Por problemas en vecinal General Paz

Aclaran la situación actual de la provisión de agua en Santo Tomé

El intendente Palo Oliver explicó las fallas puntuales que tuvieron, en los últimos días, tres de las seis bombas que abastecen este sector, que abarca una parte del centro-este de la ciudad. Además, describió el problema estructural que afecta a los edificios tipo Fonavi de la zona.

Ariel Durán y Sergio Ferrer

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En una entrevista con El Litoral, el intendente santotomesino Fabián Palo Oliver confirmó que el jueves y viernes pasado se suscitaron una serie de inconvenientes en el servicio de suministro de agua corriente abastecido por el tanque que cubre la zona de la vecinal General Paz, el que está ubicado en López y Planes, entre Iriondo y Libertad.

Según lo explicado por el funcionario, los problemas se originaron por una falla del sistema de bombeo que alimenta dicho sector, ya que tres de las seis bombas que funcionan allí quedaron fuera de servicio por distintas causas.

El primero de los equipos -señaló Palo Oliver- dejó de funcionar por una falla mecánica que fue reparada en el mismo día por el personal municipal, mientras que la segunda bomba tuvo un problema más complejo: la perforación quedó totalmente inutilizada, debido a un inesperado desmoronamiento del suelo. La tercera bomba -acotó- fue afectada al igual que la primera por desperfectos mecánicos y también pudo ser reparada por agentes municipales.

“No se pueden prever”

Respecto de la rotura de mayor complejidad, el titular del Ejecutivo local afirmó que debió emitir un decreto, ad referéndum, del Concejo Municipal, para proceder a la contratación directa de una nueva perforación, sin esperar los tiempos usuales de una licitación pública, para poder reinstalar la bomba impulsora lo antes posible.

“Básicamente, los inconvenientes que se están dando en el suministro del agua son los que empiezan a aparecer en la época de mayor consumo, cuando comienzan los primeros calores; de todas formas, algunas de las situaciones vividas fueron verdaderos accidentes, que no pueden preverse, como el pozo que quedó fuera de servicio porque cedió el terreno”, aclaró Palo Oliver.

“Los inconvenientes surgidos en el tanque de la vecinal General Paz tuvieron que ver con esas tres bombas que quedaron fuera de servicio, porque de lo contrario allí no tendría que haber problemas”, insistió.

“Uno de los pozos se va a recuperar recién cuando hagamos la nueva perforación; el Concejo ya aprobó la autorización, que permitirá contratar los trabajos en forma directa”, resaltó después, sin dejar de aclarar que si se llamara a licitación, se estaría demorando demasiado la normalización de ese tanque.

“Cuando asumimos la gestión, en 2007, la ciudad de Santo Tomé contaba con 6 tanques y 21 pozos o perforaciones (cada perforación tiene una bomba); hoy tenemos 36 pozos, es decir que hemos incrementado en 15 bombas el sistema de provisión; un 80% del distrito está cubierto con este servicio”, concluyó el intendente.

análisis

por Ariel Durán

Agua que no has de beber

Muchos asentamientos del sureste de la ciudad no poseen tanques de reserva de agua y entonces cuando sale de servicio una bomba o se tapa una perforación, inmediatamente aparece el problema de falta de presión o corte del suministro. El error fue haber permitido, en su momento, que estos complejos habitacionales de casas y edificios en torre se habiliten sin contar con tanques, ya que ante el menor desperfecto o corte de energía eléctrica, la provisión se ve afectada de manera directa.

En este sector, hoy el servicio se cobra por metro cuadrado de superficie de la vivienda, es decir “un privilegio”, por así decirlo, para aquellos que pese a las diversas campañas implementadas por el municipio, derrochan grandes cantidades de líquido -por el mismo precio-, en llenado de piletas, lavado de veredas o vehículos. Pero claro, el secreto a voces es que nadie quiere contar con un medidor que controle lo que se consume, medida que sería justa y equilibrada, y que situaría a estos vecinos en el mismo nivel de compromiso que con el resto de la población.

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“Es responsabilidad de los consorcios”

“Es importante remarcar que en la vecinal General Paz, para 1.091 conexiones tenemos 6 bombas, es decir 6 pozos -es uno de los sectores que más dificultades tiene para proveer agua muchas veces por la presión-, pero en realidad es el lugar que, proporcionalmente, menos dificultades tendría que tener, por la cantidad de perforaciones en relación a parcelas servidas que tiene”, planteó el intendente Fabián Palo Oliver. “En el Tanque de Agua Central, para 11.673 conexiones, funcionan 19 bombas. La proporción nos indica que en General Paz con 2 bombas sería suficiente y sin embargo tenemos 6”, comparó.

“El problema es que allí las bombas trabajan siempre a full, especialmente en los momentos que hay mucha demanda, porque si no el tanque de esa zona no recupera los tres cuartos de capacidad que debe tener para garantizar un buen servicio, con una buena presión”, acotó.

“Esto es así porque ese sector tiene la particularidad de que existen muchas viviendas, como las del barrio Sargento Cabral y otros complejos Fonavi, que no tienen tanques de reserva individuales y que en los monoblocks no cuentan con sistema de impulsión, para que desde el primer piso el agua llegue con la misma presión que en planta baja”, explicó.

Para finalizar subrayó: “Eso último es responsabilidad de los consorcios, es decir de los propios propietarios, no del municipio; nosotros llegamos con los kilos (de potencia) suficientes a planta baja, dentro de lo que nos exige el Enress, que es el organismo de contralor que actúa en estos casos. Todos los años tenemos que presentar un plan de inversiones y colocar medidores en los sectores que todavía no tienen servicio medido. Es decir que se nos controlan las tarifas, la calidad del agua, todo, porque se nos aplica el mismo sistema de control que a las cooperativas y Aguas Santafesinas”.