” Bassi haya integrado la barra brava de Newell’s Old Boys, pero negó que sea “un asesino”. “Que me digan que era barrabrava de Newells lo acepto. Pero no es asesino ni narco”, dijo ayer la mujer en declaraciones a Radio Dos de Rosario.

Su hijo “Pollo” Bassi está detenido desde septiembre del año pasado, cuando se entregó a la policía, y fue procesado por dos homicidios. Uno de esos procesamientos es por el crimen de Claudio “Pájaro” Cantero (29), jefe de la narcobanda rosarina Los Monos acribillado de seis disparos el 26 de mayo del año pasado. Luego de ese crimen, la familia Bassi sufrió los asesinatos de tres de sus miembros en poco más de diez meses.

“Hasta el cementerio”

El 31 de diciembre de 2013, Leonardo Bassi recibió varios disparos cuando un hombre ingresó a la remisería que la familia posee en la esquina de 20 de Junio y Chile, en la localidad santafesina de Villa Gobernador Gálvez, para pedir un servicio “hasta el cementerio”. El 12 de febrero de este año la víctima fue Maximiliano Bassi, sorprendido en el mismo lugar por dos hombres en moto quienes le dispararon mientras reparaba un camión.

El miércoles pasado fue el turno del padre, Luis Ángel Bassi (61), a quien le dieron siete balazos de los 16 que un hombre le disparó con dos pistolas 9 mm, para luego escapar en un automóvil. Orellana, madre y esposa de los asesinados, dijo hoy: “Somos gente de trabajo, no somos delincuentes ni narcos”. La mujer denunció que “esto es un plan sistemático para hacer desaparecer a mi familia” y que “estamos como en la peor época, en la desidia total”. “Somos una familia desprotegida”, añadió Orellana, en coincidencia con el abogado de la familia Bassi, Enrique García Arquiola.

“Que se muden”

En diálogo con Télam, el abogado contó que tras el crimen del primero de los Bassi, Leonardo, la familia pidió protección al Ministerio de Seguridad de Santa Fe, pero le “aconsejaron que se muden de provincia”. Explicó que tras el crimen de Leonardo, el padre pidió una entrevista al gobierno provincial, y fue recibido por funcionarios del Ministerio de Seguridad.

“Les relata las amenazas concretas que tuvieron después de la muerte de Leonardo, que los iban a matar a todos, que iban a ir por los padres, por los nietos”, dijo el abogado, y precisó que las advertencias fueron tanto “telefónicas como en papeles anónimos”. “No les dieron mayores respuestas, les aconsejaron que se muden de provincia”, denunció.