España en llamas

Rajoy, acorralado por los casos de corrupción

Una sucesión de escándalos protagonizados por primeras figuras del oficialismo tienen al gobierno español contra las cuerdas. La oposición demanda remedios que no aparecen.

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Sin precedentes. El propio Mariano Rajoy debió disculparse públicamente por los escándalos de corrupción que salpican a su partido.

Foto: Agencia EFE

 

Sara Barderas

Agencia DPA

Poco después de que Mariano Rajoy pidiera en público perdón por los casos de corrupción en el Partido Popular (PP), la oposición española le exigió explicaciones y medidas frente a un tema que no deja de ganar magnitud en el país. “Usted está asediado por la corrupción”, le lanzó en el Congreso de los Diputados el jefe de la oposición, el socialista Pedro Sánchez. El líder del PSOE no fue el único que enfrentó directamente al presidente del gobierno español con los escándalos de corrupción que afectan al PP y que en los últimos 10 días han ganado mayor dimensión aún.

Toda la oposición se los recriminó y la izquierda le exigió que comparezca en un pleno parlamentario dedicado en exclusiva al tema. “Por el bien de la democracia, le estamos esperando”, dijo Sánchez.

La cita parlamentaria de ayer, dedicada en teoría al último Consejo Europeo, se convirtió en un enfrentamiento entre la oposición y Rajoy a propósito de la corrupción, que a las puertas de 2015, cuando hay elecciones municipales y autonómicas en mayo y generales en noviembre, complica al líder conservador su apuesta electoral a la recuperación económica de España.

Rajoy, un día después de pedir disculpas en un gesto inédito forzado por la presión de varios líderes de su partido, intentó minimizar el impactó de las cargas de la oposición y lanzó contra los socialistas sus propios casos de corrupción, que los tienen.

“Vamos a trabajar para que no se vuelva a producir”, dijo, y llamó al pacto contra la corrupción del que el PSOE se retiró esta semana tras la macrooperación en la que fue detenido medio centenar de personas, entre ellos el ex número dos del PP en Madrid y en el gobierno de la región Francisco Granados. Hoy comenzaron a declarar en la Audiencia Nacional los primeros detenidos en el operativo. “La política no es peor que otras profesiones”, manifestó Rajoy, que pidió no dar “la imagen de país totalmente sumido en la corrupción”. En las portadas de la prensa, sin embargo, se instalaron hace tiempo los titulares, escándalo tras escándalo, y no sólo del PP. Los socialistas tienen los suyos, principalmente en Andalucía. Los sindicatos también se han visto salpicados.

El que golpeó a Juan Carlos I al final de su reinado sigue pendiente de la decisión judicial de sentar o no en el banquillo a la infanta Cristina, porque a su marido, Iñaki Urdangarin, todo el mundo da por seguro que lo juzgarán.

En Cataluña, en pleno proceso soberanista, el ex presidente de la región Jordi Pujol admitió en julio haber mantenido una fortuna en paraísos fiscales durante tres décadas y poco a poco van a acumulándose indicios de corrupción cometida desde las instituciones.

El gobierno anunció hace ya 20 meses medidas frente al problema que no han llegado a concretarse desde entonces. El Ejecutivo ha vuelto ahora a comprometerse a aprobarlas. El PP es el que se lleva hasta ahora la mayor parte de los escándalos de corrupción de los últimos años.

La operación en la que el lunes fueron detenidas más de medio centenar de personas, la mayoría vinculadas con la formación de Rajoy, se unió a los golpes que acababa de recibir con las imputaciones del ex ministro y ex director gerente del FMI Rodrigo Rato y del también ex ministro y ex secretario general del partido Ángel Acebes.

Rato fue expulsado del PP tras ser imputado por las tarjetas opacas al fisco español durante su presidencia de Caja Madrid y Bankia. Acebes está imputado como ex número dos del PP en el caso de la presunta contabilidad paralela en el partido de Rajoy, pero sigue en la formación. “Lo suyo no es el caso de una única manzana podrida”, dijo hoy a Rajoy el secretario general del PSOE.

La respuesta de los ciudadanos a los niveles de corrupción existentes hay que buscarlos en las encuestas, donde Podemos, el partido revelación que en las elecciones europeas de mayo se llevó cinco eurodiputados de la nada, ha ido en aumento. Tanto que crece, y mucho, el temor en los dos grandes partidos de España.

Una encuesta de un instituto de investigación privado situó hace unos días al partido de izquierda como segunda fuerza política y parece que va por ese camino la última del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS, estatal), que se publicará la semana que viene.